En los últimos años la industria del cacao se ha enfrentado a una crisis sin precedentes debido a distintos factores como el cambio climático, las enfermedades que sufren los cultivos y la especulación en los mercados. Tecnologías emergentes como el cultivo celular del cacao han sido presentadas como una oportunidad y una alternativa viable para garantizar el suministro de cacao en el futuro, sin embargo, y aunque el cacao de cultivo celular puede ser una opción interesante, es poco probable que se convierta en un sustituto del auténtico cacao.
Durante la Conferencia Internacional del Cacao 2024 (ICCO 2024) de la Asociación del Cacao de Asia (CAA), un panel de expertos discutió las posibles soluciones que se pueden aplicar frente a la creciente escasez de cacao, y surgió el cacao cultivado como una de las alternativas tecnológicas. Recordemos que con esta opción se busca imitar los sabores y texturas del chocolate convencional sin tener que recurrir a la producción agrícola tradicional, de hecho, las empresas están desarrollando tecnologías que no sólo permiten cultivar cacao en biorreactores, también aseguran que es posible replicar la experiencia sensorial del chocolate con ingredientes alternativos como por ejemplo, con el uso de habas fermentadas.
Los expertos coinciden en que estas innovaciones son valiosas, pero tienen limitaciones, por un lado los productos derivados del cultivo celular aún tienen que superar barreras importantes en cuanto a reglamentación se refiere y para satisfacer a los consumidores más exigentes, y es que una buena parte de quienes son apasionados del chocolate continuarán prefiriendo el cacao auténtico porque el perfil sensorial del cacao es extraordinariamente complejo y muy complicado de replicar en su totalidad. Basta con saber que el cacao contiene más de 500 moléculas que contribuyen en su característico sabor, lo que hace que una sustitución completa, sea hoy por hoy un desafío casi imposible de alcanzar.
La creciente demanda de chocolate auténtico en regiones como Asia, donde el consumo aún se encuentra en plena expansión, sugiere que el cacao de cultivo celular podría cubrir nichos de mercado específicos, pero no podrá reemplazar por completo al cacao tradicional. En países como China y Singapur, los consumidores buscan un placer sensorial y emocional asociado al chocolate auténtico, y a pesar de los altos costes que se asocian a la producción de cacao, su sabor inimitable seguirá siendo esencial para muchos consumidores.
Es cierto que en materia de sostenibilidad el cacao de cultivo celular ofrece interesantes ventajas, en este sentido recordemos que empresas como Fazer, están trabajando para desarrollar esta tecnología en colaboración con instituciones como VTT, con el objetivo de reducir el uso de recursos como la tierra y el agua, y luchar contra la deforestación que es uno de los principales problemas vinculados al cultivo tradicional del cacao. También hay que citar otras empresas como Celleste Bio, que trabaja en el desarrollo de este cacao de cultivo, asegurando que producirá un producto de alta calidad capaz de competir con el tradicional. Para estas empresas la producción celular permitiría desvincular de forma significativa el cacao del impacto climático, ya que las condiciones de cultivo en biorreactores son controladas, permitiendo garantizar un suministro más estable y con garantías de futuro.
Sin embargo, a pesar de las ventajas ambientales que el cultivo celular podría proporcionar a medio y largo plazo, su implementación a gran escala aún está lejos de ser una realidad. Las primeras pruebas realizadas han sido un éxito, pero las empresas participantes como Fazer reconocen que pasarán varios años antes de que los productos elaborados con cacao de agricultura celular lleguen a los consumidores. Por otro lado y como ya señalábamos antes, está pendiente la aprobación regulatoria en algunos mercados clave como el de la Unión Europea, lo que podría retrasar aún más la llegada al mercado.
Hay que señalar que la actual crisis de precios del cacao de la que os hablábamos en este post, no muestra señales de remitir. En África occidental, donde se producen dos tercios del cacao mundial, los patrones climáticos adversos y la proliferación de enfermedades en los últimos años han reducido drásticamente la producción, con una caída de hasta el 35% en algunas regiones. Este déficit ha llevado a precios sin precedentes donde se han superado los 10.000 dólares (casi 9.000 euros) por tonelada métrica, generando un impacto directo en la cadena de producción y en el precio que los consumidores tienen que pagar por los productos de chocolate.
Aunque iniciativas como la reducción del tamaño de los productos de chocolate de forma informada o desinformada (reduflación) o la sustitución parcial del cacao por ingredientes alternativos pueden mitigar temporalmente los efectos de la actual crisis del cacao, está claro que estas son medidas que no se pueden sostener. El cacao de agricultura celular podría ser parte de la solución en un futuro, pero no resolverá los desafíos estructurales del sector, como por ejemplo la pobreza en las regiones productoras o la degradación ambiental.
En definitiva y como comentan aquí, el cacao de agricultura celular puede ofrecer una alternativa tecnológica interesante y sostenible frente a los desafíos actuales, pero es poco probable que llegue a sustituir el cacao auténtico en la industria alimentaria. Quizá esta problemática puede trasladarse a otros alimentos de cultivo celular y es que de momento, lo auténtico y tradicional tendrá mucho más peso.
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