En Japón, China y Taiwán las berenjenas tradicionales son distintas a las que nosotros podemos considerar normales, al menos por su forma, podemos decir que las berenjenas que normalmente se consumen en España y en Europa son globosas, tienen forma de lágrima, luego podemos elegir principalmente entre las berenjenas negras y las berenjenas jaspeadas, sólo en algunos lugares y en temporada podemos encontrar también las berenjenas blancas.
Las berenjenas asiáticas son largas y finas, como fina es también su piel, por eso suelen consumirse con ellas. También lo hacemos con nuestras berenjenas según qué recetas, como cuando cocinamos las berenjenas rebozadas o en algunos guisos, no es el caso de las recetas con berenjenas asadas, y podemos decir que si hablamos de berenjenas rellenas hay dos tipos de personas, las que se las comen enteras y las que las van comiendo hasta llegar a la piel, y la dejan.
Cabe señalar que la piel de la berenjena es comestible, y lo más importante es que como sucede con la piel de muchas hortalizas y frutas, es una de las partes de mayor interés nutricional. En el caso de la piel de las berenjenas moradas y negras, además de aportar fibra, es rica en antocianinas, que son compuestos fitoquímicos que tienen una interesante capacidad antioxidante.
Hablamos de berenjenas asiáticas, la variedad de berenjenas largas, finas y deliciosas, que se cultivan también en Europa, además de en Estados Unidos o América del Sur. Pero no olvidemos que la berenjena (Solanum melongena) que todos conocemos es originaria del sudeste asiático. Su cultivo data de antes del 2000 a.C., hay datos que la establecen en el estado de Assam, Birmania y China, y dicen que entro a Europa por la España musulmana, y su cultivo se inició en los países cálidos del Mediterráneo.
Por cierto, hay una variedad de berenjena conocida como Violette de Barbentane, que también es alargada y más fina, pero no lo es tanto como las variedades de berenjena china, japonesa o taiwanesa. Sobre las características organolépticas de las berenjenas asiáticas, decir que son menos astringentes, menos amargas, apenas tienen diminutas semillas y su carne es más suave, sin dejar de ser sabrosa. Según algunos expertos en la hortaliza asiática, hay diferencia entre las berenjenas chinas y las japonesas, principalmente en el color de su piel y en el tamaño, pero nos parece algo complicado de valorar, sobre todo cuando las encontramos en nuestro mercado.
En las fotos podéis ver berenjenas japonesas (según indica la etiqueta que las acompaña) y se cultivan en Andalucía. Pero no conseguimos encontrar información del productor donde conocer más detalles y características de la variedad. En cualquier caso, estamos ante una variedad de berenjena asiática que nos ofrece muchas posibilidades nuevas en la cocina por sus características.
Y es que las berenjenas asiáticas, al ser tan finas se cocinan en menos tiempo, por lo que son ideales para hacer a la parrilla, al vapor y salteadas, pero también se hacen exquisitos guisos y se pueden asar en un santiamén. Esta hortaliza absorbe muy bien los sabores, ya sabemos que la berenjena es como una esponja para ello, y como tiene unos matices dulzones, agradece ingredientes sabrosos. En la cocina asiática se cocinan habitualmente con miso, salsa de soja, jengibre…
En estos días os daremos algunas recetas para que las pongáis en práctica, por el momento, recordad que las berenjenas japonesas (o las chinas o taiwanesas) deben comprarse estando bien firmes, con la piel lisa y brillante, sin manchas marrones ni partes blandas, y como las berenjenas normales, no aguantan muchos días en la nevera porque el frío no les va bien, por eso conviene consumirlas en uno o dos días después de comprarlas.