Volvemos a tocar el tema del desperdicio de los alimentos, el problema no se ha solventado, sobra decirlo. De forma individual podemos llevar a cabo ciertos cambios en nuestros hábitos para reducir los desperdicios alimentarios, pero fuera del hogar las cifras siguen siendo escandalosas, aunque también se han realizado algunos cambios, no son suficientes. Se han realizado varias campañas y guías para concienciar a la población y para proporcionar recomendaciones sobre los métodos por los que se podría reducir el derroche alimentario, pongamos como ejemplos Abra los ojos ante los desperdicios, Guía para reducir el derroche alimentario y Aprovechemos los alimentos. Decálogo para reducir el desperdicio alimentario.
Hoy queremos compartir con vosotros otra guía realizada por la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), con la colaboración de la Universidad Autónoma de Barcelona, la Fundación Banco de Alimentos y Nutrición sin Fronteras, y que está dirigida al sector de la restauración y el comercio minorista, es la Guía de prácticas correctas de higiene para el aprovechamiento seguro de la comida en los sectores de la restauración y comercio minorista.
Esta guía pretende ser una herramienta que solvente las dudas o los errores que se cometen en relación al aprovechamiento de la comida y la seguridad alimentaria, el objetivo es que los excedentes alimentarios consumibles de los comercios minoristas y de los establecimientos hosteleros (los que no pueden comercializar y se van a donar) se manipulen correctamente para que lleguen a los beneficiarios en buenas condiciones de seguridad.
La Guía para el aprovechamiento seguro de la comida empieza con una introducción sobre qué es el desperdicio alimentario: La comida que se pierde o se desecha a lo largo de toda la cadena alimentaria destinada al consumo humano. Nos da cifras sobre el estado de la población catalana en relación a la pobreza, afecta a un 22% de la población, y la donación de alimentos es una de las acciones que la puede paliar.
También nos habla del desperdicio anual de alimentos en Catalunya, en toda la cadena alimentaria, aunque sólo de los hogares y de los establecimientos de hostelería y alimentación, rondan las 260.000 toneladas (recordemos que a nivel mundial y general, 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura, cifra que se proporcionó hace un par de años y que recientemente la FAO repite, ¿de qué sirve denunciarlo si no se ponen soluciones?).
A continuación muestra un análisis sobre los beneficios de la donación de alimentos sobrantes, tanto para el donador como para la comunidad, son beneficios que afectan a nivel económico, social y ambiental. La cuestión es que para poder donar hay que seguir unas normas legales sobre seguridad e higiene alimentarias, y esta explica los requisitos higiénicos, de trazabilidad y de la información que las empresas que donan deben proporcionar al consumidor final para una manipulación y consumo de los alimentos seguro.
Este documento puede resultar práctico para todas las empresas dedicadas a la hostelería o al comercio minorista independientemente de la comunidad en la que esté establecida, como sabemos, el derroche alimentario y la pobreza se da en todo el país. Es mucho mejor donar que tirar, indiscutiblemente, así que es necesario conocer cómo hacerlo para garantizar la seguridad de los alimentos donados.
Podéis descargar la guía de forma gratuita a través de este enlace (Pdf), una lectura que también recomendamos a los consumidores finales.