Consumer Physics es una empresa israelí que ha desarrollado SCIO, el primer sensor molecular óptico que cabe en la palma de la mano y que es capaz de leer la composición química de los materiales, ofreciendo información sobre composición, valores nutricionales, etc. Además de los alimentos, es capaz de analizar aceites, plásticos, combustibles, plantas o medicamentos, de los análisis que realiza se puede obtener información como el estado de frescura y calidad de frutas y verduras, autentificar la composición de suplementos alimenticios u otros medicamentos, obtener información nutricional de salsas y aderezos, carnes y mucho más.
El sensor molecular de bolsillo SCIO se presentó en la plataforma de financiación popular Kickstarter y logró superar con creces el dinero que se solicitaba para financiar el proyecto, de los 200.000 dólares solicitados se llegaron a recaudar nada menos que más de 2.700.000 dólares, lo que muestra el interés por el sensor. Éste estará disponible para su compra a partir del próximo mes de julio, pero sus desarrolladores prometen que seguirán trabajando para desarrollar nuevas aplicaciones e integrarlas en la App que trabaja con el sensor.
SCIO realiza los análisis mediante una espectroscopia infrarroja cercana, ideal para el análisis cuantitativo de compuestos que contengan agrupaciones funcionales con hidrógenos unidos a carbonos, nitrógenos y oxígenos, podéis conocer más detalles sobre este tipo de análisis aquí. El análisis se realiza en base a que cada tipo de molécula vibra de una forma única y estas vibraciones interactúan con la luz para crear una firma óptica única. SCIO cuenta con una fuente lumínica que da luz a la muestra a analizar, un sensor óptico (espectrómetro) recoge la luz reflejada en la muestra y la descompone en el espectro que incluye toda la información necesaria para poder ofrecer un resultado preciso, fruto de la interacción entre la luz y las moléculas de la muestra analizada.
Los espectrómetros utilizados para la espectroscopia de IR cercano suelen ser utilizados en laboratorios científicos, son bastante más grandes que SCIO y son mucho más caros. Consumer Physics ha logrado diseñar un sensor molecular para uso doméstico y de bajo coste. Una vez que el sensor realiza el análisis, los datos son enviados al smartphone, que a su vez los envía a un servicio o base de datos en la nube para su revisión. Los algoritmos utilizan la base de datos que se actualiza constantemente para analizar el espectro recibido y en menos de un segundo envían la información al teléfono para que los usuarios tengan la información sobre el análisis que acaban de realizar.
En el siguiente vídeo podéis ver cómo funciona, basta con pulsar un botón para obtener en pocos segundos los datos. En este caso podemos ver que se realiza un análisis de una manzana de una frutería y en pocos segundos se recibe la información sobre las calorías y el contenido en azúcares. Estos datos además pueden ser compartidos a través de las redes sociales o por correo electrónico con familiares y amigos. Con este sensor podremos saber si una sandía está en su estado óptimo de maduración y si está dulce, se asegura que es capaz de ofrecer información sobre prácticamente todos los materiales en los que se aplica el análisis. En el vídeo también nos explican cómo funciona y cómo realiza los análisis.
La empresa desarrolladora asegura que sus aplicaciones son prácticamente infinitas y que el sistema irá evolucionando continuamente, mejorando los resultados ofrecidos. Se asegura que en un futuro a corto plazo SCIO podrá realizar mediciones sobre las propiedades de cosméticos, la composición de las prendas de ropa, el suelo, las joyas, etc. Hay que decir que la empresa explica claramente que este sensor no es un dispositivo médico, por lo que en ningún caso debe utilizarse para tratar o prevenir afecciones como por ejemplo las alergias.
Cada vez que un usuario utiliza el sensor contribuye en la construcción de la base de datos, algo que beneficia a toda la comunidad de usuarios que utilizarán SCIO. Con su compra se garantiza que durante dos años se obtendrán las futuras aplicaciones de forma gratuita, su coste es de 249 dólares (unos 230 euros). También se ofrece un pack más completo por 449 dólares (unos 415 euros) que incluye el SCIO Mobile Lab, una aplicación móvil para desarrolladores, un apoyo y seguimiento personalizado desde la empresa, los dos años de actualizaciones gratuitas, etc.
Podéis conocer todos los detalles de SCIO, el sensor molecular doméstico para conocer la composición química de los alimentos y de otros materiales, a través de la página oficial de la empresa.