Después de contaros algo sobre la historia y las distintas recetas de pollo al ajillo que conocemos, os vamos a enseñar cómo preparamos habitualmente este delicioso plato tradicional de la cocina española. Además de los cuatro ingredientes básicos, nos gusta añadir hierbas aromáticas y un poco de vino o caldo, lo que da como resultado un sabor verdaderamente exquisito.
Esperamos que toméis nota de esta receta fácil de pollo al ajillo y que la pongáis en práctica, ya sea que tengáis vuestra propia receta familiar o que nunca antes hayáis cocinado este plato. Es una receta que siempre sale bien y se disfruta mucho. Se puede preparar con antelación y es fácil de calentar para disfrutarla como si estuviera recién hecha. Nos encantaría que compartierais vuestros trucos y consejos para hacer un pollo al ajillo que todos queramos repetir. ¡Os esperamos en la cocina!
Ingredientes (4 comensales)
- 8 muslos y/o contramuslos de pollo
- 1-2 cabezas de ajos
- 250 ml de vino blanco
- romero fresco
- tomillo fresco
- pimienta negra recién molida
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración
Puedes cocinar el pollo con piel o sin piel, como prefieras. Nosotros le quitamos la piel porque después no la comemos y así se dora directamente la carne, quedando más sabrosa.
Pela la mitad de los dientes de ajo y pícalos finos, al resto dales un golpe para que se rompan, pero se cocinarán en camisa. Ten preparado el vino, las hierbas aromáticas y la pimienta para cuando sea necesario.
Pon a calentar una cazuela con un fondo de aceite de oliva virgen extra, a una temperatura ligeramente superior a temperatura media. Añade los ajos en camisa. Sala las piezas de pollo e incorpóralas a la cazuela para dorarlas por todos los lados.
Los ajos ya han aromatizado el aceite y están dorados por fuera, así que retíralos a un plato, más tarde se volverán a incorporar. Continúa dorando el pollo y cuando esté listo, si lo consideras necesario retira un poco de aceite, a continuación añade el vino blanco, las hierbas aromáticas y la pimienta, baja el fuego, reincorpora los ajos en camisa, tapa y deja cocinar unos 30 minutos.
Pasada la mitad del tiempo, da la vuelta al pollo y comprueba como va la cocción. Cuando falten unos minutos para la media hora, si queda mucho vino sin evaporar, desencaja la tapa para que pueda salir vapor, aunque si prefieres que quede más jugo o salsa, puedes obviar este paso.
Cuando el pollo esté hecho (si es muy grande puede necesitar más de 30 minutos), incorpora los ajos picados y cocínalos a temperatura media-alta para que sigan aportando sabor y se doren. En cuanto cojan color, apaga el fuego, tapa la cazuela y deja reposar cinco minutos antes de servir.
Acabado y presentación
Sirve el pollo al ajillo con unas patatas fritas o asadas en airfryer, con una ensalada o con lo que te apetezca, y un buen pan para acompañar no puede faltar. ¡Buena cocina y buen provecho!