Croque Monsieur y Croque Madame son dos de los sándwiches más emblemáticos de la gastronomía francesa, que se han asociado a la elegancia y la simplicidad de la cocina bistró, un estilo culinario cuyo origen se establece en los pequeños restaurantes o cafeterías franceses conocidos como bistrós y que se caracterizan por ofrecer platos simples de preparación rápida, pero que se elaboran con ingredientes frescos y de calidad.
Para saber qué son el Croque Monsieur y el Croque Madame es necesario conocer la historia de estas elaboraciones culinarias. Los sándwiches se gestaron en los cafés parisinos de principios del siglo XX, manteniéndose hasta nuestros días a nivel nacional e internacional. La primera mención del Croque Monsieur data del año 1910, apareciendo en un menú de un café parisino. En cuanto a la receta, apareció en el año 1918 en la novela À la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust.
Aunque el Croque Monsieur y su variante se han convertido en un símbolo de la cocina francesa, su creación fue bien sencilla, era una solución rápida y reconfortante creada en un café de París, donde un chef decidió usar lo que tenía a mano, combinando pan, jamón y queso. Recordemos que algunos platos icónicos se han creado de este modo, un ejemplo es la ensalada Cesar o Ensalada Caesar, una de las ensaladas más internacionales cuyo origen fue la improvisación de un chef para crear una ensalada con lo que tenía en la cocina cuando había escasez de ingredientes.
El término «croque» procede del verbo francés croquer, que significa «crujir» o «morder», describiendo la textura crujiente que caracteriza al Croque Monsieur y al Croque Madame. Esto es gracias a que el pan se dora en la plancha o en el grill, adquiriendo una capa dorada y crujiente antes de proceder a su gratinado con queso y bechamel. El término Monsieur «señor» en francés, sugiere un toque de sofisticación y formalidad, como si fuera el caballero de los sándwiches.
Receta Clásica del Croque Monsieur
La receta original del Croque Monsieur es bastante sencilla y es precisamente en esa simplicidad donde reside su encanto. El sándwich se prepara con rebanadas de pan blanco, jamón cocido y queso Gruyère o Emmental, queso que funde bien y aporta un sabor suave y característico a la preparación. Entre las rebanadas de pan se coloca el jamón y una generosa cantidad de queso, seguidamente se cubre con un poco de salsa bechamel para posteriormente gratinar el sándwich hasta que el queso se derrite y burbujea. Por cierto, hay que decir que la salsa bechamel aporta una capa cremosa que se mezcla perfectamente con el queso fundido.
El Croque Madame es esencialmente un Croque Monsieur, pero con la particularidad de que incluye un huevo frito o escalfado que se coloca sobre el sándwich. Parece ser que el nombre de esta versión surgió porque al colocar el huevo sobre el sándwich, se asemejaba en cierto modo a un sombrero femenino de la época. Hay que decir que esta versión añade más sabor, consistencia y convierte el sándwich en un plato más completo. Esta variante se popularizó también en los cafés parisinos convirtiéndose en un desayuno o almuerzo ideal que combina la contundencia del sándwich, con el lujo que aporta un huevo correctamente cocinado.
El caso es que la simplicidad y la exquisitez del Croque Monsieur y la versión Croque Madame, facilitaron su expansión. En la década de 1920 los sándwiches comenzaron a aparecer en restaurantes y bistrós de otras ciudades europeas, pero también cruzaron el Atlántico y empezaron a servirse en Estados Unidos. Actualmente se pueden encontrar en las cartas de restaurantes que buscan dar un toque francés a su menú, y por supuesto también en los establecimientos especializados en el brunch, una comida que combina elementos del desayuno (breakfast) y el almuerzo (lunch).
Actualmente los sándwiches Croque Monsieur y Madame siguen siendo preparaciones de cafetería, que son ideales para una comida rápida y sabrosa. Se pueden encontrar en cualquier brasserie francesa (restaurante informal que sirve comida y bebida durante todo el día, con un ambiente acogedor y relajado), acompañados de una ensalada verde o unas patatas fritas para que resulte un almuerzo mucho más completo.
Por supuesto, han surgido variantes, adaptaciones que buscaban satisfacer los gustos locales, a la vez que aportaban su toque innovador. Entre las versiones más populares podemos encontrar el Croque Provençal, versión que incluye tomates frescos, el Croque Norvégien, que sustituye el jamón cocido por salmón ahumado, el Croque Hawaiien, versión que incluye una rodaja de piña que se coloca entre el jamón y el queso, y el Croque Vegan, una versión vegana donde se sustituyen los ingredientes de origen animal por alternativas elaboradas 100% con materias primas vegetales.
Será cuestión de preparar las recetas originales, las versiones modernas y nuestras propias creaciones, con ellas la hora del almuerzo será plena y gratificante.
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