La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) acaba de presentar el informe sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2020 o SOFIA 2020. Se trata de un documento que tiene el cometido de ofrecer a los responsables políticos, la sociedad civil y a quienes están relacionados con el mundo de la pesca y la acuicultura, información sobre la situación de los recursos pesqueros, el volumen de capturas que se ha realizado, el índice de consumo de pescado, datos sobre cuestiones como los efectos del cambio climático en la pesca y la acuicultura, la situación de la pesca ilegal, etc.
Desde el año 2000 el informe se presenta con carácter bienal y se elabora en base a los análisis realizados a partir de las estadísticas oficiales de la FAO sobre pesca y acuicultura. Según las conclusiones, el sector de la pesca y la acuicultura se ha expandido significativamente en las últimas décadas, logrando alcanzar en 2018 un récord histórico en lo referente a la producción, el comercio y el consumo de pescado. La organización comenta que el apetito mundial por el pescado está lejos de desacelerarse, y el informe demuestra el papel tan significativo e importante que tiene la pesca y la acuicultura en el suministro mundial de alimentos, en la nutrición y el empleo.
Desde 1990 hasta el año 2018, se ha producido un incremento del 14% en el número de capturas, la producción acuícola mundial ha experimentado un incremento del 527% en el mismo periodo, y el consumo también en el mismo periodo, ha aumentado un 122%. Si realizamos una comparativa con el informe presentado en 2018, podemos comprobar que se ha producido un notable incremento en todos los parámetros. Hay datos que preocupan, como por ejemplo el porcentaje de poblaciones de peces con niveles biológicamente sostenibles, en 1974 dicho porcentaje se establecía en un 90%, en 2017 se redujo al 65’8%. La FAO comenta que en aquellos lugares donde no existe regulación pesquera o la legislación es ineficaz, el estado de las poblaciones de peces es deficiente y se deteriora rápidamente.
La FAO explica que el progreso desigual en la gestión de la pesca, pone de manifiesto la urgencia de replicar y readaptar políticas adecuadas y eficientes, es necesario un mayor esfuerzo para poder garantizar que la pesca y la acuicultura en todo el mundo sean sostenibles, el incumplimiento de las medidas y regulaciones establecidas supone una amenaza a la seguridad alimentaria y los medios de vida, especialmente de aquellos países que tienen una gran dependencia de la pesca.
Los datos del FAO muestran que en 2018 la producción global de pesca de captura alcanzó el nivel más alto jamás registrado con 96,4 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 5’4% respecto a la media de los últimos tres años anteriores. Se señalan como principales productores de capturas en 2018 a China, Indonesia, Perú, India, Rusia, Estados Unidos y Vietnam, acaparando casi el 50% de las capturas totales a nivel mundial. Las tres especies que más se capturaron fueron la anchoveta, el abadejo de Alaska y el atún barrilete, la organización comenta que las capturas de atún y especies afines han ido aumentando alcanzando sus niveles más altos en 2018, con más de 7,9 millones de toneladas, sin embargo, gracias a una mejor gestión de la pesca, se ha logrado reducir la cantidad de poblaciones sobreexplotadas en los dos últimos años.
En lo referente a la producción acuícola mundial, se destaca también otro récord histórico de producción en 2018, con 114’5 millones de toneladas de pescado en peso vivo. En el gráfico podéis ver el crecimiento de la acuicultura y la pesca, se puede apreciar claramente que la acuicultura está experimentando un crecimiento muy significativo. Hay que decir que la producción acuícola ha estado dominada por Asia con un 89% en las dos últimas décadas, siendo los principales productores China, India, Indonesia, Vietnam, Bangladesh, Egipto, Noruega y Chile. El informe destaca la importancia del sector de la pesca y la acuicultura para el empleo, destacando que en 2018 se calcula que unos 59,5 millones de personas se dedicaron a estos segmentos productivos. Como en los anteriores puntos, el mayor número de trabajadores y pescadores se aglutina en Asia, acaparando un 85% del total mundial.
El documento informa sobre el número total de buques pesqueros existentes en 2018, estimado en unos 4’6 millones de embarcaciones, lo que supone una reducción del 2’8% respecto a los datos de 2016. Asía sigue teniendo la flota pesquera más grande con 3’1 millones de embarcaciones, lo que supone el 68% del total mundial. La FAO lanza la pregunta ¿estamos utilizando nuestros recursos pesqueros de manera sostenible?, las cifras muestran que no, ya que las poblaciones de peces como antes hemos indicado, se han reducido pasando del 90% en 1974, al 65’8% en 2017. Se destaca que se ha producido un progreso en la reducción de la sobreexplotación, lo que ha derivado en un aumento del stock de la biomasa, algunas especies se han logrado situar en niveles biológicamente sostenibles, pero otras no, por ejemplo, las más grandes, lo que obliga con carácter urgente a aplicar y readaptar políticas y medidas efectivas.
El informe de la FAO que podéis consultar en este Pdf es extenso, en sus 224 páginas ofrece todo tipo de datos, sus conclusiones apuntan hacia un mayor esfuerzo en aplicar regulaciones que permitan garantizar poblaciones de pescados biológicamente sostenibles, a fin de poder garantizar la seguridad alimentaria mundial en el futuro.
