Acabamos de conocer el trabajo de un consorcio de investigación internacional (proyecto Pharma-Planta) en el que afirman que se ha desarrollado un nuevo maíz transgénico para luchar contra el sida. Según dicen, el nuevo producto podrá prevenir el contagio sexual del sida gracias a la modificación genética que se ha realizado en el maíz y en la que se han incluido anticuerpos contra el virus de esta enfermedad.
Una de las aplicaciones que destacan los investigadores, es la posibilidad de cultivar el maíz transgénico en aquellos países en vías de desarrollo en los que no existen recursos suficientes para acceder a la medicación, el maíz en cuestión sería mucho más económico y más viable para tratar a la población contra el sida.
Los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) son una alternativa cada vez más utilizada en el campo de la ciencia, para nosotros existen varias diferencias entre el maíz que pueda desarrollar la compañía biotecnológica Monsanto y un consorcio internacional de investigación. En primer lugar, el consorcio no busca el beneficio económico de igual modo, sino la mejora de la salud humana, las investigaciones son supervisadas por distintos investigadores y se estudian exhaustivamente los posibles efectos negativos o secundarios que puedan darse.
En el caso de una compañía biotecnológica, la investigación es privada y pueden ocultarse pruebas o evidencias en las que se ponga de manifiesto un posible riesgo para la salud humana a corto o largo plazo. Podemos recordar por ejemplo el post alimentos modificados genéticamente, ¿una solución efectiva?, en el mostrábamos algunos ejemplos de estas prácticas.
La modificación genética permitió hace poco poder desarrollar zanahorias que mejoraban la absorción de calcio en nuestro organismo, esta investigación pretendía eliminar los suplementos de calcio y cubrir las necesidades diarias de nuestro organismo simplemente comiendo zanahorias. Este tipo de trabajos transgénicos, pueden merecer atención y mención, ya que persiguen mejorar la calidad de vida.
Volviendo al tema del nuevo maíz, hasta 39 equipos europeos y sudafricanos han intervenido en su desarrollo y todos ellos han estado liderados en nuestro país por un investigador estadounidense que ejerce en la Universidad de Lleida (Catalunya). Los resultados iniciales muestran que el maíz ofrece una gran efectividad para neutralizar al virus y por tanto, los riesgos de contagio vía sexual.
Esperamos que no se empiece a barajar la posibilidad de negocio con el nuevo maíz transgénico y no sea utilizado por una empresa para lucrarse, aunque creemos que los investigadores no lo permitirían. Los datos de la investigación han sido publicados en la prestigiosa revista científica electrónica Proceedings of the National Academy of Sciences.
2 comentarios
Si lo ha desarrollado una empresa… pues va a ser para lucrarse. Ese es el objetivo de una empresa y si me apuras de todo el mundo (¿incluido este blog?). 😉
Pero por otra parte… planteas un bonito dilema. ¿Distribuimos un maíz por toda África que podría paliar la epidemia de sida que les azota?… ¿o protegemos la biodiversidad, transgénicos no, caiga quien caiga?.
Muy interesante el dilema 😉 Yo tengo clara mi postura.
Uff, Álvaro, realmente es un dilema y entra en conflicto con la contaminación.
Puntualizamos, una empresa está para obtener beneficios, eso es evidente. El problema se genera cuando dichos beneficios se obtienen a costa de la salud y con los más desfavorecidos, es una conducta inmoral en nuestra opinión.
Por otro lado, se pueden realizar cultivos siempre que se garantice la imposibilidad de que se produzca una contaminación genética, para ello también se debería desarrollar un estudio apropiado.
Saludos