Durante los últimos años ha adquirido especial relevancia mantener un equilibrio saludable de la flora bacteriana, y en este sentido, los probióticos y los prebióticos han destacado como elementos clave que contribuyen a este objetivo. Sin embargo, existe un término que combina lo mejor de cada uno, hablamos de los simbióticos, productos que conjugan en una sola formulación probióticos y prebióticos.
Como ya hemos explicado anteriormente, los probióticos son microorganismos vivos que, consumidos en cantidades adecuadas, establecen una microbiota intestinal equilibrada, lo que deriva en beneficios para la salud. Los prebióticos son ingredientes no digeribles, que estimulan de forma selectiva el crecimiento y la actividad de aquellas especies bacterianas beneficiosas que están presentes en la flora intestinal.
Los beneficios de combinar probióticos y prebióticos para la salud son notables, los simbióticos promueven un ambiente óptimo para el crecimiento de las bacterias beneficiosas de nuestro sistema digestivo, lo que ayuda a equilibrar la microbiota intestinal, mejorar la digestión, la capacidad para absorber los nutrientes, el fortalecimiento del sistema inmunológico, etc. El término simbiótico fue utilizado por primera vez en el año 1995 por dos investigadores para referirse a la combinación de probiótico y prebiótico, pero no fue hasta el año 2019 cuando se actualizó la definición y aplicaciones de los nuevos compuestos.
Los simbióticos contribuyen a aliviar los síntomas de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, o la enfermedad inflamatoria intestinal, tienen la capacidad de reducir la inflamación y agilizar y mejorar las funciones intestinales. Refuerzan el sistema inmunológico gracias a su capacidad para equilibrar la microbiota y las funciones de la barrera intestinal. Pueden mejorar la salud mental, ya que existen evidencias de la conexión existente entre el intestino y el cerebro (eje intestino-cerebro), es decir, si mejora la salud intestinal, se obtienen beneficios en el estado de ánimo y la salud mental.
Los expertos comentan que los simbióticos son una herramienta eficaz para mantener un equilibrio saludable de la microbiota intestinal, ya que ayudan a repoblar el intestino con bacterias beneficiosas gracias a que aportan los nutrientes necesarios para su crecimiento y actividad. De ahí que para algunas personas, los simbióticos sean en una opción popular para promover la salud y el bienestar en general, pero siempre es necesario, a la hora de incluirlos en la dieta diaria, consultar con los profesionales de la salud para determinar la mejor opción y la dosis adecuada.
De todos modos, hay que seguir también otras reglas indispensables, como llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente y en general, seguir un estilo de vida saludable. Además, otras opciones están tomando impulso como, por ejemplo, los postbióticos, considerados una alternativa a los probióticos y prebióticos, pero también a los simbióticos.
Recordemos que los postbióticos son componentes activos presentes en bacterias beneficiosas o que han sido producidos por ellas, por ejemplo, lípidos, proteínas, enzimas o polisacáridos, entre otros elementos. Algunas de estas sustancias ofrecen los beneficios antes descritos de los simbióticos, favorecen la asimilación de nutrientes, contribuyen a mejorar y reforzar la barrera intestinal, mejoran el sistema inmunológico y protegen contra la acción de los microorganismos patógenos.
El caso es que el mercado de alimentos simbióticos ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, y es que cada vez más personas reconocen la importancia de mantener una microbiota intestinal equilibrada para gozar de mayor salud. Pero es esencial elegir productos de alta calidad y asegurarse de que realmente contengan cepas probióticas y prebióticas en las cantidades adecuadas, una buena alternativa son los alimentos fermentados, como el chucrut, el kimchi, el miso y el tempeh.