Es el turno de las lasañas refrigeradas del supermercado, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha realizado un análisis comparativo para darnos otro de sus titulares: ‘Las mejores lasañas frescas del súper’. Y lo primero que os recomendamos leer si accedéis a su publicación, es la conclusión, lo más importante: No son para todos los días.
Claro, esto no significa que haya personas que cada día se comen una lasaña del supermercado, lo que hay que entender es que se debe cocinar en casa, no se puede comer un día lasaña del súper, otro día canelones, otro día pizza, otro día croquetas… y así semana tras semana. La Organización de Consumidores y Usuarios, hace bien en decir que este producto alimenticio puede ser una solución cómoda un día concreto, pero no hay que alimentarse a base de procesados o ultraprocesados de ningún comercio de alimentación.
Ahora bien, para esas ocasiones esporádicas en las que necesitas llevar el plato a la mesa en menos de cinco minutos y no tienes nada casero cocinado, puede que os guste saber cuáles son las lasañas de supermercado que han analizado y cuáles pueden ser la mejor elección por sus ingredientes, por la adición de aditivos, por su sabor y por su precio. Así que empecemos conociendo cuáles son las lasañas que han analizado.
La cocina de Aldi Lasaña Boloñesa
Alcampo Lasaña Boloñesa
El Corte Inglés Lasaña Boloñesa
Eroski Lasaña de Carne
Hacendado (Mercadona) Lasaña Boloñesa
Día al punto Lasaña Boloñesa
Dunany Lasagna Boloñesa
Listo para comer Lidl Lasaña Boloñesa Gratinada
Carrefour Lasaña Boloñesa
Casa Mas Lasaña de Carne
Estas diez lasañas son frescas y están disponibles en las neveras, no son congeladas, están envasadas en raciones individuales y se pueden calentar directamente en el microondas en 3 o 4 minutos, o en el horno unos 12 minutos, aunque todo depende del producto, en cada uno indican cómo se puede calentar y el tiempo que necesita.
La OCU ha destacado que las lasañas frescas que se encuentran en los supermercados tienen un aspecto similar al de las lasañas caseras, cosa que no suele suceder con las congeladas, por ello, es importante tener en cuenta que a pesar de su ‘buena pinta’, es comida procesada de elaboración industrial y entre sus ingredientes hay un exceso de sal y de aditivos. Así que hay que insistir, su consumo debe ser ocasional.
Para valorar la composición nutricional de estos precocinados, desgranan los siguientes datos que, si sois consumidores de lasaña fresca del supermercado, os gustará conocer: La ración media es de entre 350 y 400 gramos, aporta alrededor de 560 kilocalorías, y éstas proceden principalmente de las grasas y de los hidratos de carbono.
La media de hidratos de carbono es de unos 40 gramos por porción, procede de la pasta y de la harina de la bechamel principalmente. Esta sencilla y deliciosa salsa blanca que se elabora con harina, leche y mantequilla, según la OCU, en nueve de las diez marcas analizadas utilizan otra grasa, sólo utiliza mantequilla la lasaña de Dunany. Pero no es cierto, hemos encontrado una foto de la tabla de ingredientes de la lasaña de Hacendado (podéis verla más abajo) y vemos que la bechamel está hecha con mantequilla.
No podemos comprobar el resto de marcas, pero es bueno saber que hay errores. Es por ello que tantas veces os comentamos que aunque se realicen este tipo de análisis, no hay que tomarlos del todo en serio, desconocemos si hay ciertos intereses, o si se supervisan los resultados… pero sí pueden servir de orientación para que los propios consumidores realicemos nuestras valoraciones.
Continuemos, según este análisis comparativo de lasañas frescas de la OCU, la media de proteína de una ración ronda los 28 gramos, y la sal es excesiva, está entre los 2’8 y los 4’2 gramos. Si la OMS recomienda no superar los 5 gramos de sal al día, con esta comida es no es fácil no sobrepasar ese límite. No obstante, el tema de la sal es complicado, tendríamos que poder controlar con más precisión el uso de la sal cuando cocinamos en casa, imaginad en una lasaña, una pizca de sal en la pasta, otra pizca en la carne, otra pizca en la salsa… ¿sumamos?
Hablando de aditivos, según el análisis, la mayoría de estas lasañas tienen muchos más de los deseables, hasta una decena, son conservantes, colorantes, emulsionantes, agentes de textura, acidificantes, antioxidantes… Y sobre los azúcares, aunque es una comida salada ya sabéis que también añaden azúcar y hay marcas que alcanzan los 18 gramos por ración.
Para conocer al detalle la valoración de cada marca de lasaña de supermercado hay que ser socio de la OCU, pero en su nota de prensa facilitan las tres lasañas que han resultado mejor valoradas en el análisis nutricional y en la cata realizada por cocineros profesionales, si os interesa, tomad nota:
Lasaña boloñesa de Hacendado. Precio: 2,65 euros/envase 350 gramos. A favor: La única lasaña sin aditivos; y muy buena valoración en degustación. En contra: La cantidad de sal podría ser menor.
Lasaña boloñesa Dunany. Precio: 2,75 euros/envase de 350 gramos. A favor: La única lasaña que emplea mantequilla; muy buena valoración en degustación; buen procesado. En contra: Bastante sal y aditivos.
El Corte Inglés. Precio: 2,97 euros/envase de 400 gramos. A favor: La mejor nota en degustación; su grado de procesado es aceptable. En contra: Demasiados aditivos, la cantidad de sal podría ser menor.
Si queréis conocer más detalles, podéis acceder a la nota publicada por la OCU a través de este enlace.