En los últimos años el chayote (Sechium edule) se ha convertido en una hortaliza fácil de encontrar en nuestro mercado, hay que tener en cuenta que este fruto se considera originario de México o, al menos, que fue donde se domesticó para su consumo como hortaliza, pero se documenta que es oriundo de América del Norte y del Sur. Y a pesar de que se cultiva en España desde hace muchos años (nosotros lo encontramos en nuestra frutería desde hace más de diez años), todavía no es muy popular entre los españoles.
No obstante, poco a poco va entrando en más cestas de la compra convenciendo a los consumidores por ser un alimento saludable, nutritivo, bajo en calorías y muy versátil en la cocina, si lo preparas con gusto, está muy rico, pudiendo utilizarlo tanto en recetas saladas como en recetas dulces. Lo que no nos parece apropiado es seguir haciendo uso y abuso del término ‘súperalimento’ al hablar del chayote, no, los superalimentos no existen, y menos si hay que pagar por ello mucho más de lo que cuestan otros alimentos con las mismas e incluso mejores cualidades nutricionales.
El caso es que el chayote puede no llamar la atención a primera vista, no tiene un aspecto interesante, sobre todo las variedades cuya piel está cubierta de ‘espinas’, pero cuando se prueba suele gustar, tiene una textura y un sabor distinto a cualquier otro alimento que conozcamos. Lo que no hemos comentado es que el chayote se conoce con muchos otros nombres según la región y el país (lo cierto es que ya os lo comentamos hace años en este post), como papa o patata del aire, patata voladora, patatas de Brasil, papa del moro, patata espinosa, mirlitón, guatila, chuchu, choko, tayota, huatita, güisquil, cidra papa o erizo, entre otros.
El chayote es el fruto de una planta trepadora perenne, la chayotera, que pertenece a la familia de las curcubitáceas, como la calabaza, el calabacín, el pepino, la sandía o el melón, por ejemplo. De ella se consumen también sus hojas, sus tallos y sus raíces, generalmente hervidos y cocidos, pero lo más apreciado es el fruto, siendo comestible hasta su semilla. Hay distintas variedades de chayote, como de la mayoría de hortalizas y frutas, aunque todas tienen esa característica forma de pera, las hay con más y con menos espinas en su piel que, aunque es fina, presenta gruesas arrugas y puede variar de color, del blanco crema al verde oscuro. Los chayotes que compramos últimamente son los más claritos y apenas tienen espinas, una maravilla.
Pues bien, ya hemos dado un repaso a esta hortaliza para quien no la conociera, y si os interesa podremos profundizar en las propiedades nutricionales y beneficios del consumo de chayote, pues es un alimento rico en vitaminas y minerales, muy bajo en carbohidratos, con una importante proporción de fibra y en su mayoría es agua, por lo que aporta apenas 20 kcal por cada 100 gramos de producto. Ahora, lo que queremos contaros y para lo que sólo necesitaremos unas breves líneas, es cómo cocinar chayote en el microondas, una cocción básica para incluir en otras recetas esta hortaliza.
No es necesario pelar el chayote para cocinarlo en el microondas, simplemente hay que limpiarlo bien, si tiene muchas espinas se puede utilizar un cepillo para no tocarlo mucho con las manos. A continuación, colócalo sobre la tabla de cortar y realiza un corte longitudinal por la mitad, como se suelen abrir los aguacates. Pero la semilla del chayote es muy blanda, así que no costará nada.
Para cocer el chayote al vapor en el microondas, puedes colocarlo en un estuche de silicona como este, o en otro recipiente similar con tapa. Si no tienes tapa, puedes cubrir un bol (por ejemplo) con film de cocina y hacer varias perforaciones pequeñas para que pueda escapar un poco el vapor.
Finalmente introduce el chayote en el microondas y programa cinco minutos a máxima potencia (800-1.000 vatios). El tiempo puede variar minuto arriba, minuto abajo, según el microondas y también según lo blanda que se desee la pulpa, si quieres que se mantenga más crujiente, prueba con tres minutos de cocción, con los cinco minutos mencionados queda bien cocido y muy blandito.
