Hoy conocemos una investigación en la que se reafirma lo que ya se sabía hace tiempo, pero no había pruebas determinantes, y es que la ingesta de grasas insaturadas vegetales es muy beneficiosa para la salud. Los expertos de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), el Instituto Alemán de Nutrición Humana (Alemania) y otras universidades, concluyen que es necesario cambiar de una dieta rica en grasas animales saturadas, a una que contenga grasas insaturadas de origen vegetal, cambio que impacta significativamente la composición de las grasas en la sangre y, por tanto, en el riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo.
Los investigadores han demostrado con su estudio que es posible medir con precisión los cambios en la sangre que están relacionados con la dieta, y vincularlos directamente con el riesgo de enfermedades cardiovasculares y problemas como la diabetes tipo 2. Explican que el estudio confirma con total certeza los beneficios para la salud de una dieta rica en grasas vegetales insaturadas, comentando que los resultados pueden ser de gran ayuda a la hora de proporcionar asesoramiento dietético específico, y ensalzan los beneficios de seguir la Dieta Mediterránea.
Organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud) reafirman la importancia y necesidad de seguir una alimentación saludable para prevenir enfermedades crónicas, recomendando sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas de origen vegetal para reducir el riesgo cardiometabólico, es decir, la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas relacionados con el metabolismo. Sin embargo, y hasta el momento, la certeza de estas recomendaciones era moderada debido a las limitaciones de los estudios que se han realizado hasta la fecha.
En este nuevo trabajo, los expertos abordan esas limitaciones citadas mediante un análisis detallado de los lípidos presentes en la sangre, utilizando una técnica llamada lipidómica, que realiza un estudio detallado de los perfiles de lípidos (grasas) en las células, tejidos y órganos, y cómo cambian como respuesta a diferentes factores, como la dieta. Gracias a estas mediciones, los investigadores pudieron vincular claramente dieta y enfermedad, mediante una innovadora combinación de diferentes tipos de estudios. En este enfoque, los expertos han combinado estudios de intervención dietética donde las dietas están muy controladas, con estudios previos de cohorte (investigaciones en las que se sigue a un grupo específico de personas a lo largo del tiempo, o para observar cómo ciertos factores influyen en el desarrollo de determinadas enfermedades o condiciones de salud).
Parte del trabajo se llevó a cabo en la Universidad de Reading (Reino Unido), los expertos pusieron en marcha un estudio de intervención dietética con 113 personas durante un periodo de 16 semanas. Éstas se dividieron en dos grupos, el primer grupo siguió una dieta rica en grasas animales saturadas, el segundo grupo siguió una dieta rica en grasas vegetales insaturadas. Durante el tiempo del estudio, se analizaron muestras de sangre mediante lipidómica para identificar moléculas lipídicas concretas que reflejaran las distintas dietas.
Profundizando un poco en la lipidómica, se trata de una rama de la biología centrada en el estudio exhaustivo de los lípidos de un organismo, tejido o células, estos lípidos son moléculas grasas que juegan papeles importantes en diversas funciones biológicas, incluyendo la estructura de las membranas celulares, el almacenamiento de la energía y la señalización celular. Se utilizan tecnologías avanzadas para los estudios, como la espectrometría de masas y la cromatografía líquida, que permiten cuantificar la diversidad de lípidos en las muestras biológicas. Así, los expertos pueden comprender cómo los diferentes tipos de lípidos cambian en respuesta a factores como la dieta, enfermedades y otros estímulos ambientales.
La información obtenida a través de la lipidómica ayudo a los expertos a relacionar los cambios en los lípidos con el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Los investigadores explican que han logrado resumir los efectos sobre los lípidos en sangre con un índice multilipídico, medida que resume el perfil de lípidos en la sangre de una persona y que se calcula combinando varios tipos de ellos para proporcionar una visión integral de la salud lipídica de una persona. Los expertos explican que un índice multilipídico (MLS) alto muestra un perfil de grasa saludable en sangre, y llegar a este perfil alto se consigue con una ingesta alta de grasas vegetales insaturadas y una ingesta baja de grasas animales saturadas.
Los resultados obtenidos del índice multilipídico (MLS) del estudio de intervención dietética, se relacionaron estadísticamente con la aparición de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 en los estudios observacionales a gran escala. Estos estudios de cohorte siguieron a participantes que estaban sanos a lo largo de varios años y el análisis mostró que los participantes con un MLS más alto, tenían significativamente un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiometabólicas.
Sobre el análisis en personas que tenían niveles bajos en el índice multilipídico antes del ensayo, se constató que un cambio a una dieta más saludable, les beneficiaba significativamente. En este sentido, los expertos recomiendan la Dieta Mediterránea que es rica en grasas vegetales insaturadas, de hecho, en el análisis realizado al ensayo PREDIMED ((Prevención con Dieta Mediterránea) estudio clínico a gran escala que se llevó a cabo en España para investigar los efectos de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares), se descubrió que la prevención de la diabetes era más pronunciada en las personas con niveles bajos de MLS al inicio del estudio.
Los investigadores explican que la dieta es tan compleja, que a veces resulta difícil extraer evidencias concluyentes de un único estudio. La idea de utilizar la lipidómica para combinar estudios de intervención con dietas muy controladas, así como estudios de cohorte prospectivos con seguimiento de la salud a largo plazo, logra superar las limitaciones que existen actualmente en el campo de la investigación nutricional.
Podéis conocer más detalles de este interesante estudio a través de este artículo publicado en la página del DIFE (Instituto Alemán de Nutrición Humana), y más detallado en este artículo publicado en la revista Nature Medicine.
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