El analista ambiental Lester Brown advierte que la capacidad para producir alimentos está estancada, argumenta que los países quizá no puedan ser capaces de aumentar la producción debido a que muchos cultivos básicos están en sus límites fisiológicos de crecimiento. El analista explica que el rendimiento de grano por hectárea no puede seguir incrementándose de forma indefinida, existe un tope, como prueba de ello explica que en los tres principales países productores de trigo del Oeste de Europa, Reino Unido, Alemania y Francia, el rendimiento se ha incrementado muy poco durante los últimos 10 años.
Lester Brown nos habla de la producción de Japón, durante los últimos 17 años el rendimiento de arroz no ha aumentado y lo mismo ocurre en Corea del Sur, la producción se ha estancado en 5 toneladas por hectárea. China ha ido aumentando su producción durante los últimos años pero empieza a acercarse a ese tope. El analista nos explica que tras décadas de continuo incremento en la producción de alimentos, los gobiernos no han entendido la complejidad del problema que se cierne sobre ellos, va a ser mucho más difícil de lo que creemos poder aumentar la producción de alimentos y satisfacer la demanda en el año 2050. Recordemos que el objetivo mínimo era incrementar en un 70% la producción para poder alimentar a los 9.000 millones de personas que habitarán el planeta.
Desde la década de los 50 la producción de cereales en todo el mundo se ha triplicado, han sido años de bonanza en los que el rendimiento crecía cada año un 2’2%, pero el experto asegura que eso es parte del pasado, desde 1990 el rendimiento se ha desacelerado y actualmente el incremento se cifra en un 1’3%. El analista explica que el aumento del rendimiento fue clave para poder satisfacer las necesidades alimentarias de una creciente población mundial, pero ahora la estabilización de los cultivos es una realidad, y no es un grave problema para Europa, cuyo crecimiento demográfico no es comparable al de la India o China, países que año tras año incrementan su población y empiezan a alcanzar el tope de producción por hectárea.
Varios investigadores están de acuerdo con el considerado uno de los grandes pioneros ambientalistas. Lester Brown ha escrito más de 50 libros sobre temas ambientales globales, el último titulado Full Planet, Empty Plates: The New Geopolitics of Food Scarcity, se publicó el año pasado y precisamente trataba la escasez de alimentos y de los efectos geopolíticos del incremento del precio del grano. Hablando del Reino Unido, Stuart Knight, director del Instituto Nacional de Botánica Agrícola, manifiesta la preocupación por el estancamiento del rendimiento de las cosechas, por ello, en colaboración con otros países investigan por qué no se mejora la productividad. A diferencia de lo que cree el analista, Stuart Knight considera que los límites fisiológicos existen pero todavía falta bastante para llegar a ellos, considera que existen varias causas en este problema, argumenta que se debería actualizar la reserva genética.
Al respecto, nos gustaría recordar un post que viene como anillo al dedo, Dependemos de unos pocos alimentos, es un tema del que no habla ninguno de los dos expertos . A pesar de la gran variedad alimentaria con la que contamos en el planeta, sólo algo más de 100 especies son las que mayoritariamente se cultivan, entre el arroz, el trigo y el maíz se alcanza más del 60% de la producción mundial. Quizá es el momento de replantearse la introducción de otros alimentos desterrados hasta la fecha por no ser atractivos para la industria agroalimentaria. Otro tema que retomamos también es la Agricultura de precisión, un estudio determinaba que con este concepto agronómico se podría mejorar la seguridad alimentaria.
