La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha presentado el informe Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2024, un estudio conocido como SOFIA, en el que se realiza una radiografía sobre la situación y estado de la pesca y la acuicultura en el mundo. Recordemos que el primer informe Sofia se creó en el año 1995 y su cometido ha sido siempre el de proporcionar a los responsables políticos, a la sociedad civil y a quienes están relacionados con el mundo de la pesca y la acuicultura, un documento orientativo sobre el volumen de capturas, la situación de los recursos pesqueros, el consumo de pescado, etc.
Según el informe Sofía 2024, la industria pesquera y concretamente de acuicultura a nivel mundial, ha alcanzado un nuevo hito histórico, y es que la producción de peces en la acuicultura ha superado a la pesca de captura. En el año 2022 la producción global de pesca y acuicultura se incrementó hasta los 223’2 millones de toneladas, lo que supone un 4,4% más respecto a los datos del año 2020, y de este total, 185’4 millones de toneladas correspondieron a los peces y 37’8 millones de toneladas a las algas.
La FAO comenta que se ha logrado progresar de modo significativo, pero es necesario implementar más acciones que permitan mejorar la eficiencia, la inclusión, la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios acuáticos, consolidando su papel en la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad. Este es el motivo por el que la FAO impulsa la denominada ‘Transformación Azul‘ con el objetivo de mejorar la producción, la nutrición, el medio ambiente y la vida en la tierra.
Según el informe, en 2022 la acuicultura superó por primera vez a la pesca de captura en la producción de animales acuáticos, alcanzando los 130’9 millones de toneladas, de los que 94’4 millones correspondieron a animales acuáticos, lo que supone el 51% de la producción total de peces. Los responsables del informe explican que el aumento de la acuicultura es la prueba de su capacidad para satisfacer la creciente demanda de alimentos acuáticos.
En la actualidad, un pequeño grupo de países domina el sector de la acuicultura, estos son: China, Indonesia, India, Filipinas, Vietnam, Bangladesh, Corea del Sur, Noruega, Egipto y Chile, acaparando más del 89’8% del total de la producción. Sin embargo, varios países en vías de desarrollo situados en África y Asia, no están explotando todo su potencial y por ello, en el informe se apunta que es necesario poner en marcha políticas específicas, proporcionar tecnología y favorecer el desarrollo de capacidades e inversiones responsables, como algo vital para promover la acuicultura sostenible en esos países.
La producción récord de alimentos acuáticos refleja, según el informe, el potencial que tiene este sector para combatir la inseguridad alimentaria y la malnutrición. En el año 2021 el consumo de alimentos acuáticos alcanzó los 162,5 millones de toneladas, representando el doble de lo registrado en el año 1961, lo que muestra que el consumo per cápita pasó de 9’1 kilos en 1961 a 20’7 kilos en el año 2022. En el informe se refleja que del total de la producción de animales acuáticos, el 89% se destinó al consumo humano directo, destacando el papel fundamental de la pesca y la acuicultura en la seguridad alimentaria mundial, y el resto se utilizó principalmente para la producción de harina y aceite de pescado.
La FAO apunta la necesidad de fomentar el consumo de pescado procedente de fuentes sostenibles como algo esencial para promover las dietas saludables y mejorar la nutrición a nivel global. Aboga por estos alimentos por su aporte en proteínas de alta calidad y nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3, las vitaminas y los minerales. Según las cifras, en el año 2021 los alimentos marinos contribuyeron con al menos el 20% del suministro de proteínas per cápita de fuentes animales para un total de 3.200 millones de personas.
Según el documento, desde finales de la década de los 80 la producción mundial de pesca de captura se ha mantenido estable, y hablando del año 2022 los datos muestran una producción de 92’3 millones de toneladas, de las que 11’3 millones procedían de aguas interiores y 81 millones procedían de las capturas marinas. Aunque es cierto que la acuicultura ha crecido de forma significativa, la FAO comenta que la pesca de captura sigue siendo vital para la producción de animales acuáticos.
Otro dato destacable es que la proporción de poblaciones marinas que se capturan de forma sostenible disminuyó al 62’3% en el año 2021, es decir, un 2’3% menos que en 2019. Los expertos calculan que el 76’9% de los desembarques supervisados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el año 2021, procedían de poblaciones biológicamente sostenibles, lo que destaca la importancia de una gestión pesquera eficaz que pueda recuperar las poblaciones y a la vez incrementar las capturas.
Pensando en el futuro, el informe SOFIA 2024 también presenta las proyecciones de la FAO para la pesca y la acuicultura hasta el año 2032, este organismo espera un aumento del 10% en la producción de peces, alcanzando los 205 millones de toneladas, crecimiento que se producirá como consecuencia de la expansión acuícola y la recuperación de la pesca de captura. En principio se espera que el consumo de pescado aumente un 13% hasta situarse el consumo per cápita en 21’3 kilos para 2032, algo que según la FAO será gracias a las mejores prácticas poscosecha, el aumento de los ingresos y las tendencias dietéticas.
El informe de la FAO es bastante completo, pero como en cada edición, se echa de menos la autocrítica en lo referente a los avances de la recuperación de especies pesqueras, los avances contra el problema del pescado forraje, las trabas surgidas en los esfuerzos para aplicar regulaciones que permitan garantizar poblaciones de pescados biológicamente sostenibles, los problemas que causan las explotaciones acuícolas, etc. A través de este enlace (Pdf) podréis conocer con detalle su contenido.
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