La sémola de cebada es, como la sémola de otros cereales, el resultado de la molienda de la cebada con una granulometría mayor que la harina, digamos que es una harina gruesa y generalmente podemos encontrar sémola de cebada fina y sémola de cebada gruesa.
Aunque la cebada (Hordeum vulgare) ha sido uno de los primeros cereales domesticados, hoy en día la mitad de los cultivos de este cereal se destinan para la alimentación animal, y una tercera parte se utiliza como malta para la elaboración de bebidas como la cerveza, entre otras.
La sémola de cebada suele consumirse en forma de gachas, sopas, polenta de cebada (la original que después pasó a hacerse con maíz) y cuando es el grano grueso, como cuscús, que después se adereza y separa los granos con manteca rancia conocida como smen.
También se utiliza para hacer pan, de hecho los primeros panes se hacían con harina de cebada, pero como contiene muy poco gluten debe mezclarse con harina de trigo para hacer panes esponjosos. De igual modo, se elabora pasta con sémolas compuestas, de trigo y cebada.
En la gastronomía marroquí y en algunos países de América del sur, es habitual el consumo de la sémola de cebada. Es un cereal muy apreciado por sus cualidades nutritivas, además de carbohidratos, proteínas, fibra, minerales y vitaminas, destaca de este cereal su contenido en dos almidones, los pentosanos y los glucanos, que como sucede con la avena, se le otorgan propiedades para reducir el colesterol.
La sémola de cebada se puede encontrar fácilmente en tiendas de dietética, también en tiendas de alimentación marroquí y en algunos grandes supermercados. Hoy vamos a hacer unos panes planos con esta sémola que por la tarde os mostraremos. Si queréis compartir con todos los lectores algunas recetas con sémola de cebada, será un placer publicarlas. Hay unas sopas conocidas como Belboula y Dchicha que haremos más adelante. ¿Las habéis probado?