De marzo a julio aproximadamente, en tierras de climas cálidos se recolecta el tomate pera, fruto híbrido de la tomatera que recibe este nombre debido a su característica forma alargada y oblonga. De las diferentes variedades que se cultivan de tomates pera, quizá el más valorado es el conocido como Roma, al que le sigue el Rio Grande, cuyo cultivo está más destinado a la productividad. Pero hay muchas otras variedades, muy similares en aspecto, otras no tanto, incluso hay tomates cherry pera y menos común, al menos en nuestra zona, es el tomate pera amarillo.
El tomate pera es el preferido para la elaboración de los tomates en conserva, no sólo por parte de la industria, también en los hogares que se realizan conservas, se aprovechan estos meses en los que los tomates pera están en su mejor momento para hacer conservas de las piezas enteras, en mitades, triturado o frito, para disfrutar de ellos todo el año.
Pero también es uno de los tomates de verano más apreciados para la elaboración del refrescante y nutritivo gazpacho, salmorejo y otras sopas frías. El tomate pera es un tomate carnoso, dulce, sabroso y con una piel muy fina. Dichas cualidades también convierten a esta fruta conocida como hortaliza, en el tomate ideal para hacer tomate frito, para comer en ensalada y para untar en el pan tan generosamente como los tomates de colgar.
Realmente un tomate pera de calidad es apto para casi cualquier elaboración. Probadlos abiertos por la mitad, bien aderezados y horneados, después gratinados con un poco de queso, es un exquisito y nutritivo bocado para servir de guarnición o como entrante, otra idea puede ser la Polenta frita con tomates al horno y gorgonzola. Seguro que no somos los únicos que en alguna ocasión nos hemos comido un buen tomate a bocados, como cualquier otra fruta, ¿es así?