Según Good Food Institute (GFI), organización que se dedica a trabajar con empresas, investigadores e inversores en el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente, es necesario diversificar el suministro de proteínas de Europa como estrategia para abordar diferentes desafíos globales, como la mejora de la salud a través de la dieta, la resistencia de las bacterias a los antibióticos, el cambio climático o el creciente riesgo de pandemias, entre otros.
Es por ello que según el GFI, es necesario incrementar en la dieta los alimentos de origen vegetal, y en este sentido, la denominada ‘carne’ de origen vegetal desempeña un papel clave en esta transición. A medida que los gobiernos buscan soluciones para abordar los citados desafíos, la producción basada en alimentos vegetales se perfila como un pilar esencial en sus estrategias, y por ello es necesario aumentar el valor nutricional de la ‘carne’ vegetal, por lo que los productores lanzan productos innovadores con formulaciones ricas en nutrientes, respaldando así las iniciativas ambientales y de salud.
Un reciente informe del Good Food Institute (GFI) Europa explora detalladamente la calidad nutricional de la ‘carne’ de origen vegetal, recordemos que otras investigaciones como la realizada hace un par de años por expertos de la Universidad de Duke (Estados Unidos), apuntaba que la “carne” vegetal difiere mucho de la carne tradicional a nivel nutricional. A esta investigación podemos sumar otra realizada por investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), en la que se concluía que muchos alimentos procesados vegetarianos presentados como sustitutos de la carne, tienen una baja calidad nutricional.
El caso es que según el informe de esta organización, la alternativa vegetal a la carne se presenta como una fuente relevante de fibra y proteínas, y con un contenido significativamente menor de grasas saturadas en comparación con los productos animales, sin embargo, no se habla del exceso de sal o de los múltiples procesos a los que se someten estos alimentos. En investigaciones anteriores se ha sugerido que sustituir la carne de origen animal por alternativas de origen vegetal podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, principal causa de muerte en Europa, así como disminuir el riesgo de padecer cáncer de intestino, segunda causa de muerte por cáncer en Europa. En el informe se destaca que el consumo de la “carne” vegetal contribuye a mejorar la salud intestinal y favorece el mantenimiento de un peso saludable.
Anthony Warner, científico alimentario y chef de desarrollo en New Food Innovation, destaca la importancia de los productos cárnicos de origen vegetal en la transición hacia un consumo bajo en carne, considerando que es un desafío crucial para el sistema alimentario mundial. En este sentido hay que destacar que algunas empresas europeas están trabajando y concentrando sus esfuerzos en el desarrollo de nuevas “carnes vegetales”, pero con un particular enfoque en la salud.
Un ejemplo que se puede citar es Heura, una empresa española que ofrece diversos productos alternativos a la carne a los que se les integran micronutrientes como la vitamina B12 y el hierro. Por cierto, recordemos que en 2018 la empresa Moving Mountains Foods presentó una hamburguesa 100% vegetal inspirada en la hamburguesa Beyond Burger de Beyond Meat, pero enriquecida con diferentes nutrientes como la vitamina B12. Tres años después fue Beyond Meat la que presentó su hamburguesa icono enriquecida con vitamina B12 y minerales, con el propósito de que se pareciera más a la carne de origen animal a nivel nutricional y organoléptico.
Enriquecer los alimentos vegetales ofrece oportunidades significativas para mejorar la biodisponibilidad de nutrientes esenciales, pero existen varios desafíos que se deben superar, como los costes de producción u obtener una certificación ecológica, y en ello están trabajando estas empresas. En definitiva, el informe de GFI destaca la importancia de que las empresas de alimentos vegetales alternativos a la carne sigan explorando el modo de mejorar la composición nutricional de sus productos, que promuevan la inversión gubernamental en investigación y fomenten la diversificación de cultivos e innovaciones tecnológicas.
Estos esfuerzos no sólo podrían aumentar la funcionalidad y el valor nutricional de los productos, también respaldarían las investigaciones sobre el impacto de estas alternativas alimentarias en la salud pública, lo que fortalecería la base científica sobre su papel en la alimentación del futuro. A través de este artículo publicado en la página de Good Food Institute Europe podréis leer el resumen del estudio, pero también acceder al documento completo titulado “La carne de origen vegetal y la salud en Europa. Una revisión de la evidencia actual, las prioridades clave y las preguntas frecuentes.”