Es muy habitual que cuando empiezan a subir las temperaturas a finales de primavera y principios de verano, los consumidores pasen sus tabletas de chocolate al frigorífico para favorecer su conservación. Y quien dice tabletas de chocolate, dice grajeas, chunks, gotas o cualquier otro formato.
La idea principal es que el chocolate no se ablande o derrita con el calor, y es que chocolate y verano son incompatibles en ciertos formatos. Por eso, hoy vamos a ver cómo conservar chocolate fácilmente para disfrutarlo en épocas de calor. Guardarlo en el frigorífico, ¿es realmente una buena decisión? Porque, no sólo se trata de que el chocolate no se derrita, los cambios de temperatura cambian también el aspecto y el sabor del chocolate.
Así que la respuesta de los maestros chocolateros es clara y directa, el chocolate no se debe guardar en la nevera o frigorífico y la razón es que la temperatura es demasiado baja para su conservación. Proporcionan varias razones que hacen que conservar el chocolate en el frigorífico no sea recomendable, pero también ofrecen información sobre cómo guardar el chocolate en la nevera (si no hay otro remedio) en las mejores condiciones.
Cuál es la mejor forma de conservar el chocolate
Los expertos recomiendan conservar el chocolate en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa, o incluso en un lugar oscuro, a una temperatura que ronde entre los 14º C y los 19º C y con una humedad inferior al 60%. Un armario de la cocina o de la despensa puede ser una buena opción en algunas épocas del año.
Pero en verano, cuando la temperatura ambiente puede llegar a los 30º C o más, el chocolate se debe acomodar en otro lugar. Hay quien recomienda guardar el chocolate en la nevera de vinos, pero, ¿cuántos disponemos en nuestro hogar de una nevera de vinos? Pues vamos a descubrir la alternativa.
– Además de conservar el chocolate entre los 14º C y 18º C, es importante evitar que se someta a fluctuaciones de temperatura, ya que puede aparecer la característica capa blanca conocida como flor de grasa, flor de azúcar, blooming o fat bloom. Esto sucede porque el calor derrite la grasa de la manteca de cacao y el frío la cristaliza, apareciendo así esas manchas blanquecinas. Esta alteración del chocolate no afecta a su seguridad ni varia excesivamente su sabor, pero su aspecto sí que cambia totalmente, así que lo ideal es que el chocolate no se enfrente a las variaciones de temperatura.
– Si se va a comprar chocolate en verano o se tiene que transportar por cualquier razón fuera de casa, se debe utilizar una bolsa térmica con gel refrigerante, así se mantendrá la temperatura. Pero hay que asegurarse de que el chocolate no entra en contacto directo con el gel refrigerante o el enfriador que se utilice, con el fin de evitar la humedad, que no beneficia nada al chocolate.
– Si no queda más remedio que guardar el chocolate en la nevera o frigorífico, se pueden seguir unas pautas que evitarán la condensación, la humedad y la absorción de olores. Se trata de envolver el producto con varias capas de papel de aluminio, por ejemplo, y después introducirlo en un recipiente hermético. Es muy importante que cuando se vaya a consumir o a utilizar chocolate que ha estado guardado en la nevera, no se abra inmediatamente porque aparecería la condensación, antes de desempaquetarlo se debe dejar que alcance la temperatura ambiente.
¿Qué otros consejos para conservar el chocolate en verano conocéis vosotros? Por nuestra parte, aportamos uno más, y es comprar chocolate en cantidades pequeñas, realizando la compra semanalmente facilitará que en casa disfrutemos del chocolate en su punto óptimo, teniendo también en cuenta que el comercio en el que lo compramos mantiene las condiciones que precisa el producto, claro está.