En el año 2020 la startup C16 Biosciences daba a conocer su proyecto para el desarrollo de un aceite de palma producido a partir de microorganismos. Posteriormente, en el año 2022 nos hacíamos eco del trabajo de la empresa británica Clean Food Group, cuyo objetivo era elaborar aceite de palma a partir de una levadura natural patentada, que fue evolucionada a partir de una cepa de levadura presente en la superficie de los granos de uva.
Pues bien, ahora conocemos otra empresa denominada Sun Bear Biofuture, que tiene como objetivo producir una réplica del aceite de palma a partir de la fermentación de precisión, y para ello utilizan una cepa de levadura que produce un aceite muy similar al de palma en composición y funcionalidad. Todas estas empresas presentan su alternativa como más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que puede ayudar a evitar la deforestación, las emisiones de dióxido de carbono, etc.
A diferencia de las dos primeras, Sun Bear Biofuture ha comenzado a desarrollar una alternativa mediante la fermentación, utilizando subproductos agrícolas como materia prima. La empresa explica que la cepa de levadura, así como el proceso de fermentación, han sido optimizados para maximizar la producción y purificación del aceite, haciéndolo eficiente y rentable.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el aceite de palma es un producto básico asociado a la deforestación, según un informe de la ONU fue responsable del 7% de la pérdida de los bosques entre el año 2000 y el año 2018. Aunque en todos los casos se habla de replicar el aceite de palma refinado por sus características y beneficios abanderándose con la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, la realidad es que se trata de un mercado muy jugoso económicamente, basta con decir que se espera que en 2027 su valor alcance los 65.500 millones de dólares. Es por ello que cada vez aparecen más empresas emergentes que buscan desarrollar un producto similar que logre captar cuota de este mercado.
Sun Bear Biofuture tiene ante sí varios desafíos, como la ampliación de la producción que requiere equipos especializados, que generalmente suelen ser utilizados en la industria farmacéutica. Aunque estos equipos no están diseñados para la producción a gran escala, la empresa trabaja para mejorarlos y adaptarlos a una supuesta gran demanda, y para ello cuenta con el apoyo financiero de AberInnovation, un centro de investigación en la Universidad de Aberystwyth (País de Gales), lo que le facilita probar fermentadores de mayor escala que le permitirán mejorar la producción y ganar posiciones frente a otras empresas que tienen problemas similares.
Por otro lado, la empresa busca materias primas adecuadas y sostenibles, por ello trabaja en el uso de subproductos agrícolas como las pieles de las patatas y los residuos de pan, ya que son más económicos y sostenibles que otras materias primas como el azúcar. Hablando del pan, recodemos que la empresa Roberts Bakery y la biotecnológica Clean Food Group presentaron una iniciativa para convertir el desperdicio de pan en grasas y aceites.
Organizaciones como RSPO (Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible) proporcionan certificaciones para garantizar que el aceite de palma se produce de forma sostenible, pero se cree que no habrá suficiente aceite de palma certificado para satisfacer la creciente demanda del mercado mundial, cuyo crecimiento anual se proyecta en un 4,9% hasta el año 2030. Este crecimiento probablemente conlleve más deforestación, por lo que empresas como Sun Bear Biofuture consideran que se debe tener en cuenta su alternativa para reducir este riesgo.
Según leemos aquí, la empresa tiene buenas oportunidades de comercialización ante la inminente regulación europea sobre la deforestación que entrará en vigor a finales de este año, regulando productos como el aceite de palma. Dado que la trazabilidad de este aceite es compleja y está sujeta a estrictas regulaciones, es probable que sus productores sean sancionados y vean reducidos sus ingresos. Por el contrario, las empresas citadas pueden producir alternativas que imitan muy bien al aceite de palma, no tienen problemas de trazabilidad y pueden producir a nivel local, lo que supone una solución para aquellas empresas alimentarias que persiguen mejorar sus credenciales de sostenibilidad.
Ya veremos si estas alternativas o réplicas del aceite de palma pueden salir adelante y consolidarse en el mercado, de momento, podéis conocer más detalles del trabajo de Sun Bear Biofuture a través de su página oficial.
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