Llevamos años hablando de lo mismo, y todavía no está confirmado si con las medidas del Plan de Acción sobre el Aceite de Oliva presentado el pasado mes de junio, se obligará a los establecimientos de hostelería y restauración a servir el aceite de oliva en botellas etiquetadas y con un sistema que impida que sean rellenadas. La cuestión viene de tiempo atrás, pero en Gastronomía & Cía hablábamos en 2009 sobre el Aceite de oliva con identidad en los restaurantes o cualquier otro establecimientos que ofrezca autoservicio de aceite de oliva.
En aquel momento, los Consejos Reguladores de Jaén remitieron su solicitud al Ministerio pertinente, ahora MAGRAMA, anteriormente ya lo había solicitado la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña. Un año después volvíamos a hablar sobre la prohibición de las aceiteras en hostelería y el uso de botellas con tapón irrellenable, es decir, la propuesta de una normativa a nivel europeo. En junio de 2012 el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, presentaba el Plan de Acción sobre el Aceite de Oliva organizado en cuatro ejes: Calidad y control, reestructuración del sector, promoción y competencia con los terceros países.
Se trata de una acción necesaria, hay que tomar medidas que promuevan la marca del aceite de oliva europeo, la información al consumidor a la vez que se le protege del fraude, y como queda indicado en los puntos antes mencionados, apostar por la calidad demostrable y reforzar la competitividad del sector.
En estos días vuelve a hablarse del tema, pero se sigue sin tener nada cerrado, simplemente es que el Comité de Gestión de la UE ha puesto sobre la mesa esta semana las propuestas para modificar el reglamento sobre la comercialización de aceite de oliva, además del uso de botellas identificadas e irrellenables en los restaurantes, que se mejore el etiquetado para que sea comprensible y legible, en principio, para favorecer al consumidor.
El fraude del aceite de oliva es otro de los frentes a atacar, se prevén controles más estrictos sobre la calidad del producto, exigir una tasa mínima de controles y además de aplicar sanciones más duras, con ello se pretende ayudar al sector productor de aceite de oliva de la UE, principal productor, exportador y consumidor de aceite de oliva.
Ante esta propuesta no se han puesto piedras, pero tampoco se ha facilitado el camino. De salir adelante, las nuevas normas entrarían en vigor el 1 de enero de 2014. De momento, la Organización Mundial del Comercio (OMC) tiene dos meses para responder a la propuesta de modificación de las normas, posteriormente deberá someterse a votación de los estados miembros de la UE.
Así que seguiremos hablando del tema, un proyecto con el que se pretende favorecer al buen productor de aceite de oliva y a los consumidores. Parece mentira que el procedimiento deba ser tan lento…
Foto | Neff Conner
4 comentarios
Cuidado que a lo mejor sin querer nos estamos metiendo en la vida de los demás.
Lo primero que deberían hacer las almazaras es no vender el mismo aceite en garrafas que embotellado.
Luego a un restaurador no tiene porqué gustarle el sabor de un aceite monovarietal, o la mezcla que quiera hacer el productor.
¿Le vamos a impedir a un restaurador que pueda elaborar su propio aceite, en base a los distintos aceites que pueda comprar en el mercado a granel o embotellado, y ofrecer a sus clientes su propia elaboración, con todo tipo de detalles e información servido en aceitera para consumo en mesa?
Esa es la clave, España tiene por suerte un potencial emprendedor abrumador y sin embargo seguimos encorsetados por nuestra burocracia elevada al cuadrado cuando se hablan de temas que afectan a Bruselas.
Nosotros ya hemos cambiado de mentalidad, ¿cuando cambiaran nuestros partidos e instituciones?
Un saludo y enhorabuena por el blog.
Javier López Lorenzo.
Sommelier-Community Manager
Carlos, perdona pero creo que no van por ahí los tiros, creo que nadie del sector estamos interesados en dificultar el trabajo de los chefs y restauradores de nuestro país, muy al contrario.
Aunque tú lo pongas muy bonito, la mayoría de los restaurantes que usa las aceiteras pringosas para servir el aceite en mesa, no lo hace para ofrecer su propio aceite, sino más bien al contrario, para ofrecer un aceite no demasiado bueno en un recipiente que lo ‘vista’ de otra forma. De la misma manera que no sería justo lo que tu expones, tampoco es justo que yo como productor me esmere en un aceite de mucha calidad, y luego mi envase (bonito claro) sea rellenado con un aceite de una calidad inferior, pues al final quien queda mal con el cliente no es el restaurante, sino el envasador. Pues tu al final no piensas, ‘vaya aceite malo que nos ha puesto el del restaurante’, lo que piensas es ‘vaya aceite malo el de esta marca’ cuando en realidad ese aceite no pertenece a esa marca.
Lo que venimos pidiendo los envasadores, sobre todo, como mi caso, pequeños, con una búsqueda y esmero por la calidad, es que se prohíban los envases rellenables sobre las mesas de los restaurantes. Que si, en mi caso, hay sobre la mesa un aceite de oliva Olivar de Plata, sea tal, mi envase y mi aceite, no sólo el envase.
La pregunta es ¿se defiende al consumidor o solo se quiere beneficiar a las grandes empresas del aceite que son las que que se van a poder adaptar a la nueva normativa?.