Hacer turrón de chocolate no es simplemente fundir las tabletas de chocolate compradas en el súper y añadir cereales como el arroz inflado, frutos secos como las avellanas o Lacasitos (y pensar que no hace tanto tiempo el turrón de Lacasitos era una innovación), aunque hay que decir que con esta simple fórmula funciona, también hay que reconocer que la textura del turrón no es como la que proporcionan los turrones más populares como el Suchard y compañía.
Así que os vamos a explicar el truco para que el turrón de chocolate no esté duro como una piedra y para potenciar su delicioso sabor, con variantes que dependerán de qué tipo de turrón de chocolate se quiera elaborar. Pero antes, comentemos que si un turrón que se hace simplemente con chocolate fundido y el añadido que elijamos, ofrece un resultado aceptable en cuanto a textura, es porque el propio chocolate ya tiene ingredientes que hacen que no esté excesivamente duro, como la manteca de cacao y la lecitina.
Pero, claro, una tableta de chocolate es fina y se agradece cierto crujiente, pero cuando hacemos una tableta de turrón es el doble o el triple de gruesa y queremos morder firme, pero sin que llegue a crujir. Por lo que se hace necesario añadir un ingrediente que suavice la textura del chocolate y sus complementos. Lo más habitual es añadir una grasa, como la manteca de cacao, con ella se suaviza la textura de la nueva tableta de chocolate que elaboramos y que nos gusta llamar ‘turrón’, sobre si lo es o no lo es ya lo debatimos aquí.
Quizá la manteca de cacao no es tan accesible en algunos comercios y un detalle más, apenas aporta sabor, por ello se ha evolucionado en la elaboración de turrones potenciando sabores especialmente de frutos secos. Así que nuestra recomendación actual para que el turrón de chocolate tenga la textura perfecta, es añadir mantecas o cremas de frutos secos, que hoy en día se encuentran en cualquier tienda de alimentación.
Y no sólo eso, ya sabréis que hacer manteca o crema de avellanas, de almendra, de anacardos, de pistacho, de nueces… es muy fácil, sólo hay que triturar el fruto seco hasta conseguir la textura de crema untable. En Gastronomía y Cía tenéis algunas recetas explicadas paso a paso y con imágenes, como esta receta de manteca de avellanas, y sabiendo hacer una, sabes hacer todas.
Así que ya conocemos el truco para hacer que el turrón de chocolate casero no esté como una piedra, se puede añadir manteca de cacao y manteca de frutos secos, y con esta última además potenciamos su sabor. Claro, conviene elegir el fruto seco que más nos interese según la combinación de sabores que queramos o que nos guste, la avellana es más sabrosa que el anacardo, por ejemplo.
Ahora bien, también hay otros ingredientes que favorecen la textura del turrón de chocolate y proporcionan un toque aún más goloso, y tenéis algunos ejemplos en nuestro recetario de turrones de chocolate. Añadir praliné de avellanas (o de otro fruto seco), además de cremosidad aporta textura y más dulzor, probadlo con esta receta de turrón de chocolate y avellanas. Y añadir Nutella o Nocilla, no hace falta que os digamos que aportará, además de la solicitada cremosidad al fundir el turrón de chocolate en el paladar.
Para que hagáis tantas pruebas y tantos turrones como os apetezca para esta Navidad, os recordamos que en este post tenéis 16 recetas de turrón de chocolate tradicionales y creativas, a cuál más rica, así que esperamos que además de darle uso, lo compartáis con vuestros seres queridos más golosos o apasionados de la cocina dulce.