No se considera un superalimento, pero podría serlo, hablamos de la castaña y de los productos que se elaboran con este fruto, de hecho, fue base de la alimentación de muchas familias en épocas de hambruna en las regiones en las que abundaba el castaño. Sobre las propiedades nutricionales de la castaña ya os hemos hablado, podéis recordarlo aquí, se trata de un fruto que, en comparación con otros frutos secos, tiene muy pocas calorías, no llega a las 200 kcal. por cada 100 gramos, mientras que las almendras, las avellanas, las nueces… rondan las 500 o 600 kcal. por cada 100 gramos.
Esto es debido a las diferencias en su composición, la castaña tiene muchas menos grasas, sólo 2’2 gramos, siendo en su mayoría poliinsaturadas, también tiene menos proteínas que el resto de frutos secos y más carbohidratos, por eso se relaciona o compara más con cereales como el trigo, que con los frutos secos. Es más, seguramente sabréis que es uno de los ingredientes que se pueden utilizar para hacer pan y otros productos alimentarios en sustitución del trigo, y hacerlos así aptos para los celíacos.
También merece la pena destacar que las castañas son un alimento rico en fibra y con un bajo contenido en sodio, además proporciona vitaminas como la C y la E, entre otras, y minerales como el potasio, el hierro y el calcio. En definitiva, este fruto del que en España gozamos de una producción rica y de calidad, como la que posee la Castaña del Bierzo, es un buen alimento, aunque ha pasado de ser un sustento a ser un producto gourmet.
En nuestra reciente visita a la feria del Fórum Gastronómico Coruña (ya sabéis que Galicia es zona de castaños), quedamos un poco sorprendidos con el precio de algunos de los productos que allí se presentaron, pan, magdalenas, galletas… aunque no nos pilló de nuevos, también debemos decirlo, pues la harina es uno de los derivados de este fruto que compramos de vez en cuando. Pero hoy de lo que os queremos hablar es de otro producto que no habíamos probado y que nos ha encantado, y que lo encontramos que puede ir en la línea de los mencionados ‘superalimentos’, etiqueta que no nos obnubila, dicho sea de paso.
En la foto podéis ver los copos de castaña, un producto que se presenta como ideal para añadir al yogur o a la leche en desayunos y meriendas, así como a caldos, sopas, cremas o purés. En fin, pueden tener múltiples aplicaciones culinarias en cocina salada, en repostería y en postres.
Y no nos lo trajimos de Galicia, de hecho, no es ni un producto español, aunque lo compramos en nuestra herboristería habitual, en tienda física. Estos copos de castaña, que son de producción ecológica, proceden de Italia, aunque no dudamos que haya de producción nacional, si tenéis conocimiento de ello, nos lo comentáis.
Queríamos hablaros de los copos o chips de castaña porque nos han gustado, de momento los hemos incorporado en desayunos de queso batido con fruta, así como en yogures y en ensaladas. Pensamos que os pueden gustar, pudiendo animar a más personas a incorporar este tipo de productos en sustitución de otros menos saludables, como los cereales azucarados, pues aportan sabor, muy rico, y una textura crujiente muy delicada.
Ahora bien, hay que decir que, como los superalimentos (o quizá algo menos que algunos de ellos), su precio no es muy económico, pues el kilo de copos de castaña sale por unos 24 euros. Y vosotros, ¿los habéis probado? ¿Os parece factible laminar las castañas frescas cuando están de temporada y secarlas en el horno hasta conseguir estos chips?