Con la finalidad de conocer los hábitos alimentarios en la merienda de los niños en edad escolar, con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años, especialistas del servicio de pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid) realizaron un estudio titulado ‘Hábitos de merienda en escolares de nuestro medio’. Es un estudio muy escueto, pero puede dar una idea sobre lo que los niños meriendan, la importancia que los padres dan a esta comida que debe representar el 15-20% de las calorías diarias, y entre otras cosas, que se den a conocer los resultados para dar un toque de atención a padres e hijos sobre la necesidad de merendar y hacerlo de forma saludable y equilibrada.
Hay que tener muy presente que los padres son los principales educadores y quienes instauran los hábitos en los niños, y los hábitos adquiridos a una edad temprana son más estables que los que se pretenden adquirir a una edad adulta, además, el efecto de una alimentación sana y equilibrada en la infancia se ve reflejado en la salud en el futuro. Dar este toque de atención a los padres sobre la importancia de la merienda de sus hijos nos parece lo más importante por lo que compartir este estudio, así que veamos algunos detalles.
El trabajo está basado en algo más de 200 encuestas, 107 realizadas a niños y 104 a niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años, todos ellos de un mismo colegio de la Comunidad de Madrid. La encuesta fue realizada en febrero de 2013 y hacía hincapié en las meriendas de los últimos tres días, que habían merendado, qué lácteos habían tomado, con qué bebida acompañaban la merienda, cuál era la merienda preferida…
Según las respuestas de los niños, el 76% merienda todos los días y un 91% asegura hacerlo cinco días a la semana, lo que debe corresponder a los días de colegio. Hay que destacar que hay un pequeño porcentaje mayor de niñas que de niños que meriendan a diario. Hay que destacar que la edad tiene mucho que ver en si se merienda o no, es decir, cuanto más pequeños son, más niños meriendan: El 96% de los niños de seis años, el 95% de los niños de siete años, el 86% de los niños de ocho años, el 88% de los niños de nueve años, el 79% de los niños de diez años, el 28% de los niños de once años y el 20% de los niños de 12 años.
Podemos contemplar que hay una reducción drástica de niños que meriendan a medida que crecen, en muchos casos podemos imaginar que los niños se niegan y los padres lo aceptan, las razones pueden ser varias, porque dicen no tener hambre, porque están haciendo otra cosa que les apetece más que parar a merendar… si tenéis hijos, seguro que podéis haceros una idea.
Tan o más importante que merendar es qué se merienda, pues en muchos casos es muy fácil recurrir a snacks, bollería industrial, etc. Pues bien, según este estudio, el 69% de los niños merendaron (en los últimos tres días) sándwich o tostadas, el 60% un bocadillo (incluyendo bocadillos de chocolate), un 49’5% fruta y un 38’5% bollería industrial o snacks. Parece ser que son más los niños que recurren a la bollería que las niñas, éstas toman más fruta. Y sucede lo mismo con respecto a la edad que lo referido anteriormente, la merienda más sana (fruta en lugar de bollería) se da en mayor proporción en los niños más pequeños.
Ser padre y educar no tiene fecha límite, hay que hacerlo desde que nacen y no claudicar en ningún momento, aunque a veces resulte complicado. Es fácil entender que los niños con 10-12 años empiecen a sentir la necesidad de tomar decisiones sobre su alimentación, pero no siempre aciertan por lo que hay que buscar el camino para que su decisión sea mantener una dieta sana y equilibrada, entre otros hábitos que les ayudarán a ser adultos saludables.
A través de este enlace (Pdf) podéis acceder a todos los datos el estudio. Más que las cifras, es interesante leer otras indicaciones, por ejemplo, que el hecho de suprimir la merienda, además de provocar un mayor riesgo de padecer obesidad, puede conducir a un aporte calórico deficitario durante la tarde y en consecuencia, un menor rendimiento a la hora de hacer los deberes o tareas escolares y un menor rendimiento deportivo o de las actividades extraescolares que realice.
También conviene tomar nota sobre el tipo de merienda, mucho más interesante comer un bocadillo de buen pan que un sándwich elaborado con pan de molde (hablan del comercial) que ha sido procesado y contiene más elementos que agua, harina, levadura y sal. Es preferible elegir pan integral que blanco, si se acostumbran desde pequeños les gustará su sabor, y relleno de los bocadillos debe ser bajo en grasa, jamón cocido, jamón serrano, queso fresco…
Esperamos que encontréis información de interés para establecer o continuar con los hábitos de merienda saludable con los pequeños de casa. Contadnos, ¿qué les gusta merendar a vuestros hijos?
Foto | Lunatic Asylum