Puede parecer mentira, pero es necesario desmontar el mito de que comer tierra tiene beneficios para la salud. Y es que no tiene pies ni cabeza que en los últimos meses, la práctica de comer tierra haya ganado visibilidad gracias a redes sociales como TikTok, algunos de sus usuarios sugieren que consumir ciertas formas de suelo puede ofrecer beneficios. Los defensores de esta tendencia argumentan que la tierra contiene minerales y microorganismos que podrían ser beneficiosos para el sistema digestivo, por lo que es muy lógico que expertos y profesionales de salud se hayan alarmado y se pronuncien sobre esta moda.
Es interesante señalar que este no es un concepto nuevo, a pesar de que ahora se esté hablando de ello. La práctica de comer tierra tiene el nombre de geofagia, y es una acción que en muchas culturas tradicionales se ha realizado como una forma de suplementar la dieta con hierro y calcio, en especial en regiones donde la comida es escasa o hay carencias nutricionales, siendo una práctica especialmente común entre algunas mujeres embarazadas.
Se pueden citar como ejemplo algunos países que practican la geofagia o consumo de tierra en contextos específicos y bajo ciertas condiciones. En África Occidental y concretamente en países como Ghana y Nigeria, algunas mujeres embarazadas consumen arcilla para aliviar las náuseas y obtener los mencionados minerales (hierro y calcio). En el Sudeste Asiático, sobre todo en zonas de Indonesia y Tailandia, algunos tipos de arcilla se consideran un suplemento mineral beneficioso.
En América Latina, y en especial en regiones de Bolivia y Perú, la arcilla comestible conocida como «pachamama», se utiliza a veces para neutralizar, supuestamente, las toxinas presentes en los alimentos. Por cierto, esto nos recuerda al tema de las “galletas de barro”, explicábamos que se comercializaban unas galletas elaboradas a base de tierra, sal y mantequilla vegetal, siendo el único alimento al que los más desfavorecidos podían acceder.
La geofagia tiene raíces en contextos culturales y de escasez, y en cierto modo se justifica el consumo de tierra por creencias sobre sus propiedades beneficiosas, pero esto está muy alejado de lo que se puede ver en redes sociales como TikTok. Algunos usuarios de esta red social muestran que consumen tierra como un hábito regular y demostrando no tener una comprensión completa de todos los riesgos que conlleva la práctica, se centran en promocionar beneficios que no están respaldados científicamente.
¿Cuáles son los riesgos potenciales de comer tierra?
Comer tierra conlleva varios riesgos para la salud, se puede sufrir una contaminación por metales pesados, ya que la tierra puede contener sustancias tóxicas como el plomo, el mercurio o el arsénico. Estos metales pesados se acumulan en el organismo y pueden causar daños a largo plazo en órganos como el hígado y el riñón, de hecho, la exposición crónica a estos compuestos está relacionada con problemas neurológicos y enfermedades renales.
Se pueden sufrir infecciones bacterianas y parasitarias, ya que la tierra es un hábitat natural para muchos microorganismos y algunos de ellos pueden ser peligrosos para los seres humanos. La ingesta de suelo contaminado puede causar infecciones por bacterias como la E. coli o parásitos intestinales como las lombrices, que pueden causar diarreas, desnutrición, obstrucción intestinal, etc. Hablando de obstrucciones, el consumo de tierra en grandes cantidades puede formar masas sólidas denominadas bezoares en el tracto digestivo, que provocan dolor abdominal, estreñimiento y en los casos más severos, se requiere la intervención médica para su extracción.
Otro problema que puede causar la geofagia es un desgaste prematuro de los dientes provocado por lo abrasiva que resulta la tierra, esto ocurre especialmente si la práctica se mantiene durante un tiempo prolongado. Ese desgaste causa un aumento notable de la sensibilidad dental y diversos problemas de encías, además del riesgo de sufrir infecciones y otro tipo de problemas de salud.
Algunos de esos defensores del consumo de tierra que podemos ver en TikTok argumentan que esta práctica puede mejorar la microbiota intestinal, gracias a la presencia de microorganismos naturales en el suelo. Si bien es cierto que la exposición a ciertos microorganismos puede ser beneficiosa para la diversidad bacteriana del intestino, consumir tierra no es la forma segura de obtenerlos. La mayoría de las bacterias que ayudan a la salud digestiva provienen de alimentos fermentados, probióticos y una dieta rica en fibra. En cambio, el suelo contiene muchas bacterias que no están diseñadas para ser ingeridas por humanos y que pueden resultar dañinas.
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Como hemos señalado en otras ocasiones, seguir tendencias en redes sociales puede ser peligroso. Plataformas como TikTok y otras redes se han convertido en fuentes de información y consejos, influyendo especialmente en los jóvenes. Si bien esto puede tener un impacto positivo cuando se comparte información veraz y útil, también presenta riesgos significativos. La velocidad con la que se propagan estas modas puede llevar a la adopción de prácticas sin una evaluación adecuada de sus posibles consecuencias, lo que pone en riesgo la salud y el bienestar de los usuarios.
Un ejemplo de esto es la reciente tendencia de comer tierra, que algunas personas pueden seguir atraídas por la novedad o por la promesa de un supuesto «secreto» para mejorar la salud. Sin embargo, este tipo de prácticas carecen de respaldo científico y pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental. Presentar una tendencia de este tipo como una opción saludable, sin evidencia científica sólida, puede ser muy peligroso, ya que normaliza comportamientos potencialmente dañinos.
Por lo tanto, es crucial que seamos críticos con la información que consumimos y no nos dejemos llevar por modas sin fundamentos científicos.