La EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) ha llevado a cabo una nueva evaluación de los riesgos del bisfenol A y a raíz de los resultados obtenidos, propone reducir la ingesta diaria tolerable de bisfenol A (BPA) de forma considerable. Recordemos que esta sustancia es un plastificador que ayuda a que los envases sean más flexibles, la pega es que puede migrar a líquidos o alimentos a través de un proceso denominado lixiviación, por el que el contenido del envase, actúa como un disolvente facilitando que algunos elementos químicos acaben integrándose en él.
Según los resultados de la reevaluación del CEF (Comisión Técnica de Contacto con Alimentos Materiales, Enzimas, Aromatizantes y Coadyuvantes de Elaboración), panel formado por un grupo de expertos en evaluación de riesgos alimentarios en relación a sustancias químicas, toxicológicas, epidemiológicas, microbiológicas, tecnológicas, etc., es necesario reducir la ingesta diaria tolerable (IDT) a 0,04 nanogramos por kilogramo de peso corporal. En la evaluación que realizó la agencia en el año 2015 se estableció para el bisfenol A una IDT de 4 microgramos por kilogramo de peso corporal por día, como se puede apreciar, se ha reducido considerablemente el valor diario admisible.
Los expertos explican que esta reducción es el resultado de la evaluación que se ha realizado de los estudios que se han hecho desde el año 2013 al año 2018 sobre los riesgos del bisfenol A y en especial aquellos relacionados con los efectos adversos que tiene para el sistema inmunológico. En los estudios que se han realizado con animales de laboratorio se ha observado un incremento de células T, que juegan un importante papel en el sistema inmunitario ayudando a las células B a producir anticuerpos. Los investigadores explican que el incremento de la producción de este tipo de glóbulos blancos puede causar el desarrollo de una inflamación pulmonar alérgica.
De momento, la propuesta que deberá trasladarse a la Comisión Europea, es un borrador con los resultados de una evaluación exhaustiva realizada durante varios años, los investigadores comentan que han utilizado un enfoque sistemático para seleccionar y evaluar la evidencia disponible, y los nuevos estudios científicos han sido de gran ayuda para abordar importantes incertidumbres sobre la toxicidad del BPA.
Hay que recordar que en otras investigaciones se apuntaba que se pueden encontrar residuos como microplásticos y nanoplásticos con compuestos utilizados en el envasado como, por ejemplo, el BPA. Estos residuos químicos pueden ser consumidos por animales marinos que pasan a sus tejidos y acaban en el ser humano a través de la cadena alimentaria, de ahí que se solicitara modificar la ingesta diaria tolerable, de ello hablábamos en este post. No sabemos si se ha tenido en cuenta esta posibilidad a la hora de presentar la nueva ingesta diaria tolerable, quizá se debería reducir aún más, pero, probablemente, lo mejor sería prohibir el uso del BPA.
Los pasos que se dan son lentos, recordemos que fue en 2006 cuando se evaluó la seguridad del bisfenol A para su uso en materiales que entraban en contacto con alimentos y bebidas, posteriormente se realizó una segunda evaluación en 2015. Hasta esa fecha, los investigadores del CEF explican que sólo se podía establecer una ingesta diaria tolerable de carácter temporal, ya que existían lagunas de conocimiento y era necesario llevar a cabo más estudios cuyos resultados las eliminaran. Pero la realidad es que hasta 2015 ya se habían presentado varios estudios advirtiendo sobre los riesgos de la presencia del plastificante en alimentos y bebidas, pero parece que para el CEF no era suficiente información.
Ahora, con más datos se ha podido llevar a cabo una evaluación más detallada que da como resultado reducir significativamente los valores diarios admisibles de BPA. Y la EFSA presenta sus conclusiones en un proyecto de dictamen científico, abierto a consulta pública hasta el próximo 8 de febrero de 2022, la agencia anima a todas las partes interesadas a contribuir dado su opinión. Quizá una próxima evaluación termine prohibiendo este plastificante definitivamente, todo dependerá de los nuevos estudios que se están llevando a cabo y los resultados que arrojen.
Foto 1 | Todd Morris