La propuesta de la CE para reducir el uso de pesticidas en la Unión Europea ha sido rechazada por los eurodiputados, recordemos que se trata de un componente crucial del Pacto Verde Europeo. Para muchos, esta decisión marca un retroceso significativo en los esfuerzos colectivos por preservar el medio ambiente, garantizar prácticas agrícolas sostenibles y mejorar la calidad de los alimentos que se producen.
Para organizaciones ecologistas, asociaciones de consumidores y demás, ha resultado desalentador ver que a pesar del consenso científico existente sobre la necesidad de reducir gradualmente los pesticidas, la propuesta inicial de la Comisión Europea (de ella hablábamos aquí) ha sido “diluida” a base de enmiendas que han logrado eliminar objetivos y reglas vinculantes. Se trata del resultado de los esfuerzos que ha realizado en gran medida el lobby de la agroindustria, demostrando que tiene mucho más peso el interés económico que la seguridad alimentaria y la salud del medio ambiente.
Algunos eurodiputados consideran que se trata de un día negro para una parte de los agricultores concienciados con el problema, y por supuesto, también para el medio ambiente, y es que no tiene sentido ignorar el consenso científico y público sobre la necesidad de transformar nuestro sistema alimentario para que sea más sostenible y de calidad. El rechazo es lamentable y plantea interrogantes acerca del compromiso real de la estrategia del Campo a la Mesa de la UE, así como el plan para llevar a cabo la transición a sistemas alimentarios que sean más sostenibles.
No parece tener mucho sentido que se ignore a la comunidad científica y a los ciudadanos europeos, los eurodiputados han decidido ponerse del lado de la agroindustria socavando los esfuerzos para abordar la crisis de la biodiversidad y sembrando las dudas sobre ese proyecto de un futuro alimentario sostenible en la Unión Europea.
El caso es que el lobby agrícola comunitario ha celebrado el rechazo de la propuesta de la CE para reducir el uso de pesticidas, siendo algo que sugiere una total falta de compromiso con la protección del medio ambiente, con la seguridad alimentaria y con el deseo de los consumidores europeos. La realidad es que es esencial encontrar un equilibrio entre las necesidades de los agricultores y la urgencia de abordar los desafíos ambientales actuales, no se pueden adoptar posturas extremistas y en lugar de rechazar la propuesta como se ha hecho, se deberían buscar soluciones colaborativas e innovadoras.
Las organizaciones agrícolas han destacado la importancia de considerar las consecuencias y desventajas de los objetivos de reducción de pesticidas para toda la cadena alimentaria, pero la CE ya apuntó en su momento, que antes de eliminar completamente las soluciones fitosanitarias, se buscarían alternativas viables, algo que no parece interesar y en especial a la industria de los productos fitosanitarios. En definitiva y como hemos comentado, la decisión de los eurodiputados supone un revés preocupante en las políticas para llevar a cabo prácticas agrícolas más sostenibles.
A través de este artículo publicado en la página del Parlamento Europeo, podréis conocer los detalles del rechazo de la propuesta de la Comisión Europea sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios.
Foto 2 | Chafer Machinery