Sabemos que abusar del consumo de sal tiene diversas consecuencias para la salud, se asocia a problemas cardiovasculares, problemas gástricos, osteoporosis, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular o diferentes tipos de cáncer. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia), concluye que una dieta rica en sal favorece el aumento del estrés, lo que amplía aún más los problemas de salud que se asocian al consumo elevado de sal.
En la investigación se trabajó con dos grupos de roedores de laboratorio, ya que generalmente su alimentación tiene un contenido reducido en sal. Durante un periodo de ocho semanas, a un primer grupo de animales se le proporcionó una dieta normal y habitual, y a un segundo grupo se le proporcionó una dieta a base de alimentos con alto contenido en sal, a fin de reflejar la ingesta típica de sal en los seres humanos.
Los resultados de la investigación muestran que en un estado de reposo, un elevado consumo de sal aumentaba los niveles de la hormona del estrés (cortisol en seres humanos y corticosterona en los roedores), hormona responsable de funciones celulares importantes implicadas en el sistema cardiovascular, cognitivo, metabólico o inmunitario. Pero también se observó que la respuesta hormonal de los ratones al estrés ambiental (elementos o situaciones que son percibidas como peligro y amenazan el bienestar) era el doble que la respuesta de los ratones que seguían la dieta normal.
Los expertos comentan que el consumo de sal incrementó la actividad de los genes que producen diferentes proteínas en el cerebro (glucocorticoides) y que son responsables de la respuesta del organismo al estrés. Se apunta que una dieta alta en sal puede ser una causa importante de la modificación del comportamiento, al menos así se aprecia en los roedores, por lo que existe una justificación para una nueva investigación con seres humanos, ya que los cambios perjudiciales en la salud del cerebro como respuesta a una dieta rica en sal, puede tener importantes consecuencias en la vida.
De hecho, los investigadores explican que ya se están realizando nuevos estudios para determinar si el elevado consumo de sal puede conducir a otros cambios del comportamiento, haciendo que el individuo esté más ansioso y sea más agresivo. Los expertos explican que somos lo que comemos, por lo que comprender cómo los alimentos ricos en sal pueden modificar la salud mental, es un paso importante para mejorar el bienestar.
Este estudio se relaciona con otros similares como esta investigación realizada por expertos de la Universidad Atlántica de Florida, en la que se sugería que un elevado consumo de alimentos ultraprocesados se asociaba a una peor salud mental, recordemos que la mayoría de alimentos ultraprocesados tienen niveles elevados de sal, por lo que el nuevo trabajo no hace más que respaldar y añadir información de valor al estudio de la mencionada universidad.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación realizada por los expertos de la Universidad de Edimburgo a través de este artículo publicado en la revista científica Cardiovascular Research.