La UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) acaba de abrir una interesante web, Precios Justos, en la que pide la participación de los consumidores y productores mostrando su repulsa ante la situación de los precios abusivos de los productos alimentarios. Básicamente se solicita una unión entre productores y consumidores, los dos extremos de la cuerda que más sufrimos las consecuencias del mercado de la alimentación.
En la web Precios Justos nos proporcionan una presentación muy clara, un gráfico en el que podemos ver reflejada la evolución del IPC de la alimentación y el índice de precios que reciben los productores por los alimentos.
La diferencia es muy grande, cada vez se hace mayor la distancia entre los precios que se pagan por un producto en origen y los precios a los que se venden al consumidor final, un aspecto muy lucrativo para los intermediarios. En Francia, los márgenes de los intermediarios se encuentran sujetos a investigación porque el Gobierno francés pretende solucionar este problema, algo que el Gobierno español también indicaba que tenía en su agenda, pero el tiempo pasa y la situación sigue igual.
La UPA pide que agricultores, ganaderos y consumidores se unan contra los abusos que realizan las cadenas comerciales, perfectamente se podría pagar un poco más a quienes producen los alimentos y cobrar un poco menos a los consumidores, estabilizando el mercado de consumo. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos realizó recientemente una movilización en Madrid denunciando esta situación, repartió miles de bandejas de carne y diversos productos para que fueran degustados entre los consumidores a modo de denuncia ante las ventas que están realizando por debajo de los costes de producción.
La UPA tiene previstas varias movilizaciones con un objetivo, terminar con esta situación tan injusta y especulativa que afecta a productores y consumidores. A través de la web Precios Justos, puedes sumarte a esta iniciativa por un bien común.
Los precios de los alimentos a veces se reducen, pero los consumidores no lo hemos apreciamos, ¿lo has comprobado? además corremos el riesgo de quedarnos temporalmente sin determinados alimentos, leíste ¿Sin leche y sin carne en breve en España?. En fin, en los próximos meses podremos comprobar si la iniciativa de la UPA ha tenido éxito.
Más información | Precios Justos
Más información | UPA
En Gastronomía & Cía | Causas de la subida del precio de los alimentos a nivel mundial
3 comentarios
Con mi habitual tendencia a la polémica 😉 Siempre me ha hecho gracia la expresión «precio justo». ¿Cuál es el precio justo?, ¿el que cubre los costes?, ¿el precio artificialmente alto por regulaciones o aranceles?… en economía te enseñan que el precio justo es el que marca el mercado, donde confluyen oferta y demanda… siempre y cuando existan condiciones de competencia perfecta: información completa y transparente, sin barreras de entrada y decisiones racionales.
El problema en este caso es que se suman 2 problemas: la ineficiencia de algunas explotaciones (que no todas) que hace que sus precios no sean competitivos y el oligopolio de la distribución, que restringe el mercado en el que los agricultores pueden vender sus productos.
Es responsabilidad del Gobierno velar por la existencia de competencia y evitar las prácticas monopolísticas. Aunque cualquiera lo diría.
Y por otro lado es responsabilidad del productor aumentar su eficiencia, adaptarse a la demanda real del mercado y evolucionar su negocio. A menos que quiera que el mercado le elimine del juego.
Hace algún tiempo Antonio Mas publicó un interesante post comparando el apoyo de la administración a la agricultura y a las nuevas tecnologías:
Por favor, trátenme como a un agricultor
Pero seamos serios, la eliminación de ambas trabas (explotaciones ineficientes y oligopolio de la distribución) probablemente no traería mejores precios agricultores, si no a los consumidores. Toda la economía de mercado no es más que una enorme carrera darwinista en pos de la mejora de la eficiencia y con ello de precios más bajos.
Como siempre recomendable el episodio de Redes dedicado al tema: Por qué funciona la economía con una estupenda entrevista con William Baumol.
Evidentemente, es difícil decir cuál sería el precio justo, pero desde la postura del consumidor, podemos decir, por ejemplo, que no es lógico que los alimentos se incrementen tan abusivamente durante el último año, cuando los sueldos siguen prácticamente igual, ni que los productores sean lo menos compensados por su trabajo.
Si nos guiamos por las noticias, casi todas apuntan a las reducciones de precios que se pagan a los agricultores y ganaderos con pérdidas constatables (véase el caso del sector cunícula). ¿El tema de la ineficiencia qué quiere decir?, ¿que yo tengo que ser muy eficiente y saberme arreglar con lo que me quieran pagar los intermediarios? Muchas de las protestas parten de agricultores y ganaderos que cuentan con las mejoras tecnológicas correspondientes.
Esas mejoras fueron aplicadas buscando poderse adaptar al dinero que percibían por sus ventas y obtener así rentabilidad, de eso se han dado cuenta las grandes empresas intermediarias y no han dudado en dar otro giro de llave.
Estamos de acuerdo en el tema de la responsabilidad gubernamental, pero el hecho de que existan intereses económicos por medio, ralentiza la responsabilidad e incluso se cae algún cacho de responsabilidad (véase el tema de la leche negra).
Posiblemente las explotaciones que no cuenten con los medios adecuados acaben sucumbiendo, pero volvemos a lo mismo, cada vez que los agricultores mejoran su rentabilidad, las empresas intermediarias la reducen.
En el otro extremo de la cuerda nos encontramos nosotros, a la vista de los acontecimientos, crees que no puedes valorar si el precio que estás pagando por algunos productos no es excesivo? diríamos que sí.
En un buen sistema económico se debería conjugar todo para que todos estuviéramos contentos, algo que parece inalcanzable.
Saludos.
El precio final al consumidor depende básicamente del oligopolio o cuasioligopolio de la distribución. Hay pocas cadenas, todos compramos en las mismas y eso les permite fijar los precios.
Aun así hay competencia y de hecho los consumidores discriminan y escojen una u otra cadena por su relación calidad precio.
Las oscilaciones bruscas de precio parecen estar más relacionadas con los movimientos especulativos de cadenas e intermediarios ante las variaciones de la oferta de los productores.
Por otra parte, aunque la concentración de la distribución perjudica a los productores, este no es el único motivo para precios muy bajos. El mayor motivo sigue siendo el exceso de oferta. En realidad es un problema de cualquier industria madura, se alcanza un nivel de eficiencia productiva que tiende a hacer caer los precios.
Por otra parte, ¿cómo pueden subir los precios cuando al agricultor le pagan cada vez menos?. En realidad lo que ocurre es que estamos pagando las oscilaciones de la oferta provocadas por reajustes del sector. La naranja este año se ha pagado mejor que nunca, pero se suma que muchos agricultores han abandonado sus explotaciones y que mercados competidores han tenido una mala temporada.
¿Soluciones?… difícil de decir. Pero obviamente no subvencionar comportamientos que el mercado obviamente está rechazando.
Y la última afirmación es con la que definitivamente no puedo estar de acuerdo. Un buen sistema económico, al menos para mi, es el que garantiza la libertad de elegir, tanto para el productor como para el comprador. Todo lo demás está sujeto a medidas arbitrarias que cohartan mi libertad en pro de un presunto bien común.