Volviendo al tema, los expertos nos explican que el rendimiento depende de varios factores, agua, fertilizantes, luz solar, calidad de las semillas… Lester Brown explica que se ha mejorado tanto cada cultivo a nivel genético, que quedan pocas opciones para hacerlos producir más, asegura que los gobiernos no han entendido que se está presionando sobre los límites naturales del rendimiento del grano, no queda otro remedio que rediseñar las plantas. Pero es que además existen otras limitaciones, como por ejemplo la disponibilidad del agua, la erosión del suelo, el cambio climático… son muchos los problemas a los que hay que enfrentarse, es una situación que hasta ahora no se había vivido. El experto explica que muchos gobiernos han depositado sus esperanzas en la modificación genética, desarrollar plantas más eficientes a nivel ambiental, capaces de soportar sequías extremas, tener una fotosíntesis más eficiente, ser más resistentes a las enfermedades o plagas y producir más, sin embargo, el progreso ha sido lento y augura que los avances en estos campos tardarán varios años.
Según leemos en The Guardian, hablando del arroz, se han invertido varios millones de dólares para desarrollar una variedad más eficiente, los expertos tienen la esperanza de alcanzar el objetivo marcado, de lograrlo supondría un aumento del 50% del rendimiento y podría cambiar la situación de la producción mundial de arroz. Volviendo a Europa, la capacidad productiva de alimentos está limitada y cada vez se importan más de terceros países, éstos a su vez empiezan a acusar la demanda que crece año tras año, ¿hasta cuándo podrán mantener el crecimiento de la productividad?. La verdad es que el tema es realmente complejo y preocupante, los años pasan y no se adoptan políticas que puedan mejorar la situación, hay quien asegura que con una agricultura ecológica se podría conseguir un cambio beneficioso, algo que ponían en duda investigadores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y la Universidad de McGill (Canadá), de ello hablábamos en el post ¿Puede la agricultura ecológica alimentar al mundo?
Como decíamos, es un tema complejo, por lo que seguiremos tratándolo próximamente.
Foto | Jayneandd
4 comentarios
Siempre me he preguntado, por qué, en lugar de aumentar la producción, haciendo mil malabares con rendimientos y genéticas, no se opta por tratar de reducir la demanda.
Por qué no diseñar políticas de control de la natalidad, con miras a mantener la población actual (e incluso reducirla). Es realmente necesario llegar a 9000 millones de personas? No sé, creo que sería mejor tener mucha menos población, cómodamente instalados y apropiadamente alimentados, que miles de millones hacinados muriéndose de hambre.
La naturaleza es sabia: si hay poco alimento en una nicho determinado, la población se reduce para estar acorde a los recursos disponibles.
Si, en el caso de China ya existe un control de natalidad (la política del hijo único), pero de todos modos el número de habitantes crece. No es que sea necesario llegar a los 9.000, es que al ritmo actual se llegará, por lo que la situación se complicará mucho más. El ambientalista habla del grano, pero también habría que tratar el tema de la carne y la producción animal, te recomendamos ver el siguiente documental:
https://www.gastronomiaycia.com/2013/07/08/amame-encarnecidamente-documental/
La naturaleza es sabia, pero ¿actualmente estamos englobados en ella? 🙂
Buenas
Particularmente creo que mas que un control de natalidad o algo asi, deberiamos de controlar como desperdiciamos alimentos; como profesional de hosteleria, me duele ver los «buffets» no hay nada peor que eso, seguro que muchos diran: «pues a mi me encnata ir al WOK y ponerme hasta arriba de gambas!!»» jajajaja, por dios, ademas de cargarnos ecosistemas, especies y etc. la mitad acaba en el cubo de la basura ( a poco profesional que sea el restaurador y tire lo que este malo….) y la otra mitad acaba vomitado …. ( perdon por las palabras usadas pero creo que se corresponden con la verdad)
sin mas y para no aburrir, deberiamos de educar(nos) en consumo de alimentos y no en que se tengan 1 o 14 hijos ( mientras puedas mantenerlos/educarlos, ten los que quieras, no sere yo quien lo prohiba o ayude a ello)
y fuera buffets libres, gran exponente de nuestra sociedad consumista sin miras hacia los menos favorecidos/explotados por occidente.
saludos.
Creo que no considerarnos como parte de la naturaleza, o incluso considerarnos por encima de ella, es uno de los problemas más grandes.
Claro que nosotros solemos cambiar la sabiduría por arrogancia, así que es difícil englobarnos en ella.