Algunos estudios como este, elaborado por expertos de la Universidad de Sidney y de la Universidad de Curtin, concluían que algunos segmentos de edad y dependiendo del país, no están preparados para el consumo de carne de cultivo celular, siendo la principal razón que se apuntaba la falta de conocimiento sobre cómo ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, cómo mejora el bienestar animal, cómo se reduce el gasto de recursos, etc. Otras cuestiones que también se deben señalar son la transparencia informativa, las cualidades organolépticas, el precio…
Se sabe que la aceptación de la carne de cultivo celular depende de los consumidores, por ello, expertos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Novia (Finlandia), han realizado un estudio que tenía como cometido conocer las razones por las que los consumidores pueden aceptar o rechazar la carne de cultivo. Según los resultados, uno de los principales factores que afectan a la aceptación de este nuevo alimento son las preocupaciones éticas y medioambientales.
En este trabajo se han recopilado los datos de 43 artículos científicos para poder sintetizar el conocimiento existente sobre los factores que afectan a la aceptación de las tecnologías relacionadas con la carne de cultivo. Según esta información, existen siete factores relacionados con la aceptación, la percepción de los riesgos y beneficios, la conciencia pública, las preocupaciones éticas y medioambientales, los factores personales, el carácter emocional, las propiedades y cualidades de la carne, y la disponibilidad existente de alternativas a la carne tradicional.
De todos estos factores, parece ser que el de mayor importancia son las preocupaciones éticas y medioambientales, ya que estimulan el deseo de preservar el medioambiente. Los consumidores se animan a aceptar nuevos sistemas de producción de alimentos que son más sostenibles, de hecho, esta preocupación hace que se esté dispuesto a pagar un precio más elevado por este tipo de alimentos que sustituyen a la carne tradicional y no es algo que se relacione exclusivamente con la carne de cultivo celular, también co las denominadas “carnes vegetales”.
Pero lo cierto es que los resultados del estudio indican que sólo las ventajas ambientales no parecen ser una motivación de peso para compensar los riesgos que se perciben en la tecnología que elabora este alimento. Siguiendo las preocupaciones éticas y ambientales, los siguientes factores más importantes incluyeron la conciencia y el conocimiento del público, y los factores personales.
Cada vez aparecen más estudios sobre este tema, algo lógico teniendo en cuenta que aumenta el número de nuevas empresas que utilizan tecnologías para producir todo tipo de carne de cultivo o a base de células, de vacuno, de cerdo, de pollo, etc. Se inician nuevos proyectos en todo el mundo, pero no se termina de aclarar si los consumidores quieren consumir este tipo de carne, sabiendo que existen alternativas 100% vegetales… Los investigadores descubrieron que en algunas investigaciones anteriores el bienestar animal era determinante en la reducción del consumo de carne tradicional y la aceptación de la carne de cultivo. Otros estudios han puesto de manifiesto que el bienestar animal y las preocupaciones ecológicas de forma conjunta fueron los factores más influyentes en la actitud positiva de los consumidores hacia la carne cultivada.
El estudio ha identificado tres cuestiones principales de la revisión de la documentación científica, se aprecia que existe una apatía generalizada en la aceptación de la carne de cultivo celular, se observa que los principales promotores para la aceptación de este alimento parecen ser el conocimiento y factores como su carácter saludable y la naturalidad, y la tercera cuestión que se aprecia es que las preocupaciones ambientales y éticas no tienen tanta influencia como se creía. Según los expertos, los resultados sugieren que la principal barrera para el desarrollo de esta tecnología es la actitud del consumidor, por ello se considera que en futuras investigaciones el objetivo debe ser comprender de forma conjunta el conocimiento que se tiene, la percepción de la seguridad, el carácter saludable, la naturalidad y la sostenibilidad de la carne de cultivo celular por parte de los consumidores.
Lo cierto es que son varios los factores que están interconectados que deben analizarse en su conjunto, y no por separado como se ha hecho en estudios anteriores. La carne de cultivo ya está disponible para el consumo en algunos países como Singapur, y no tardará mucho en estar presente en otros países, por lo que este tipo de estudios pueden ser de utilidad a las empresas para aumentar la aceptación de este tipo de carne. Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este Pdf publicado en la página de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Novia, y en este estudio publicado en la revista científica Appetite.
