Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Sun Yat-sen (China) ha concluido que ciertos microorganismos intestinales podrían influir en la longevidad, lo que refleja la relevancia de la microbiota intestinal, como un factor potencial y modificable para prolongar la vida y mejorar la salud durante el envejecimiento.
Los investigadores realizaron un análisis metagenómico a gran escala de la microbiota de ocho cohortes de personas longevas de diferentes países, incluyendo China e Italia. En el estudio que se diseñó para analizar la composición y las funciones de la microbiota intestinal, los expertos aplicaron una técnica de análisis estadístico denominada aleatorización mendeliana, a fin de explorar posibles relaciones causales entre la microbiota y la longevidad.
Un inciso, recordemos que la alimentación juega un papel fundamental en la composición y la salud de la microbiota intestinal, los alimentos de nuestra dieta afectan directamente al tipo y diversidad de microorganismos que habitan en el intestino. Por ejemplo, una dieta rica en fibra promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta y que son esenciales para la salud intestinal y del sistema inmunológico. Por el contrario, si se sigue una dieta rica en grasas y azúcares, puede favorecer la proliferación de bacterias que son menos beneficiosas, que provocan inflamación y mayor riesgo de enfermedades metabólicas y digestivas.
Diferentes alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y otros alimentos probióticos, pueden introducir en el intestino bacterias beneficiosas, si esto lo complementamos con los prebióticos (elementos que sirven de alimento a las bacterias), se ayuda a mantener un equilibrio saludable de la microbiota. Por tanto, mantener una dieta variada y equilibrada es esencial para mantener la diversidad microbiana y con ello, la salud en general.
Volviendo al estudio sobre diversidad microbiana y longevidad, uno de los descubrimientos clave, es el hecho de que las personas mayores de 90 años tenían una mayor diversidad microbiana intestinal, en comparación con otros grupos formados por personas de menor edad. Los expertos comentan que esta diversidad podría ser un indicativo de una mayor resiliencia del organismo, frente a las enfermedades y otros problemas fisiológicos que aparecen con la edad. Los investigadores explican que la diversidad microbiana, se asocia a una adaptabilidad flexible del intestino, lo que podría contribuir en la mejor salud y el mantenimiento de las funciones metabólicas importantes presentes durante el envejecimiento.
Los expertos han identificado ciertas bacterias intestinales asociadas a la longevidad, ya que estaban presentes en las personas longevas del estudio. Algunas especies de bacterias como Eisenbergiella tayi, Methanobrevibacter smithii, Hungatella hathewayi y Desulfovibrio fairfieldensis, tenían mayor presencia en las personas mayores en comparación con personas más jóvenes. Estas especies bacterianas intestinales están implicadas en diferentes procesos como la N-glicosilación de proteínas, la degradación de purinas y la biosíntesis de la vitamina K2, que son procesos de importancia para la salud celular y la prevención de enfermedades relacionadas con la edad.
Los expertos proporcionan algunos ejemplos para entender la asociación, por ejemplo, la Eisenbergiella tayi contribuye a la N-glicosilación de proteínas (proceso en el que se añaden cadenas de carbohidratos (glucanos) a proteínas en una posición específica), lo que resulta clave para la estabilidad y la función de las proteínas. La especie bacteriana Methanobrevibacter smithii participa en la producción de metabolitos beneficiosos como la coenzima Q10, sustancia antioxidante que es 10 veces más potente que la vitamina y que es crucial para la salud mitocondrial. La especie Desulfovibrio fairfieldensis está involucrada en la biosíntesis de la vitamina K2, importante para la salud ósea y la prevención de fracturas en la vejez.
Mediante el uso de aleatorización mendeliana, una técnica estadística que se utiliza en investigación para explorar relaciones causales, los expertos analizaron la relación entre las especies bacterianas y la longevidad. Los resultados sugieren que la presencia de bacterias como la Alistipes y la Akkermansia muciniphila podrían tener un efecto directo en la longevidad de las personas. Los investigadores comentan que, por ejemplo, la especie Alistipes tenía una relación positiva con la longevidad en los tres grupos más grandes de personas centenarias, lo que delata que su presencia en el intestino podría contribuir a tener una vida más larga y más saludable.
Los datos obtenidos amplían la comprensión de cómo un microbioma diverso y concreto puede influir en el envejecimiento saludable, pero también abre las puertas a un abanico de posibilidades terapéuticas. Se considera que se podrían desarrollar probióticos específicos que contengan bacterias beneficiosas para promover la salud durante el envejecimiento, quizá los expertos planeen investigar también con simbióticos, productos que conjugan en una sola formulación probióticos y prebióticos.
Sin duda, es una interesante investigación, un trabajo que destaca la relevancia del microbioma como un factor potencialmente modificable para prolongar la vida y mejorar la salud durante el envejecimiento. De todos modos, se necesitan nuevas investigaciones que permitan entender mejor la interacción entre las bacterias y el envejecimiento, además de ratificar los resultados obtenidos.
Podéis conocer el estudio detallado a través de este artículo publicado en la revista científica Gut Microbes.
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