El pasado día 8 de septiembre, el Parlamento Europeo aprobó una moción para votar en contra de la renovación del permiso de uso del glifosato en la Unión Europea, algo que aplauden quienes están en contra del uso del herbicida, como Foodwatch, Greenpeace y otras organizaciones ambientales y de consumidores, por los supuestos perjuicios que supone para el medio ambiente, los animales y los seres humanos.
Merece la pena recordar que el pasado mes de julio la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) dio a conocer los resultados de la evaluación sobre el impacto del glifosato en la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente, determinando que no identificaba áreas críticas de preocupación, pero reconociendo que existen lagunas de datos y que es necesario realizar más estudios.
La revisión realizada por la EFSA sobre el glifosato ha dado como resultado una evaluación favorable al herbicida, además, la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) reafirma que el glifosato no cumple con los criterios científicos para ser clasificado como sustancia cancerígena, mutagénica o reprotóxica, algo que mantiene desde hace años. En ambos casos se habla de la existencia de lagunas de conocimiento, sin embargo, no se aplica el principio de precaución.
Es interesante saber que el principio de precaución en la Unión Europea se menciona en el artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, y su cometido es garantizar un elevado nivel de protección del medio ambiente adoptando decisiones preventivas si existe un posible riesgo. Además, en la práctica, la aplicación de este principio es más amplia y se extiende a la legislación comunitaria relativa a los alimentos, y la salud humana, animal y vegetal. Las lagunas de conocimiento son un argumento de peso para aplicar el principio de precaución, a esto hay que sumar varios estudios científicos que han señalado riesgos para la salud relacionados con este herbicida, aunque parece que estos estudios se desestiman.
Organizaciones como Foodwatch llevan años haciendo campaña para que el glifosato no se utilice en suelo comunitario y no esté presente en la cadena alimentaria. Por ello, se celebra la moción, aunque es probable que sea una alegría corta y probablemente no sirva de nada, recordemos que países, organizaciones agrarias como Copa-Cocega, así como empresas interesadas, luchan desde hace años por mantener el uso del controvertido herbicida.
Dentro de un par de días (15 de septiembre) se realizará un debate sobre la propuesta para ampliar el permiso de uso del glifosato otros 15 años, posteriormente, concretamente el 12 de octubre, se volverá a debatir el tema y se incluirá la votación de la propuesta, es decir, en octubre se decidirá si se amplía o no el permiso de uso.
Varias organizaciones ambientales y de consumidores se hacen eco de la moción y realizan un llamamiento para que se vele por la salud de los consumidores europeos y del medioambiente, se pide que no se ignore la documentación científica que señala diferentes riesgos asociados al glifosato. En el caso de los Países Bajos, Foodwatch lleva a cabo una campaña de recogida de firmas para solicitar al Gobierno que se posicione en contra de su uso, aunque anteriormente el gobierno dejaba clara su postura a favor.
Algunos se preguntan cuál va a ser el futuro del glifosato en suelo comunitario, en nuestra opinión parece evidente que la ampliación del permiso será una realidad, ya que la EFSA, la ECHA, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR) y otras muchas organizaciones respaldan su uso, ignorando las lagunas de conocimiento y, por supuesto, el principio de precaución. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la página oficial de Foodwatch.