En los últimos años se han realizado varios estudios sobre el café y la cafeína en relación a la salud humana. Se puede citar por ejemplo el estudio del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Universidad de Bolonia (Italia), en el que se concluía que beber café ayudada a mantener la presión arterial baja. O el realizado por investigadores de la Universidad McMaster (Canadá), en el que mostraban el mecanismo por el que la cafeína podía ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares.
Pues bien, a la lista de estudios que relacionan el café y la cafeína con beneficios para la salud se suma otro más. Según una investigación realizada por expertos de la Facultad de Medicina de Suzhou de la Universidad de Soochow (China), el consumo moderado de café y cafeína se asocia con un menor riesgo de desarrollar múltiples enfermedades cardiometabólicas, incluyendo la enfermedad cardíaca coronaria, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes tipo 2.
Los expertos han descubierto que un consumo regular y moderado de café o cafeína se asocia a un menor riesgo de aparición de multimorbilidad cardiometabólica, es decir, la presencia de dos o más enfermedades crónicas que afectan tanto al sistema cardiovascular como al metabolismo. Estas afecciones suelen estar relacionadas entre sí y aumentan el riesgo de complicaciones graves, como las enfermedades cardíacas, los derrames cerebrales o la diabetes, en este sentido, los investigadores apuntan que este tipo de enfermedades se están convirtiendo en un problema de salud pública, que aumenta año tras año y a medida que la población mundial envejece.
Se pueden citar algunos ejemplos, una persona con multimorbilidad cardiometabólica podría sufrir hipertensión o presión arterial alta, diabetes tipo 2 y al mismo tiempo obesidad. Los expertos explican que estas enfermedades tienden a interactuar entre sí, de modo que tener uno de ellos aumenta las probabilidades de desarrollar los otros. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos, lo que a su vez empeora la diabetes, y el exceso de peso puede contribuir a ambos problemas.
Este conjunto de condiciones suele identificarse en personas mayores o en aquellas que tienen un estilo de vida poco saludable, como es el sedentarismo, una mala alimentación, el tabaquismo, etc. Tratar la multimorbilidad cardiometabólica es complicado, ya que es necesario abordar varias enfermedades a la vez, controlar los niveles de azúcar, la presión arterial, y promover la pérdida de peso entre otras cosas.
En la investigación se ha descubierto que el consumo de café y cafeína, podría tener un efecto protector importante en casi todas las fases del desarrollo de la multimorbilidad cardiometabólica. Según los datos un consumo medio de tres tazas de café, o entre 200 y 300 miligramos de cafeína al día, contribuiría a reducir el riesgo de desarrollar multimorbilidad cardiometabólica en aquellas personas que no padecen una enfermedad cardiometabólica.
En comparación con las personas que no consumen café y cafeína, o las que consumen menos de 100 miligramos de cafeína por día, con el consumo medio antes citado se reduce el riesgo de la aparición de enfermedades cardiometabólicas hasta en un 48,1%. Para este estudio se utilizaron los datos del Biobanco del Reino Unido, investigación que recopila datos médicos, genéticos y del estilo de vida de más de 500.000 voluntarios del país con edades comprendidas entre los 37 y los 73 años, con el objetivo de mejorar la comprensión de las causas de diversas enfermedades y ayudar a desarrollar tratamientos más efectivos.
En este trabajo se excluyó a las personas que tenían información ambigua sobre el consumo de cafeína, es decir, los datos o afirmaciones sobre los efectos de la cafeína que no son claros o pueden interpretarse de diferentes maneras. En total participaron 172.315 personas que al inicio del estudio, no padecían ninguna enfermedad cardiometabólica para los análisis de cafeína, y 188.091 personas correspondientes para los análisis del consumo de café y té. Los resultados de las enfermedades cardiometabólicas se identificaron a partir de afecciones médicas autoinformadas, datos de atención primaria, datos de pacientes hospitalizados vinculados y registros de defunciones vinculados al Biobanco del Reino Unido.
Los resultados mostraron que la ingesta de café y cafeína en todos los niveles, se asociaba inversamente con el riesgo de la aparición de miocardiopatía metabólica en aquellos participantes que no padecían enfermedades cardiometabólicas. Aquellos que informaron sobre una ingesta moderada de café o cafeína tenían un riesgo más bajo de padecer estas enfermedades. En base a los resultados, se baraja la recomendación de promover entre las personas sanas, cantidades moderadas de café o cafeína como un hábito dietético que puede prevenir la miocardiopatía metabólica.
Los investigadores explican que aunque se han realizado numerosos estudios epidemiológicos que muestran los efectos protectores del consumo de café, té y cafeína, en relación a las enfermedades cardiometabólicas aisladas, se desconocían los efectos potenciales de estas bebidas en el desarrollo de las enfermedades cardiometabólicas. Podéis conocer todos los detalles de la investigación en la página de la Universidad de Soochow, y con más detalle en este artículo de la revista científica Endocrine Society.
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