La empresa estadounidense PureWine ha lanzado al mercado un filtro para evitar la alergia al vino, se trata de The Wave, un sistema que además de airear y oxigenar el vino, funciona como un filtro que retiene los sulfitos y otras sustancias como las histaminas, responsables de provocar alergia en quienes sufren sensibilidad a este componente que se origina cuando los hollejos fermentan, sin alterar las propiedades organolépticas del vino.
Anteriormente hemos conocido otros filtros para los sulfitos del vino, como el filtro o purificador de vino Üllő, concebido también para facilitar que quienes tienen sensibilidad a los sulfitos puedan tomar el vino sin problemas. Aunque en este caso, Üllő no eliminaba las histaminas. Otro accesorio es el tapón de rosca desarrollado por la empresa australiana Vinnovate, con la capacidad de reducir la presencia de sulfitos y otras sustancias como las utilizadas para la clarificación del vino.
Los sulfitos se encuentran de forma natural en el vino en bajos niveles, pero se suelen añadir más de forma artificial a fin de mejorar la conservación del vino, ya que tiene la capacidad de inhibir las bacterias, el moho, preservar su aroma y evitar la oxidación. Para muchos viticultores este aditivo es de gran importancia, ya que sin él aseguran que no podrían garantizar la calidad del vino. Claro, que un exceso de esta sustancia provoca que el vino pierda color, adquiera un aroma picante y altere su sabor, de ahí que se controle meticulosamente la cantidad de sulfitos que se utilizan.
Quienes padecen alergia al vino pueden sufrir dolor de cabeza, malestar estomacal, secreciones nasales y congestión, estornudos, síntomas similares a los que se experimentan con otro tipo de alergias o sensibilidades alimentarias. En la página web de PureWine se explica que en Estados Unidos, hasta el 70% de las personas que consumen vino han experimentado efectos secundarios debido a que sufren sensibilidad o alergia, con los nuevos filtros presentados, y decimos nuevos porque son dos los formatos que ofrece la empresa (uno fue presentado hace tiempo), este problema desaparece, ya que se eliminan cuatro tipos de histaminas y los sulfitos presentes en el vino blanco y tinto.
El filtro The Wave se ha diseñado para filtrar una botella de vino durante su escanciado, el filtro The Wand es el otro tipo concebido para filtrar el contenido de una copa de vino de unos 180 mililitros. Este filtro más pequeño fue la primera creación de la empresa y se vendieron más de dos millones de unidades en 18 meses. Su uso es sencillo, se introduce en la copa de vino y se agita durante tres minutos. En ambos casos los filtros contienen unas perlas elaboradas con resinas que integran nanoporos que retienen las histaminas y sulfitos, ambos están fabricados con materiales de grado alimentario libre de elementos como el bisfenol A y aprobados por la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos).
La pega que encontramos es su precio y durabilidad, The Wave tiene un coste de unos 10 dólares (algo más de 8’5 euros), y el precio de The Wand es el mismo y se comercializa en packs de cinco unidades. Ambos filtros son de un solo uso, lo que supone un elevado sobrecoste en la botella o copa de vino, por otro lado, la empresa recomienda no utilizarlos en más de una ocasión porque la efectividad se reduce significativamente y no se garantiza que elimine esas sustancias que provocan la alergia al vino.
Los filtros se comercializan en la página web de PureWine en diferentes packs y sólo en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, pero se puede optar por adquirirlos a través de Amazon para recibirlos desde cualquier país. Bajo estas líneas podéis ver un vídeo promocional de The Wand, suponemos que próximamente lanzarán un vídeo sobre el nuevo filtro The Wave.