El chayote estará listo para preparar cualquier receta que requiera esta hortaliza cocida. En las próximas semanas os iremos dando ideas para incorporar este alimento a vuestra dieta, y si tenéis peticiones particulares, las leeremos y tendremos en cuenta si las dejáis en los comentarios. ¿Queréis guisos, ensaladas, aperitivos, bebidas, postres…)
4 comentarios
A mí me encanta para las cremas, le da una suavidad aterciopelada . Estoy desenando q pongáis recetas de chayote. No es muy conocido y tiene muchas posibilidades
Hola Carmen,
Es cierto, se utiliza mucho el chayote en las cremas porque da un toque buenísimo, ¿has probado en cremas dulces? Tenemos algunas que os van a encantar.
Gracias por tu comentario y buen finde!
Bueno, no es originario de México sino de más abajo, de Centroamérica, Nicaragua o Costa Rica, pero en todo caso no importa. . Algo que no mencionaste es que tiene 7 de los 9 aminoácidos esenciales y una docena de vitaminas además de zinc y potasio y antioxidantes.
NUNCA COMER CRUDO. El jugo ingerido puede irritarte gravemente la boca.
LA variedad grande de color oscuro es buena en sopas, o puedes hacer un picadillo fino y mezclarlo con maíz dulce o bien con carne molida. La variedad blanca grande, cuando está bien maduro (se notarán pequeñas estrías oscuras y eventualmente empezando a brotar por arriba, es deliciosa en ensaladas o bien lo partes en dados medianos y los sirves como guarnición de carnes, pasándolos por un poco de aceite de oliva o margarina o mantequilla y sal al gusto (o haces rodajas no muy finas de chayote y zanahorias y las fríes ligeramente en mantequilla).
La variedad pequeñita y blanca, que en Costa Rica llamamos cócoros, se presta para hacerlos en guiso con salsa blanca.
Los tallos de la planta en realidad son correosos y no los usamos, aunque las puntas de las nuevas extensiones de la enredadera son tiernas y sabrosas, pero no vale la pena porque es matar el crecimiento de la planta.
Una vez al año, si has sembrado una chayotera, se excava y se sacan unos gigantescos tubérculos que tienen un sabor tan exquisito que se venden a muy alto precio (20 euros el kilo); esas raíces las hierves y luego las haces en rodajas fritas envueltas en huevo.
La planta se siembra y nace fácilmente y puede prosperar probablemente en las zonas más cercanas al Mediterráneo en el caso de España. Compras un chayote que ya está maduro (cuando tu uña del pulgar no puede traspasar la piel de arriba del fruto, y lo dejas en un sitio con sol y alho de humedad. Al cabo de unos cuantos días, empezará a brotar un tallo y unas hojitas y unas pequeñas extensiones de raíces. Colócalo en el suelo luego de hacewrle una cama más o menos suave, procurando que el tallito quede afuera y las raíces en la tierra. Riégalo diariamente, pero no en exceso. Debes construirle un enrejado para que trepe y una tarima alta con enrejado, de unos 180 cm de alto, para que se extienda por encima y sus frutos cuando broten, cuelguen y sean fáciles de cosechar. en buen clima te dará unos 100 frutos por temporada.
Olvidé tres cosas.
Después de cocinarlos y pelarlos, el corazón fibroso lo eliminas, pero la semilla es tierna y muy sabrosa.
Cuando el fruto está muy maduro es más seco y puede hacerse un puré con una textura cremosa. De hecho, los fabricantes de muchos purés infantiles usan una mezcla de chayote, que tiene sabor neutro con puré de alguna fruta. También lo usan así en los pasteles de manzana de algunas cadenas tipo McDonalds o en pastelerías.
Lo último es que depende del grado de ternura o de madurez, el chayote puede ser duro de cocinar. Si lo hierves de modo convencional, como en una sopa, puede tardar hasta 40 minutos en ablandarse., pero si haces rodajas finas sofritas en pocos minutos puede estar, que es como lo usan en muchos sitios de comida china.