A través de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) hoy conocemos un nuevo informe del proyecto NAMs4NANO en el que se proponen nuevos métodos para evaluar los riesgos potenciales de las nanopartículas para la seguridad alimentaria. Pero, ¿qué es el proyecto NAMs4NANO? Se trata de una iniciativa que busca mejorar las evaluaciones de riesgo de los nanomateriales, sobre todo en los sectores relacionados con la alimentación y los piensos a través de la integración de Nuevas Metodologías de Evaluación (NAMs).
Estas metodologías incluyen enfoques como las simulaciones informáticas (in silico), los métodos químicos (in chemico) y las pruebas de laboratorio con células (in vitro). El uso de estos enfoques permite evaluar la posible toxicidad de los nanomateriales de forma más precisa, rápida y eficiente, en comparación con los métodos tradicionales que suelen necesitar más tiempo y recursos. A esto hay que añadir que los métodos tradicionales tienen limitaciones como por ejemplo, la escalabilidad, las complicaciones del tamaño y forma de las partículas o las complicaciones para captar toda la complejidad de las interacciones biológicas.
NAMs4NANO es un proyecto financiado por la EFSA que se puso en marcha el año pasado y que previsiblemente concluirá en 2027, su cometido es afrontar los retos que presentan los nanomateriales, materiales cuya estructura tiene entre 1 y 100 nanómetros. Debido a su pequeño tamaño, pueden tener propiedades físicas, químicas y biológicas únicas, diferentes de las de los mismos materiales a una escala mayor. Dado su pequeño tamaño, los nanomateriales pueden comportarse de manera diferente a los materiales convencionales, lo que plantea desafíos significativos a la hora de realizar evaluaciones de seguridad, algo especialmente relevante en áreas como la de los envases alimentarios, los aditivos, así como de otros productos relacionados con el sector alimentario.
Este proyecto se lleva a cabo en diferentes fases, primero se revisarán las nuevas metodologías de evaluación para los nanomateriales que se han empleado hasta la fecha, para identificar las herramientas más eficaces y las áreas donde todavía se necesita avanzar más en la evaluación. La siguiente fase plantea crear un sistema de calificación que evalúe la solidez de las metodologías, ayudando a determinar si pueden ser implementadas en un marco regulatorio en la evaluación de riesgos para la seguridad alimentaria. Dicho sistema de calificación tiene como objetivo facilitar la inclusión de nuevas herramientas en el futuro, permitiendo que las evaluaciones de riesgo sean más coherentes y estandarizadas.
Como sabemos, los nanomateriales tienen un papel cada vez más destacado en la industria alimentaria debido a sus propiedades únicas que pueden mejorar la calidad, la seguridad y la vida útil de los productos. Se pueden citar las nanopartículas de óxido de plata que se utilizan en envases de alimentos por sus capacidades antimicrobianas, un ejemplo son las películas comestibles con antimicrobianos para la carne de las que os hablábamos hace un tiempo.
Otro ejemplo podría ser el dióxido de titanio, utilizado como aditivo alimentario en productos horneados y de confitería para proporcionarles un color blanco brillante, así como la mejora de su apariencia. Pero como ya sabemos, las pruebas de la EFSA determinaron que no era un aditivo seguro y finalmente se prohibió.
También se pueden citar las nanoemulsiones utilizadas especialmente en bebidas y productos alimenticios enriquecidos con vitaminas, antioxidantes o ácidos grasos omega-3, que permiten distribuir los nutrientes de manera más uniforme, mejorando su absorción así como la estabilidad de los ingredientes sensibles a la oxidación. Y si hablamos de envases inteligentes para productos alimenticios, se pueden citar los nanocompuestos donde las nanopartículas detectan cambios en la calidad de los alimentos. Un ejemplo es el envase desarrollado por el instituto Fraunhofer (Alemania), cuyo material realizaba una detección de las aminas (compuestos químicos orgánicos) y dependiendo de la cantidad (algo asociado a la calidad del alimento), el envase cambiaba de tonalidad.
Una de las características destacadas del proyecto es su enfoque en la toxicidad de los nanomateriales que pueden fabricarse en muchas variantes, sin embargo, su particular naturaleza plantea problemas adicionales que deben ser considerados, destacando la interacción de las partículas a nivel celular y molecular. Es por ello que el proyecto también incluye estudios de caso para poner a prueba las NAMs en diferentes tipos de nanomateriales y diversos escenarios, para ayudar a validar y mejorar los métodos que se hayan propuestos.
El proyecto NAMs4NANO se realiza en colaboración con diferentes instituciones científicas y organismos regulatorios, como la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de este modo se garantiza que los resultados del proyecto se enmarcan en las normativas europeas e internacionales.
De las Nuevas Metodologías de Evaluación (NAMs) que se han desarrollado en los últimos años para abordar los riesgos que pueden plantear los nanomateriales, sólo algunas de ellas han sido aceptadas por las Directrices de Ensayo (TG) de la OCDE, utilizadas a nivel internacional para evaluaciones reglamentarias. Por ello, muchas metodologías prometedoras aún no han sido priorizadas para su inclusión en estos marcos regulatorios.
La EFSA recomienda que en la evaluación de los nanomateriales se consideren datos derivados de las metodologías de evaluación, como la degradación y la disolución en fluidos biológicos, la absorción intestinal, la genotoxicidad, la citotoxicidad, el estrés oxidativo y el potencial inflamatorio. Lamentablemente, muchas de estas áreas carecen de directrices específicas de la OCDE, lo que hace que cada evaluación de riesgo se deba realizar caso por caso, por lo que se trata de un proceso largo y complicado.
NAMs4NANO ha diseñado un marco genérico para un sistema de calificación que acelere el uso regulatorio de la metodología en la evaluación de riesgos químicos, concretamente en los sectores de la alimentación y los piensos. Este marco proporcionaría una estructura clara para validar las metodologías, basándose en criterios como la validez científica, la fiabilidad y la relevancia del método para el contexto de uso, siendo un enfoque más flexible que facilita la aplicación rápida de estos métodos.
El marco aún se encuentra en una fase preliminar y, de momento, su objetivo es abrir el debate entre los expertos y las partes interesadas a fin de desarrollar un enfoque más coherente y estandarizado para la regulación de los nanomateriales en el futuro. Podéis conocer más detalles de la promoción del uso de nuevos métodos de evaluación de nanomateriales en el sector de los piensos y la alimentación, a través de este artículo de la página de la EFSA y más detalladamente en este otro (Pdf) también de la EFSA.
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