La Organización Mundial de Sanidad Animal (World Organisation for Animal Health) ha realizado un llamamiento en el que se insta a la industria animal y a los veterinarios, a que cumplan sus compromisos con el uso de determinados fármacos en los animales productores de alimentos. La razón es simple, la resistencia de las bacterias a los antibióticos y cómo este problema puede acabar con unos medicamentos que son de importancia crítica para la salud humana.
Sobre este tema hemos hablado en varias ocasiones, muchas organizaciones y agencias de salud y seguridad alimentaria de diferentes países del mundo denuncian que se debe mostrar una postura firme y decir no al uso de antibióticos como promotores del crecimiento de los animales de granja. Para entender un poco mejor el problema, os recomendamos acceder a este post en el que se respondían algunas preguntas, ¿cómo afectan las bacterias resistentes a los antibióticos a la seguridad alimentaria? o ¿cómo este tipo de bacterias se han convertido en una amenaza a la salud mundial, el medio de vida y la seguridad alimentaria?
Los antibióticos son muy importantes para el tratamiento de enfermedades de seres humanos, animales y plantas, pero se deben aplicar de forma responsable y sólo cuando realmente son necesarios. Sin embargo, los fármacos son utilizados para mejorar el rendimiento de la producción animal o para compensar la mala crianza de los animales, es lo que se conoce como el uso de antibióticos con fines no terapéuticos, algo contra lo que luchan organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El caso es que parece que a algunos países les cuesta tomar conciencia del problema, un ejemplo que se puede citar es la India, o Estados Unidos, donde no se ha prohibido esta práctica y la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación) únicamente proporciona recomendaciones para limitar el uso de los fármacos, nada que ver con lo que ocurre en Europa, aunque a pesar de que el tema está regulado por legislación, los datos muestran que el nivel de resistencia a los antibióticos de las bacterias transmitidas por los alimentos en la Unión Europea es elevado.
Volviendo a la noticia, la World Organisation for Animal Health (WOAH) ha instado a sus miembros a que restrinjan de manera estricta el uso de antibióticos sólo a fines médicos, llevando a cabo una prohibición total de su uso como promotores del crecimiento. Esto se inicia con la eliminación de esos fármacos que son de importancia crítica para la salud humana, pero, lamentablemente, casi el 20% de los países asociados a WOAH, informan que se siguen utilizando antibióticos como promotores del crecimiento. Según los datos, de este grupo, se calcula que el 76% aún no ha llevado a cabo ningún análisis preliminar de riesgos, además, al menos un 11% de estos países utilizan antibióticos de gran importancia y prioridad para la medicina humana como promotores del crecimiento como, por ejemplo, la colistina.
Aproximadamente el 50% de los países que utilizan antibióticos como promotores de crecimiento carecen de un marco regulatorio actualizado, otro dato, en algunos países algunos aditivos alimentarios destinados a mejorar la productividad animal, no indican la presencia de dosis reducidas de estos fármacos en su etiquetado. Estas prácticas no cumplen con los estándares internacionales la Organización Mundial de Sanidad Animal, ni con el plan de acción global contra las bacterias resistentes a los antibióticos, por eso se hace un llamamiento urgente a las autoridades pertinentes y a la industria ganadera, para que asuman sus responsabilidades y eliminen gradualmente el uso de estos fármacos si no es para fines sanitarios.
Las normativas de esta organización establecen una clara distinción entre el uso médico veterinario de los antibióticos, que se limita al tratamiento, control y, cuando es necesario, a la prevención de enfermedades infecciosas, y el uso médico no veterinario. La administración de fármacos con fines de crecimiento o para compensar la mala crianza debería estar prohibido en todos los países del mundo, ya que existe un riesgo real de que los seres humanos contraigan enfermedades causadas por bacterias resistentes a los antibióticos que son imposibles de tratar, de hecho, los datos muestran que mueren cientos de miles de personas en todo el mundo por este problema.
Según explica la FAO, hasta la fecha sólo 89 países tienen un sistema para recopilar datos sobre el uso de los fármacos en los animales de granja, algo que sirve de poco, siendo necesario poner en marcha una legislación que prohíba el uso de estos fármacos en los países donde se siguen utilizando con fines no terapéuticos. En Alemania, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura financia un proyecto de investigación enfocado en minimizar el uso de antibióticos, manteniendo al mismo tiempo altos estándares de bienestar animal, en cambio, países como la India, en la avicultura hacen un uso indiscriminado y proporcionan a las aves colistina, un antibiótico considerado de último recurso que se emplea en pollos sanos para evitar que enfermen y también como promotor del crecimiento, poniendo en riesgo la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo mundial.
Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la página web de la WHOA, además, os recomendamos acceder a este enlace donde aparecen todos los artículos relacionados con este tema, para tener una mayor comprensión de este grave problema.