AENOR es una entidad de certificación que opera en más de 100 países, es una de las 10 principales certificadoras del mundo y es líder en España. Sus certificaciones y las evaluaciones de conformidad facilitan mejorar la calidad y competitividad de las empresas en lo que respecta a productos y servicios. Pues bien, AENOR ha puesto en marcha la certificación Gastro Quality Taste, un sello de calidad que tiene el cometido de garantizar la excelencia de los alimentos elaborados desde un punto de vista sensorial.
Gastro Quality Taste avala la calidad organoléptica de los alimentos preparados basándose únicamente en la opinión de los consumidores, en el proceso de certificación se realiza una cata en la que son consumidores quienes evalúan, analizan y puntúan las cualidades sensoriales de los productos elaborados, por lo que se puede decir que se trata de una certificación creada por y para el consumidor final.
El proceso para obtener la certificación es el siguiente: el producto es evaluado por un panel de cata formado por 80 consumidores, deberán analizarlo según las normas internacionales de análisis sensorial, metodología que permite realizar el examen de las propiedades organolépticas de los productos de consumo utilizando los sentidos, además, se utilizan técnicas adecuadas para objetivar los resultados con ayuda de métodos estadísticos apropiados.
El proceso de cata y el seguimiento de las puntuaciones que se otorgan a los productos alimenticios en cada uno de los aspectos que se valoran, textura, sabor, olor, valoración global y packaging, se realiza en condiciones controladas por Aenor Laboratorio, responsable de emitir el informe con los resultados obtenidos en el marco del Reglamento Particular para la Concesión del Certificado Gastro Quality Taste.
En nuestra opinión, en realidad se está realizando un test hedónico para determinar si un producto alimentario gusta o no, se trata de un análisis realizado por consumidores, personas que no han sido entrenadas para la cata y las pruebas que llevan a cabo son espontáneas. De hecho, para que este tipo de evaluaciones puedan ofrecer una respuesta estadística aceptable, es necesario que como mínimo participen 50 consumidores, de ahí que en el proceso de evaluación para la Certificación Gastro Quality Taste participen 80 personas.
Gastro Quality Taste se otorga a los productos que superen las especificaciones concretas en sabor y valoración global definida en el Reglamento Particular que integra normas de alta exigencia o características premium. AENOR explica que la variedad de productos alimenticios y las diferentes calidades suponen un dilema en la decisión de compra de los consumidores, oferta y precio no son cuestiones indicativas para saber si el producto que se adquiere satisface las expectativas, por lo que la nueva certificación consideran que será de ayuda en ese proceso.
La empresa certificadora explica que con el nuevo sello las empresas pueden promocionar sus productos destacando que han obtenido la certificación Gastro Quality Taste, siendo un valor añadido que los diferenciará del resto de productos alimenticios que aparecen en los lineales del supermercado. En definitiva, se trata de otro sello más que aparecerá en los envases de los productos alimenticios elaborados, y por lo visto no genera ningún gasto extra ni pérdidas como siempre acusan los fabricantes cuando se les habla de modificar el etiquetado para que los consumidores tengan más información sobre lo que compran.
Además, no nos parece un sello que esté orientado a ayudar a los consumidores a realizar una buena compra, sólo servirá para crear más confusión. Estamos (cada vez más personas) en una lucha por la transparencia y la reformulación de productos para hacerlos más saludables, no necesitamos que otros consumidores nos digan si este u otro producto elaborado está más o menos bueno, de hecho, eso lo vemos a diario en nuestro entorno. Un alimento elaborado puede ser un ultraprocesado y por mucho que sea del agrado de los catadores, puede estar cargado de grasas saturadas, azúcares añadidos, etc.
¿Por qué no crear un sello de calidad que sólo puedan obtener los alimentos elaborados que hayan pasado por una cata y por un análisis de sus ingredientes?, los nutricionistas actualizados (sin conflictos de intereses) podrían ser los catadores, pues son expertos en nutrición y también son consumidores, ¿qué os parece? Estamos seguros de que este sello de ‘calidad sensorial’ va a confundir a muchos consumidores, a quienes habrá que aclarar que no se trata de un alimento de calidad nutricional, que al fin y al cabo, es lo que nos aporta salud.
En fin, podéis conocer más detalles sobre la nueva certificación a través de la página web de AENOR y a través de la página de Gastro Quality Taste.