La EFSA ha presentado una nueva herramienta dirigida a los operadores del sector de la alimentación para que puedan saber con precisión cuándo usar la etiqueta de fecha de caducidad o de consumo preferente en los productos alimenticios. Con este sistema, la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea cree que se podrá ayudar a reducir el desperdicio alimentario que se genera en los países comunitarios.
Desde hace años se habla de la confusión y los errores que causan ambas leyendas entre los consumidores, a pesar de que es un tema que se ha tratado muchas veces y de que son dos conceptos muy distintos, y sobra decir que se sigue produciendo un considerable volumen de desperdicio alimentario. Según la UE, hasta un 10% de los desperdicios alimentarios que se generan en la UE (unos 88 millones de toneladas) se relacionan con el marcado de la fecha en los productos alimenticios, por eso se considera necesario que la industria alimentaria proporcione información clara y correcta, que permita una mayor comprensión de la información de las etiquetas de los alimentos a los consumidores.
La fecha de caducidad guarda relación con la seguridad alimentaria, indica que un producto puede ser consumido hasta la fecha indicada, pasada esta fecha, debe ser desechado incluso si tiene buen aspecto y no huele mal, ya que con ello se evitan con seguridad posibles toxiinfecciones alimentarias u otros problemas de salud causados por el mal estado de los alimentos. La fecha de consumo preferente hace referencia a la calidad del alimento, es decir, pasada esta fecha, sus cualidades organolépticas no serán las mejores, pero el producto puede ser consumido sin problema.
La nueva herramienta de la EFSA se estructura como un árbol con una serie de preguntas que los operadores de empresas alimentarias deben responder, el resultado ayudará a definir si un producto debe incluir la fecha de consumo preferente o la fecha de caducidad. Las preguntas que aparecen en esta herramienta guardan relación con los requisitos del marcado de la fecha en una categoría alimentaria y si los alimentos ya están regulados por la legislación, si un producto alimentario es sometido a tratamientos para eliminar riesgos, si el envasado del producto vuelve a manipularse durante su proceso de elaboración, cómo son las características y condiciones del almacenamiento, etc.
En este trabajo, los investigadores del Panel de Riesgos Biológicos de la EFSA, han revisado todos aquellos factores que debe considerar la industria alimentaria a la hora de establecer la fecha de la vida útil de los productos alimenticios, es decir, el periodo de tiempo en el que un alimento seguirá siendo seguro o tendrá una calidad adecuada para el consumo, siempre que el envase esté intacto y se haya almacenado según las instrucciones. De todos modos, el trabajo aun no se ha concluido y se espera poder publicar el año que viene una opción sobre el tema, esta se centrará sobre todo en la información proporcionada a los consumidores sobre las condiciones de almacenamiento, los plazos de consumo después de las prácticas de apertura y descongelación, etc.
De todos modos, no estará mal apoyar sistemas que resultan fiables y que ayudan mucho más a los consumidores, se puede citar por ejemplo la etiqueta Mimica Touch, presentada como una etiqueta que puede sustituir a la fecha de consumo preferente y de caducidad, capaz de revolucionar la industria alimentaria. Lo cierto es que en los últimos años han aparecido muchas soluciones que parecen ser efectivas y, sin embargo, parece que no interesan, ya que ninguna de ellas se ha empezado a utilizar de forma generalizada.
A través de este articulo de la EFSA podéis conocer con detalle las características de la nueva herramienta propuesta.
