Las torrijas más tradicionales son las de leche y las de vino, pero hay otra receta de torrijas que nosotros hacemos desde hace unos años y nos sorprende que no sean más populares, porque el anís es uno de los licores que más se utilizan en la repostería tradicional, ¿verdad? Pues eso, que tenéis que incorporar en vuestro recetario nuestras torrijas de anís, cuando las probéis, pensaréis por qué no las habéis hecho antes y no volverán a faltar en vuestra mesa cada Semana Santa, estamos seguros de que os va a encantar.
Lo bueno de esta receta es que podéis hacerla igual sin el licor en el caso de que vayan a comer las torrijas los niños o personas que no quieran o deban consumir alcohol, no hace falta hacer dos preparaciones de torrijas. Por ejemplo, si queréis hacer la mitad de las torrijas con anís y la otra mitad sin, una vez que se ha infusionado la leche con la canela, la vainilla y la piel de limón, separad medio litro y verted la mitad del anís que indicamos en los ingredientes, es decir, unos 25 gramos. Ya sabéis que los líquidos también los pesamos porque es la medida más precisa.
Pues ya podéis tomar nota de la receta de torrijas de anís, os explicamos cómo hacer las mejores torrijas (con o sin licor) porque quedan súper cremosas, dulces en su punto y muy aromáticas. No recomendamos añadir ningún almíbar ni helado para acompañar si hacéis buenas rebanadas de pan, ya hay otros postres para comer helados y salsas dulces, ahora hay que disfrutar del sabor propio de unas buenas torrijas caseras. Por cierto, si os animáis a hacer el pan para torrijas para que tenga la miga bien tupida y sea delicioso, tenemos dos recetas, aquí una receta de pan para torrijas tipo brioche, y aquí nuestro pan básico para torrijas.
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 1 vaina de vainilla
- 1 ramita de canela
- piel de un limón
- 150 gramos de azúcar
- 50-60 gramos de anís (licor)
- 1 barra de pan para torrijas (unos 310 gramos) o cualquier barra de pan de dos días
- 3 huevos L
- c/n de azúcar para espolvorear
- c/n de aceite de oliva virgen extra para freír.
Elaboración
Pon la leche en un cazo y añade la vaina de vainilla, la ramita de canela y la piel de medio o un limón, incorpora también el azúcar y lleva el cazo al fuego. Ponlo a calentar a fuego fuerte y ve moviendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva.
Cuando vaya a romper a hervir, apaga el fuego, añade el licor de anís, tapa el cazo y deja infusionar hasta que la leche esté tibia, si está muy caliente cuando se empapa el pan, puede romperlo con más facilidad.
El pan deberá tener un par de días para que esté un poco seco, y como comentábamos, debe ser un pan de miga muy tupida, es de este modo como se consiguen unas torrijas bien cremosas si se empapan bien en la leche infusionada. Corta el pan en rebanadas gruesas.
Dispón el pan en una bandeja un poco alta y vierte la leche infusionada, deja reposar hasta que el pan esté bien empapado, seguramente será necesario darles la vuelta para que absorba la leche por los dos lados y llegando al centro. Al principio puede parecer que un litro de leche es mucho para una barra de pan, pero la absorbe.
El tiempo que necesita el pan para absorber la leche depende de la miga, de lo seco que esté… Pero conviene asegurarse de que está bien empapado aunque es más delicado de manipular y puede ser necesario trabajarlo con dos espátulas en lugar de hacerlo con las manos.
Pon a calentar abundante aceite de oliva virgen extra (que sea nuevo, no usado en otra fritura) en un cazo o sartén honda, mantenlo a temperatura media alta, no al máximo. Prepara un plato con papel de cocina absorbente, otro plato con los tres huevos batidos y un tercero para rebozar con azúcar.
Pasa cada rebanada de pan empapada por el huevo batido, escurre y ponla con cuidado en el aceite caliente, fríe por un lado hasta que se dore, y después dale la vuelta para que se haga por el otro lado. Retira las torrijas a medida que se vayan friendo al plato con papel de cocina absorbente. Cambia el papel cada vez que sea necesario.
Para terminar, pasa las torrijas aún calientes por el azúcar para rebozarlo, no hace falta que coja demasiado azúcar, quedan unas torrijas dulces en su punto y con un toque de anís delicioso.
Acabado y presentación
Las torrijas con un toque de anís están listas para servir, pueden tomarse templadas o frías. Si te sobran torrijas, ponlas en un táper con papel absorbente en el fondo, y guárdalas en la nevera. Antes de comerlas, déjalas un par de horas a temperatura ambiente, también las puedes templar en el microondas e incluso darles un golpe de calor con el soplete de cocina. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria