La empresa israelí Forsea Foods ha sentado las bases para llevar a cabo una producción de filetes de pescado a partir de la técnica para cultivar organoides, se trata de un paso más en la evolución de la elaboración de alimentos a partir del cultivo celular. El enfoque es novedoso, ya que permite simplificar el proceso para cultivar células animales en biorreactores y facilitar el ensamblaje y la presentación en cortes y filetes.
El cultivo de organoides es habitual en los laboratorios para estudiar enfermedades y sus tratamientos, de hecho, en la actualidad se utilizan en el estudio del cáncer para conocer la respuesta de un tumor ante determinados tratamientos o fármacos. Aquí explican que un organoide es una versión miniaturizada y simplificada de un órgano producido in vitro en tres dimensiones que se ha producido a partir de tejidos o células madre, y que pueden auto organizarse en cultivo tridimensional debido a sus capacidades de autor, renovación y diferenciación.
En el caso de los productos del mar, los responsables de la empresa comentan que los cultivos de tejido 3D auto organizados pueden crecer como estructuras tridimensionales del mismo modo que crecerían en un animal vivo. Un ambiente ideal para el crecimiento de los organoides permite que las células de, por ejemplo, peces, formen una composición natural de grasa y músculo nativos, lo que facilita desarrollar un producto final como son los filetes de pescado.
En el campo de la acuicultura celular la técnica es diferenciadora, la mayoría de empresas del sector seleccionan una línea celular y cultivan las células animales en biorreactores, facilitando su proliferación y creando grandes cantidades de células. Posteriormente se trasladan a un nuevo entorno para que se activen y diferencien en distintos tipos de células que formarán grasa y músculo mediante cambios en el andamiaje y la composición del medio en el que se desarrollan.
En cambio, la tecnología que utiliza esta empresa tiene diferentes ventajas y la más destacable es que no necesita andamiaje para que las diferentes células interactúen en un entorno 3D. Los expertos explican que mientras el cultivo de células se centra en gran medida en un sistema de diferenciación dirigido, en el que las células reciben señales para diferenciarse en tipos específicos que luego se combinan en un andamio, el sistema basado en organoides hace crecer un conjunto de varias células diferentes en la etapa inicial del proceso, produciéndose una organización celular autónoma y en su estructura innata.
Como hemos comentado, Forsea Foods no utiliza técnicas de diferenciación dirigida, por lo que otra ventaja es que se reduce la cantidad del medio de crecimiento que se necesita, que supone un gasto importante para las empresas que trabajan en la agricultura celular. Según la empresa, las células que crecen dentro de los organoides utilizan la nutrición que se les proporciona para sintetizar los factores de crecimiento, en el caso de algunos factores que son muy costosos, han descubierto que pueden ahorrar hasta un 90% de su uso, lo que supone un ahorro importante.
De este modo se pueden producir productos del mar de cultivo celular que son idénticos a los tradicionales a nivel nutricional, y ofrecen las mismas características organolépticas, pero sin los inconvenientes de la sobreexplotación pesquera, sin la contaminación por metilmercurio u otros contaminantes, sin la presencia de nanoplásticos y microplásticos, etc. Aquí explican que Forsea Foods ya está preparada para lanzar sus primeros productos al mercado y empezará con carne de anguila de agua dulce de cultivo celular. La razón es que se trata de una especie que la sobrepesca ha llevado al peligro de extinción, es una carne codiciada en Asia hasta el punto de que existe una gran brecha entre la oferta y la demanda de anguilas que la acuicultura tradicional no puede satisfacer, a esto hay que sumar que Europa ha prohibido la exportación de anguilas o sus subproductos. En definitiva, todo parece ser favorable para la introducción de este primer producto, ¿pero lo aceptarán los asiáticos?
La agricultura y acuicultura celular tienen un gran futuro, la situación medioambiental, la falta de tierras y de recursos, así como otros problemas actuales, hacen que se perfile como unas de las industrias que lograrán contribuir de forma significativa a garantizar la seguridad alimentaria en las próximas décadas. Podéis conocer más detalles del trabajo de Forsea Foods a través de su web.