Según una encuesta realizada por Mars Global Food Safety Center (Centro Global de Seguridad Alimentaria de Mars), centro que trabaja para aumentar el conocimiento y desarrollar nuevas metodologías para mejorar la inocuidad de los alimentos y la seguridad alimentaria, aproximadamente el 50% de los consumidores cree que la seguridad alimentaria es uno de los principales problemas en el mundo.
Aunque se habla de una encuesta global sobre seguridad alimentaria, sólo se ha encuestado a consumidores de China, Estados Unidos y Reino Unido, quizá este trabajo debería haber ampliado fronteras y contar con la participación de todos los países del mundo. A esto hay que añadir que la participación fue online y se puede considerar pequeña, tan sólo 1.754 adultos con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, 750 de China, 502 de Estados Unidos y 502 de Reino Unido.
Casi tres cuartas partes de los consumidores encuestados consideran que el coronavirus afectará a la viabilidad de la cadena de suministro global, un 71% considera que esta pandemia afectará al acceso a los alimentos (aunque ya se ha demostrado que el abastecimiento en los mercados y supermercados ha cubierto todas las necesidades y más), y dentro de este segmento de consumidores, un 39% cree que también afectará el cambio climático y un 38% cree que un factor influyente es la contaminación.
Según la encuesta, los consumidores con edades comprendidas entre los 18 y 34 años están en particular armonía y sintonía con la seguridad alimentaria a través de la tecnología y una economía cada vez mucho más globalizada. Pero existen diferentes factores (algunos nuevos) que suponen una amenaza para la seguridad alimentaria, el calentamiento global, las prácticas agrícolas industriales e intensivas, la globalización del comercio, los cambios en la producción de alimentos, etc., se trata de un cóctel que pasará factura irremediablemente a la seguridad alimentaria.
Un 75% de los consumidores encuestados manifiestan que en lo referente a garantizar la seguridad alimentaria, confían en las agencias reguladoras, un 65% asegura que confían en el Gobierno y un 61% en los órganos rectores internacionales, pero la mayoría de ellos considera que es necesario hacer más para mejorar la disponibilidad y seguridad de los alimentos. Un 70% de los encuestados expresa su preocupación por la prevención de la contaminación de los alimentos con toxinas y bacterias, en cambio, en lo que respecta al fraude, el porcentaje se reduce al 58% a pesar de que algunos de los fraudes que se han detectado y se detectan, pueden suponer un serio riesgo para la salud de los consumidores.
La mayoría de los encuestados (85%) expresan la importancia de que organizaciones gubernamentales y privadas sigan colaborando y trabajando en la prevención de los problemas de seguridad alimentaria, un 84% aboga por la puesta en marcha de programas de detección temprana, porcentaje que se reduce al 80% en el caso de la gestión de la seguridad alimentaria a nivel mundial. Sorprende saber que un 61% de los encuestados asegura que se sienten bien informados sobre la seguridad alimentaria, un 55% a través de los medios de comunicación, un 37% a través de las redes sociales, un 36% por el boca a boca, sin embargo, el 82% declara que querrían saber más sobre las cuestiones de seguridad alimentaria.
No tiene sentido que no hablen de canales oficiales para informarse de estos temas, lo que demuestra que toda la información que obtienen procede de fuentes que no son oficiales, aunque también es cierto que estas fuentes no son muy eficaces a la hora de comunicar problemas de seguridad alimentaria y del mismo modo, la gran cantidad de escándalos alimentarios que se producen, demuestran las debilidades de las cadenas alimentarias y las legislaciones alimentarias. Esto provoca, inevitablemente, que la seguridad alimentaria esté en tela de juicio y se pueda considerar un verdadero problema a nivel mundial.
Podéis conocer todos los detalles de la encuesta a través de este artículo publicado en la página de Mars Global Food Safety Center.