Nos ha alegrado mucho la buena respuesta que ha tenido la publicación del post ‘El Plato para Comer Saludable, la mejor guía de alimentación hasta el momento’, pues eso muestra el interés que hay por llevar una alimentación saludable que, dicho sea de paso, es muy interesante, porque vivimos en una época en la que abundan los ultraprocesados, la comida insana está por todas partes, hasta en las máquinas expendedoras de los gimnasios encontramos con más facilidad unas patatas fritas o chocolatinas que frutas frescas o frutos secos naturales.
Si pudiéramos reducir la oferta alimenticia de los hipermercados dejando únicamente los alimentos saludables, estos establecimientos no serían tan grandes, por eso, cuando se compra en una de estas grandes superficies se recomienda no visitar todos los pasillos de productos de alimentación porque la mayoría son ultraprocesados, basta con visitar la zona de frutería y verdulería, la de carnes y pescados, la de congelados, la de conservas… y en estas últimas hay que leer etiquetas para hacer una buena elección.
La cuestión es que utilizar como guía para disfrutar de una alimentación saludable el denominado ‘Plato Harvard’ es una buena decisión, ya os contamos que conviene que esté a la vista de toda la familia, por ejemplo, colgado en la puerta de la nevera o en algún lugar visible de la cocina. Ahora bien, si tenéis niños en casa, quizá os guste tener también la versión infantil, que proporciona los mismos mensajes que El Plato para Comer Saludable, por con ilustraciones y un diseño más llamativo para los pequeños.
El enfoque principal de El Plato para Comer Saludable para Niños es la calidad de la dieta, y está creado para facilitar el aprendizaje de hábitos de alimentación saludables a los más pequeños, ya sabéis que cuanto antes se adquieran estos hábitos, más fácil será que perduren y se mantengan siempre. Claro, que esta ilustración se tiene que acompañar de las explicaciones que también facilitan los creadores de esta guía de alimentación, expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, basándose en los estudios científicos disponibles, y también dando ejemplo como padres o tutores de los niños.
Como podéis ver en la infografía o ilustración del ‘Plato Harvard’ para niños, se promueve el uso de aceites saludables en lugar de otros tipos de grasas, cereales integrales, vegetales de todos los colores, agua para beber y, entre otras cosas, que los niños se mantengan activos, y este detalle no se debe pasar por alto porque la actividad física es el complemento perfecto a la alimentación saludable si se desea gozar de buena salud. A continuación os transcribimos el mensaje que se debe transmitir a los niños acompañando esta guía de alimentación saludable como es El Plato para Comer Saludable para Niños, tomad buena nota.
El Plato para Comer Saludable para Niños representa la base para ayudarnos a tomar las mejores decisiones sobre alimentación
Además de llenar la mitad del plato con vegetales (verduras) y frutas de muchos colores (que también se deben elegir como “snacks” (tentempiés, meriendas, bocadillos, refrigerios, piscolabis), llene la otra mitad con cereales enteros y proteína saludable:
Mientras más vegetales (verduras)– y mayor variedad – mejor.
Las patatas y papas/patatas fritas no se consideran vegetales/verduras por su efecto negativo en la azúcar de la sangre.Consuma muchas frutas de todos los colores.
Elija frutas enteras o en rebanadas (en lugar de jugos de frutas; limite jugos de fruta a un vaso pequeño al día).Elija cereales integrales o enteros, o alimentos hechos con cereales que hayan sido mínimamente procesados. Mientras menos procesado sea un cereal, mejor.
Los granos integrales – trigo integral, arroz integral, quinoa, y productos hechos a partir de estos alimentos (como pasta integral y pan de trigo 100% integral) – tienen un menor efecto en la azúcar de la sangre y la insulina, comparado con el arroz blanco, pan blanco, masa de pizza, pasta, y otros granos refinados.Elija leguminosas (legumbres, lentejas, garbanzos, habichuelas, frijoles), guisantes y chícharos, frutos secos, semillas, y otras opciones de proteína vegetal, además de pescado, huevo, y aves.
Limite las carnes rojas (res, cerdo, cordero) y evite embutidos (tocino/tocineta, jamón, mortadela, ‘hot dogs’, salchichas).
También es importante recordar que las grasas son una parte necesaria de nuestra dieta, y el tipo de grasa que consumimos es lo que más importa. Deberíamos elegir regularmente alimentos con grasas insaturadas que son saludables (como pescado, nueces, semillas, y aceites vegetales saludables); y limitar los alimentos con alto contenido de grasa saturada (especialmente carne roja), y evitar las grasas trans, que no son saludables (provenientes de aceites parcialmente hidrogenados):
Utilice aceites vegetales saludables como el de oliva extra virgen, canola, maíz, girasol, y de cacahuete/maní, para cocinar, en ensaladas y verduras/vegetales, y en la mesa. Limite la mantequilla a un uso ocasional.
En nuestro plato, los lácteos se necesitan en menor cantidad que otros alimentos:
Elija leche sin sabores añadidos, yogur natural, cantidades pequeñas de queso, y otros lácteos sin azúcar añadida.
La leche y otros productos lácteos son una fuente conveniente de calcio y vitamina D, pero la cantidad óptima diaria aún se debe determinar y la investigación sobre esto aún se está desarrollando. Para los niños que limitan o evitan el consumo de leche, consulte a su médico sobre posibles suplementos de calcio y vitamina D.
El agua debe ser la bebida principal a elegir con todas las comidas y “snacks”, al igual que cuando estamos activos:
El agua es la mejor opción para calmar la sed. Es libre de azúcar y de fácil acceso en cualquier grifo/llave/pluma. Limite el zumo – que puede tener la misma cantidad de azúcar que un refresco/soda – a un vaso pequeño al día; y evite bebidas azucaradas como refresco/soda, aguas de fruta, y bebidas para deportistas, que proveen muchas calorías y ningún otro nutriente. Con el tiempo, consumir bebidas azucaradas puede ocasionar aumento de peso y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, y otros problemas de salud.
Por último, al igual que la elección de alimentos adecuados, incorporar actividad física en nuestro día y mantenerse activo es parte de la receta para mantener la salud:
Cambie el “tiempo pasivo” por “tiempo activo”.
Los niños y adolescentes deben tratar de lograr por lo menos una hora de actividad física al día, y no necesitan tener equipo sofisticado o acceso a un gimnasio. La Guía de Actividad Física para los Estadounidenses sugiere escoger actividades no estructuradas para niños, como jugar o saltar la cuerda, o divertirse usando el equipo del parque.
Si accedéis a la web de la Escuela de Salud Pública de Harvard, veréis también que aluden a las bebidas azucaradas, a los dulces, a la comida basura… diciendo que son productos que no se deben consumir a diario, sino esporádicamente o nunca. Lo cierto es que hay personas que nunca consumen alimentos que no sean beneficiosos para la salud, es un porcentaje muy pequeño, pero quizá, con el tiempo, aumente.
Fuente | Derechos de autor © 2015 Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Para más información sobre El Plato para Comer Saludable para Niños, por favor visite la Fuente de Nutrición, Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública de Harvard, http://www.thenutritionsource.org.