Hace unas semanas hablábamos de LeftoverSwap, una aplicación para los teléfonos de última generación lanzada en Estados Unidos, que permitía a los usuarios que la utilizaban compartir las sobras de comida. Sus creadores aseguraban que gracias a ella se podría reducir el desperdicio de alimentos, construir relaciones dentro de una comunidad y fomentar la solidaridad. La idea se podía considerar original pero teníamos nuestras reticencias, ¿comeríais los restos de un plato de un desconocido?
Hoy conocemos una aplicación para los teléfonos móviles que va en una línea similar, la diferencia es que en vez de compartir altruistamente, se pueden comprar sobras de comida. Si una persona ha preparado en su cocina más comida de la necesaria y está dispuesta a compartirla a un módico precio, Cookisto se presenta como una solución. Curiosamente esta App se ha lanzado en Grecia, país que como sabemos está atravesando una profunda crisis económica y por lo tanto quizá pueda tener éxito.
El funcionamiento de Cookisto es sencillo, un usuario prepara la comida en su casa, con la aplicación va subiendo detalles de la elaboración y fotografías, se podría decir que es un modo de demostrar que se trata de comida casera preparada con mimo. El resto de usuarios de la comunidad ve a través del teléfono lo que están preparando los cocineros domésticos que pretenden vender las sobras de comida, quizá preparan de más con el fin de poder comercializarla. Trabajadores, estudiantes y cualquier persona se conecta y puede elegir entre los platos que se están preparando cerca de su ubicación, van a pagar menos que en un restaurante, los precios se establecen entre 3 y 4 euros.
Algunas amas de casa declaran que no saben calcular cantidades correctas para su familia y siempre terminan preparando más comida de la cuenta, en consecuencia, el riesgo de desperdicio se incrementa. Esto es difícil de creer, sobre todo sabiendo que en Grecia las necesidades obligan a ahorrar al máximo, recordemos por ejemplo que en el país se puso en marcha una medida que permitía la venta de alimentos caducados. De ahí que se pueda deducir que se prepara más comida de la cuenta para poder vender las sobras, con lo recaudado es posible que se pueda pagar la comida que está preparando para la familia, sobre todo sabiendo que un plato tiene un precio de entre 3 y 4 euros. De hecho, los desarrolladores indican que ese es el objetivo, por un lado los cocineros ganan algo de dinero y se reducen el desperdicio alimentario, por otro, los comensales pueden disfrutar de una comida casera para llevar preparada con mimo, a un precio más asequible. Lo cierto es que no vemos que sea tan asequible, sí más que en un restaurante, pero hay muchos servicios de catering que barajan esos precios.
Cookisto se presenta como una comunidad online en la que participan cocineros aficionados y personas que buscan comida casera bien preparada y económica. Las comidas son calificadas y comentadas por los usuarios, por lo que quienes preparan buenas comidas tienen más posibilidades de vender sus sobras. Además, algunos cocineros que quieren crearse una clientela, ofrecen el postre casero gratuito al comprar sobras de comida con Cookisto, es fácil deducir que existe cierta competencia y quienes quieran comprar, buscarán este tipo de ofertas para que les resulte más económica la comida.
Durante los últimos meses hasta 12.000 cocineros atenienses aficionados se han registrado en Cookisto, lo que prueba el éxito de la aplicación. Según leemos aquí, ahora sus desarrolladores tienen la intención de ponerla en marcha en Londres, y quién sabe, quizá el próximo destino sea España.
Se ofrece como una alternativa a la comida que ofrecen las cadenas de fast food, comida cocinada de calidad a precios muy asequibles. Parece ser que la media de ingresos extra para quien cocina es de unos 200 euros al mes, dinero que destina a la cesta de la compra. La economía de compartir o consumo colaborativo está viviendo un momento dulce, la crisis económica favorece el auge de este tipo de aplicaciones. Cookisto quizá tiene más puntos a favor que la aplicación LeftoverSwap en ciertos aspectos, el hecho de poder ver cómo se prepara la comida y conocer algunos detalles sobre su elaboración da algo más de confianza. Pero a las personas que realmente están pasando un pésimo momento económico, les compensa más la gratuidad.
Cookisto ha saltado fuera de la red, los usuarios griegos se reúnen y organizan tertulias, crean comunidad y nuevas amistades, mejora la confianza y se sienten mejor, con más ánimo para afrontar la crisis. Conocer a quien prepara la comida, facilita que los comensales repitan, algunas personas incluso piensan montar un negocio dado el éxito que obtienen. Podéis conocer todos los detalles de la App Cookisto a través de la página oficial de la aplicación.
5 comentarios
En mi humilde opinión, da la impresión de que es una cosa pero es otra:
– Si te sobra comida, la comes por la noche. Ha sido así siempre.
– Si cocinas de más para vender, posiblemente estés fuera de la ley.
– Que la cocina esté hecha con mimo no quiere decir que esté bien hecha y mucho menos que cumpla los requisitos mínimos de seguridad alimentaria.
Permitir este tipo de cosas me parece un paso atrás en la salud pública, que en Grecia (como aquí) está bastante dañada.
Me parece una manera de fomentar a los CookListos para que compitan con las casas de comida para llevar (porque no es otra cosa que eso) que siguen la legalidad y están llevadas (presumiblemente) por profesionales del sector.
Pero lo que más me preocupa son las condiciones del producto que se vende. No lo veo muy claro.
Quien iba a decir que estaría yo defendiendo empresarios… me estoy aburguesando.
Cocinaor, no creemos que estés defendiendo a los empresarios, en realidad los puntos de detallas tienen mucho sentido.
Saludos
Estoy de acuerdo. La salubridad y la seguridad e higiene son lo primero. No usaría esa app si estuviera disponible en España. Estoy de acuerdo con Cocinaor. Totalmente. ¡Y tampoco soy empresaria!
Completamente de acuerdo con Cocinaor. Esta idea me parece tercermundista (con todo mi respeto por los países en desarrollo) y sin control sanitario ni fiscal. Otra cosa sería llamar a la puerta de un vecino, que sabes que lo está pasando mal, e invitarle a cenar porque has hecho comida de más…
Estamos de acuerdo, pero resulta curioso saber que la aplicación en cuestión ha triunfado en Grecia y ahora se prevé una buena aceptación en el Reino Unido.