Los festivales de food trucks se han extendido de forma rápida y sustanciosa en apenas un par de años, se celebran ferias dedicadas a los camiones de comida en pequeños pueblos y en grandes ciudades, parece ser que el negocio de los food trucks es beneficioso para todos, y muy atractivo para los consumidores, quizá más que atractivo, una moda de la que pocos quieren quedar descolgados.
En cualquier caso, no hay duda de que muchos foodtruckers son buenos cocineros y trabajan con productos de calidad, por lo que ofrecen a sus clientes deliciosos bocados a buen precio, ahora bien, no todo es oro lo que reluce, parece ser que el 90% de la oferta culinaria de estos eventos gastronómicos consiste en perritos calientes con sus salsas, hamburguesas, sándwiches, pizzas, alimentos rebozados y/o fritos, crepes, muffins, helados…
De acuerdo que no suelen faltar los food trucks de comida saludable, también se consideran saludables algunas elaboraciones de la cocina vegetariana, así como algunos platos de la cocina asiática por ejemplo, pero sucede como con nuestra gastronomía, en principio abanderada por la Dieta Mediterránea, con lo que tenemos fácil disfrutar de una alimentación sana y equilibrada, pero también hay platos que están cargados de grasas, azúcares, etc.
El caso es que hemos leído una noticia en la que informan que expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) están alertando sobre el peligro de esta nueva tendencia de ‘comida rápida’ y de su participación en alejar a la población de los patrones de la Dieta Mediterránea. Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz de IMEO, explica que no deberíamos dejarnos influenciar en temas gastronómicos por el país que ha creado e implantado conceptos como ‘comida rápida’ o ‘comida basura’, preparaciones culinarias de consumo rápido en las que intervienen los ‘alimentos’ considerados más adictivos.
En la noticia también interviene la nutricionista Estefanía Ramo, quien explica lo que todos sabemos, este tipo de comidas aportan demasiadas calorías y favorecen el exceso de peso si se consumen con cierta frecuencia. De hecho, una comida compuesta por una hamburguesa completa, patatas fritas, un muffin y un refresco puede alcanzar la 1.700 kilocalorías, y recordemos que la dieta de un adulto sano puede requerir entre 1.500 y 2.000 kcal. al día si es mujer, y unas 2.000 o 2.500 kcal. si es hombre.
Según los expertos, para quemar las calorías de la comida antes citada, puede ser necesario caminar durante 8 horas y 20 minutos, o jugar a fútbol durante tres horas y media. Y no sólo hay que tener en cuenta el excesivo contenido en calorías, también afecta a la salud el aporte en grasas saturadas, pues incrementa los niveles de colesterol, y el excesivo contenido en sal que afecta de forma negativa a la hipertensión arterial, a la retención de líquidos y a problemas derivados.
Algo que quizá no se tiene tanto en cuenta y que también hay que valorar es que este tipo de productos son muy palatables, es decir, son muy agradables y apetecibles al paladar, por lo que además de abrir el apetito, se considera que crean adicción y que alteran la percepción del sabor de otros alimentos.
Lo que no nos parece muy lógico es la comparativa del ‘tupper contra fast food’ que realizan los expertos del IMEO, dicen que han comparado una fiambrera preparada en casa con ensalada de pasta con verduras y un plato precocinado de macarrones a la boloñesa obtenido en un establecimiento de comida rápida. Para empezar, la ensalada de pasta con verduras también se puede comprar preparada hasta en un supermercado, por lo que también podrían llamarla comida rápida, y el plato de macarrones a la boloñesa podría considerarse uno de los platos caseros más consumidos en los hogares españoles, por eso no entendemos la comparativa del tupper casero vs. fast food, es como comparar una pechuga de pollo a la plancha con una pechuga de pollo rebozada y frita, ambas elaboraciones se hacen en casa, pero sus valores nutricionales son muy distintos.
En fin, no está de más tomar nota de ciertos detalles de la noticia, que el ‘boom’ de los food trucks no eche por la borda los esfuerzos por reconducir a la sociedad a una alimentación saludable, recordemos que comer sano es lo normal, pero esto no impide que ocasionalmente disfrutemos de algo de comida rápida, sea en un festival de food trucks o en casa, donde se pueden elaborar las mejores hamburguesas completas.
Foto 1 | Tony Harrison
Foto 2 | Tammy Gordon
2 comentarios
Estoy de acuerdo con esta noticia, sin darnos cuenta nos han invadido los americanismos gastronómicos pervirtiendo nuestra tan valorada dieta mediterranea, y no lo digo yo, lo dicen las tasas de sobrepeso y obesidad que tenemos los españoles actualmente, y que cada vez más se acercan a las de los EEUU.
En cuanto al comparativo entre tupper y comida rápida creo que la gente del IMEO intenta señalar que de forma ocasional acudir a este tipo de comida no tiene ningún problema, sino que el problema radica en la costumbre diaria «tan americana» de alimentarnos en el almuerzo a base de estta comida basuta, insistiendo que optemos por el tupper.
Gracias por la info amigos de Gastronomía y Compañía, y tambien a la gente de IMEO que pone sobre la palestra algo que está sucediendo y que tenemos que regular y limitar de alguna manera.
Muy interesante la información aportada por IMEO y por Gastronomía & cia.
Como amante de la gastronomía y la nutrición comparto la idea de que la comida ofrecida en estos «food trucks» se vende como «gourmet» pero la mayoría de las veces se parece más a la comida rápida que a nuestra dieta mediterránea. Muchas veces se ofrecen raciones pequeñas, que parecen muy elaboradas y sanas pero al final se trata de mini hamburguesas, pulguitas, postres etc. que presentan una elevada carga calórica.
Por supuesto que en días puntuales podemos consumir este tipo de alimentos, igual que vamos a una hamburguesría o a una pizzería, o comemos un bocadillo. Sin embargo, creo que la comparativa con el tupper nos quiere remarcar que el peligro está en que estos «food trucks» se instauren en zonas de oficinas o por el centro de las ciudades y la población tire de este tipo de propuestas económicas para comer en su día a día. El tupper nos permite muchas más opciones, y más saludables. Por ejemplo, aunque se puedan comprar ensaladas preparadas, no van a llevar los ingredientes que nosotros elegiriamos, muchas veces llevan bacón, o salsas muy calóricas que normalmente no añadimos si preparamos la ensalada en casa. Pero claro, el tupper hay que prepararlo y muchas veces buscamos la comodidad por encima de preocuparnos de llevar una dieta equilibrada.
En cualquier caso, enhorabuna por ambas noticias.