El mes pasado nos hacíamos eco del descubrimiento realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de La Laguna, a través de un yacimiento arqueológico pudieron determinar que los neandertales consumían vegetales y por tanto, su dieta era dieta omnívora. Hoy conocemos el resultado de otra investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Barcelona (España) y la Universidad de York (Canadá), en la que se concluye que los humanos prehistóricos consumían plantas antes de que se desarrollara la agricultura.
En la excavación de Al Khiday, yacimiento prehistórico del Nilo Blanco que forma parte de cinco excavaciones situadas a 25 kilómetros de Omdurman (Sudán) se han recogido restos fosilizados de piezas dentales con cálculos resultantes de las placas calcificadas.
Se procedió a la extracción de los compuestos químicos y los microfósiles de los cálculos y tras el análisis se logró obtener nueva información sobre la dieta de nuestros ancestros. De los resultados se desprende que la castañuela, cebollín o juncia real, planta perenne que se considera una mala hierba y una de las peores plagas para los cultivos tropicales y subtropicales, era parte importante en la alimentación prehistórica. Además se ha llegado a la conclusión de que los humanos prehistóricos de la región del yacimiento arqueológico podrían tener conocimientos sobre propiedades nutricionales y medicinales de otras plantas.
Los expertos explican que el consumo de estas plantas se mantuvo durante al menos 7.000 años, iniciándose antes de que se desarrollara la agricultura y manteniéndose posteriormente cuando se inició el cultivo de plantas. Los humanos de aquel entonces consumieron los tubérculos de la juncia real, siendo fuente de carbohidratos y propiedades medicinales, de hecho, esta planta se utiliza en la actualidad en casos de hambruna y también para problemas de salud como los trastornos digestivos, fiebre u otras dolencias. Como curiosidad, os recomendamos retomar la lectura del post El gusto amargo en el hombre de Neandertal.
Los compuestos obtenidos de las muestras de cálculos dentales demuestran que la planta era de gran valor para los habitantes de la región, esta planta ha perdurado a lo largo de la historia, ha sido utilizada por los antiguos egipcios como planta medicinal y su uso se ha mantenido por muchas tribus a lo largo de la historia y hasta la actualidad. Aunque hemos estado hablando de la juncia real, hay que destacar que también se ha descubierto que se ingerían otro tipo de plantas y además se han encontrado trazas de humo, es decir, una evidencia de que habían cocinado. Las plantas también se utilizaban mediante el proceso de masticación para preparar materia prima con la que fabricar utensilios. Para los investigadores es evidente que la población prehistórica de aquella época tenía conocimientos detallados de las plantas de su entorno mucho antes de que se iniciara la agricultura.
Por tanto, se trata de otra investigación más que ratifica la alimentación omnívora de los seres humanos de aquella época. Ahora los investigadores trabajan en el estudio de los compuestos químicos y los microfósiles encontrados en los cálculos dentales, algo que ayudará a equilibrar la visión que se ha tenido hasta la fecha sobre la alimentación antes de que naciera la agricultura. Además se podrá ver con más detalle el conocimiento que tenían de las plantas y los usos que se les daban.
Resulta interesante saber que la incidencia de caries era muy baja, al parecer los tubérculos de juncia real tienen la capacidad de inhibir el Streptococcus mutans, bacteria que habitualmente se encuentra en la cavidad bucal formando parte de la placa bacteriana y asociada al desarrollo de la caries dental. De la investigación que hemos conocido a través de Science Daily, podéis conocer todos los detalles a través de este artículo (Pdf) de la publicación digital PLos One.
Foto | Starr Environmental
1 comentarios
¡Pues vaya lumbreras! Si descendemos del mono, que come plantas y frutas, es de cajón que los primeros humanos también las debieron comer. Para esa conclusión no hace falta investigar mucho, ¿eh? ¡Se harán quedado calvos de tanto pensar!