Según un estudio realizado por Nielsen, compañía especializada en mediciones y análisis de mercado para determinar la actitud y conducta de los consumidores, el consumo de alimentos frescos crece a nivel mundial a pesar de la crisis económica, representando una buena parte de la cesta de la compra. El estudio titulado «Why retailers are keeping it fresh» se basa en una encuesta realizada a un total de 87.000 consumidores de 54 mercados pertenecientes a 58 países del mundo, el dato más significativo es el consumo de alimentos frescos, los consumidores aseguran destinar un gasto de entre un 30% y un 60% del total de las compras alimentarias a los productos frescos.
Paralelamente se han incrementado las visitas a los comercios para adquirir este tipo de alimentos, estableciéndose la media en 2’5 veces por semana, la tendencia de comprar alimentos para una semana o 15 días y almacenarlos en la nevera y el congelador parece que remite. Por otro lado hay que discriminar entre los tipos de alimentos frescos, el dato facilitado corresponde al grupo de frutas y verduras, si hablamos del consumo de pescado o marisco, la visita a la pescadería se reduce a 1’6 veces por semana, algo lógico teniendo en cuenta que son alimentos frescos mucho más caros, sobre todo si lo que se desea consumir son especies cuyo valor comercial es más elevado.
Por otro lado también hay que diferenciar entre países, si hablamos de los consumidores asiáticos, el promedio de veces que visitan el mercado para adquirir frutas y verduras se eleva hasta las 3’9 veces por semana, para la compra de pescado y marisco las visitas se reducen pero están por encima de los países occidentales siendo la media de 2’6 veces por semana. Los productos cárnicos se mantienen en un término medio, las carnicerías se visitan unas 2’6 veces por semana.
Con respecto a Oriente Medio y África, los gustos cambian radicalmente, son los alimentos lácteos los que encabezan el primer puesto, los consumidores acuden a comprarlos a las tiendas una media de 4’1 veces por semana. Hablando de Estados Unidos, parece ser que los alimentos de panadería se llevan la palma, la visita a los establecimientos que ofrecen estos productos se eleva a unas 4’3 veces por semana.
En lo que respecta a Europa, parece que los datos son más limitados, algo lógico teniendo en cuenta el coste de los productos y la situación de crisis económica que viven algunos países. Otro apunte del informe de Nielsen es el canal minorista, éste se ha visto beneficiado en la mayoría de países, la razón es que los consumidores consideran que ofrecen más calidad y resulta más cómodo comprar que tener que desplazarse a un centro de distribución. A esto podemos añadir que estos pequeños comercios (al menos en algunos casos) se abastecen de productos locales de gran calidad y se reducen gastos al reducirse el número de intermediarios que participan en las transacciones.
Aunque en términos globales, los alimentos frescos representan una importante presencia en la cesta de la compra y son muy valorados, son los países asiáticos y los países latinoamericanos, o los países africanos y de Oriente Medio los que más recursos destinan a la compra. Según el estudio de Nielsen, los consumidores se decantan mayoritariamente por la compra en comercios minoristas y las razones ya las hemos argumentado, mayor calidad, una mejor selección de los alimentos que se ofrecen y los canales de los que se abastecen.
Los alimentos frescos son la base de una dieta saludable y la tendencia es mejorar la alimentación, de ahí que el volumen de compras se mantenga e incremente dependiendo del caso. Con este estudio Nielsen pretende mostrar las actuales tendencias de mercado para que se redirijan las estrategias comerciales a fin de poder impulsar las ventas. Podéis conocer todos los detalles del estudio, gráficas y otros datos relacionados, a través de este enlace (Pdf).