De nuevo fomentado por la comodidad, en los últimos tiempos ha aumentado el volumen de empresas que se dedican a la producción de kits de comida (meal kits) o de kits de recetas con todos los ingredientes preparados o semi preparados, para comercializar a domicilio con un sistema de suscripción que suele ser semanal o con la periodicidad elegida por el cliente.
Y decimos comodidad porque es lo que más se muestra e incluso se promueve, ‘kits de comida salvavidas’ para las personas que llegan a casa tarde y no tienen ganas de cocinar, o que no tienen tiempo para cocinar y comer, así que en cinco minutos pueden tener el plato de comida en la mesa.
No hay ninguna duda de que habrá muchas personas que por distintos motivos no pueden cocinar, por lo que el servicio de comidas preparadas a domicilio (no procedentes de restaurantes u otros establecimientos de hostelería, sino directamente de cocinas que se dedican a ello) les facilita poder comer más o menos bien cada día.
Además, muchas de las empresas que producen kits de comida dicen fomentar la alimentación saludable, a lo que hay que sumar que el precio de estos menús es más económico que el precio de la comida a domicilio de los restaurantes.
En cualquier caso, las personas con poco tiempo, a las que les supone un castigo cocinar, o las que necesitan que les preparen la comida porque ellas no pueden, deben tener en cuenta algunos consejos sobre la seguridad de estos kits de comida, pues ya conocemos los riesgos que puede suponer una mala manipulación de los alimentos, sean frescos o cocinados.
Para concienciar a los usuarios de servicios de suscripción de kits de comidas en relación a la seguridad e higiene alimentaria, la FDA ha elaborado un documento y el vídeo: ‘Pon atención a estas cinco señales de alerta si estás pensando en suscribirte a un servicio de kit de comidas’. Así que ofrece cinco consejos para elegir un servicio de kits de comida, que cumpla con las condiciones que garanticen la seguridad de los alimentos.
1. Investiga a la compañía antes de comprar. Incluso se puede llamar al servicio de atención al cliente para preguntar sobres sus prácticas de seguridad e higiene en la manipulación de los alimentos: Cómo mantienen la comida segura, cómo responden a la retirada del mercado de alimentos o a otro problema…
2. Lo ideal es elegir una empresa que permita rastrear el pedido desde que sale de su origen, hasta la puerta de casa. Si no se puede rastrear el pedido, no se puede saber cuánto tiempo han estado las comidas en el vehículo de reparto, lo que puede provocar que los alimentos se echen a perder.
3. A la recepción del paquete de comida, es necesario examinarlo y comprobar que el kit de comida está bien empaquetado, que el paquete no está dañado, que en el interior de la caja hay bolsas de hielo para mantener los alimentos perecederos fríos.
4. Mientras se retiran los paquetes de las distintas comidas de la caja, se debe revisar si hay indicios de contaminación cruzada. Los alimentos deben estar empaquetados individualmente, ninguno debe tener fugas o estar mojado.
5. Comprobar la temperatura de los alimentos, las proteínas como las carnes y el pescado deben llegar congelados o parcialmente congelados con cristales de hielo aún visibles, se recomienda utilizar un termómetro para alimentos para verificar que la temperatura está por debajo de los 4º C.
Si la temperatura de las proteínas está por encima de los 4º C, existe el riesgo que se estén estropeadas, aunque huelan bien y tengan buen aspecto. Y las frutas y verduras precortadas tienen que estar bien frías.
Foto | Marco Verch