Son muchos los estudios que han demostrado los beneficios del consumo de alimentos y bebidas probióticas, como sabemos, se trata de productos alimenticios en cuya composición se han integrado microorganismos vivos y que una vez llegan al intestino, alteran y mejoran la microbiota intestinal. Por desgracia, una buena parte de los microorganismos probióticos consumidos en suplementos o alimentos mueren al contacto con los ácidos estomacales, impidiendo que puedan llegar a los intestinos y brindar sus beneficios. Pero un grupo de expertos de la Universidad Tecnológica Nanyang (Singapur) ha logrado desarrollar un nuevo recubrimiento que facilita la llegada de bacterias probióticas al tracto intestinal, lo que incrementará significativamente su acción y beneficios.
Recordemos que entre algunos de los beneficios que se atribuyen a los probióticos se pueden citar la estimulación del sistema inmunológico, el tratamiento de problemas como el síndrome del intestino irritable, la diarrea, la reducción de la inflamación intestinal, la reducción de molestias gastrointestinales, etc. Aunque también es cierto que algunas afirmaciones requieren de un mayor respaldo con nuevos estudios y ensayos científicos.
Los expertos comentan que la mayoría de los microorganismos probióticos mueren al cabo de 30 minutos tras llegar al estómago, por lo que obviamente se reducen los efectos positivos que brindan los alimentos probióticos. Por esta razón se inició una investigación, con el objetivo de aumentar la supervivencia de los microorganismos y facilitar que llegaran a su destino, el tracto digestivo.
Los investigadores iniciaron el cultivo de Lacticaseibacillus casei, bacterias probióticas que fueron lavadas con una solución salina y posteriormente recubiertas con alginato, un polisacárido obtenido de las algas pardas de la clase Phaeophyceae. También se añadieron azúcares al alginato a fin de proteger a las bacterias probióticas durante el proceso de recubrimiento, y se añadieron iones de calcio para proteger el recubrimiento y evitar su degradación durante su paso a través del estómago.
En un siguiente proceso denominado secado por aspersión, utilizado para producir polvo seco a partir de líquidos mediante el secado rápido, los microorganismos se convirtieron en un polvo del que se asegura que permanece viable hasta ocho semanas si se refrigera. Los expertos llevaron a cabo varios experimentos que simulan el viaje de estas bacterias con el nuevo recubrimiento a través del tracto intestinal, donde sólo se liberan cuando llegan al intestino delgado, debido a que el recubrimiento se descompone en reacción a los iones de fosfato presentes en grandes cantidades en el intestino delgado.
Los resultados han sido muy satisfactorios, ya que se logró que toda la carga de microorganismos sobreviviera y llegara a su destino sin problema. Hay que apuntar que los Lacticaseibacillus casei son bacterias probióticas muy resistentes, donde un alto porcentaje logra sobrevivir a los jugos gástricos, biliares, etc., en su viaje hacia el intestino delgado. Decimos esto porque se deberán realizar nuevas pruebas con microorganismos que no sean resistentes a las condiciones del estómago, además, serán necesarios ensayos con seres humanos, ya que los resultados podrían diferir de los obtenidos en los entornos recreados.
Los investigadores comentan que esta tecnología es versátil, ya que el nuevo recubrimiento se puede integrar en diferentes alimentos, bebidas y suplementos, hay que destacar que a pesar de no haber concluido todas las pruebas, ya se ha realizado una solicitud de patente para el nuevo revestimiento. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página de la Universidad Tecnológica Nanyang, y en este otro (Pdf) de la revista científica Carbohydrate Polymers.