Como cada principio de mes, la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) publica el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), indicador que nos proporciona información sobre los precios que pagan los intermediarios a los agricultores por algunos alimentos básicos, y lo que los consumidores pagamos en el mercado, de este modo tenemos una idea del valor real y del encarecimiento de los alimentos en su viaje del campo a la mesa.
En el mes de agosto el IPOD general de estableció en un 4’13%, lo que supone una reducción de 21 décimas respecto al mes de julio, algo que sorprende porque en años anteriores, el margen de diferencias se solía ampliar con motivo de las vacaciones de verano. Lo más destacado del IPOD del pasado mes de agosto es la diferencia de precio de las lechugas, que alcanza el 942%, recordemos que en el indicador del mes pasado las lechugas también encabezaron el ranking de las diferencias de precio especulativas con una diferencia del 733%.
El kilo de lechugas se cotizó en el campo a una media de 0’12 euros, lo que supone una caída de 3 céntimos respecto al mes de julio, pero esta reducción no se ha trasladado a los mercados, donde su precio se ha mantenido en 1’25 euros/kilo de media. Estos datos muestran que los consumidores hemos tenido que pagar 10’42 veces el valor de las lechugas en origen, se trata de una diferencia que se puede considerar totalmente especulativa.
En segundo lugar se clasifican las cebollas con una diferencia del 665%, lo que supone un aumento del 59% respecto al mes de julio. En el campo, el kilo de cebollas se cotizó a 0’17 euros, el mismo precio que en el mes de julio, en cambio, en el mercado,el precio se redujo pasando de 1’30 a 1’20 euros por kilo. A pesar de esta reducción, hemos tenido que pagar 7’65 veces el valor de este alimento en el campo, siendo otro ejemplo más de precios especulativos.
En tercera posición se clasifica un alimento que prácticamente siempre está por encima de la barrera imaginaria del 500%, nos referimos a los ajos. En el campo, el precio medio del kilo de ajos se estableció en 0’79 euros, lo que supone una leve caída de un céntimo en el precio, pero esta bajada no se ha trasladado al consumidor, al contrario. En el mercado, el precio medio de los ajos se estableció en 5’84 euros por kilo, lo que supone un aumento de 12 céntimos frente a los precios de julio. Estos datos muestran que hemos tenido que pagar 7’39 veces el valor de los ajos en origen, una diferencia sin sentido que se mantiene prácticamente todos los meses.
Las patatas son el cuarto producto destacado por COAG en este ranking de las diferencias de precio especulativas, con una diferencia porcentual origen/destino establecida en un 548%. El precio en el campo se ha mantenido en 0’21 euros por kilo y en el mercado el precio ha subido muy ligeramente, tan sólo un céntimo, estableciéndose el precio medio en 1’36 euros. Estos datos muestran que en la trayectoria del campo a la mesa, las patatas se han encarecido 6’48 veces, diferencia abusiva que se puede considerar especulativa.
Las ciruelas son el último producto alimenticio destacado por la coordinadora por superar la barrera imaginaria del 500%, con una diferencia porcentual origen/destino establecida en un 521%. En el campo, el kilo de ciruelas se cotizó a una media de 0’47 euros, lo que supone un incremento de 9 céntimos respecto al precio del mes de julio, claro, que este aumento se ha trasladado al consumidor con creces, ya que ha pasado de pagar 2’64 a 2’92 euros por kilo. Estos datos muestran que hemos pagado 6’21 veces el valor de las ciruelas en el campo, como vemos, el margen de los intermediarios no suele reducirse, se procura mantener o ampliar en uno u otro extremo (campo/mesa).
En definitiva, no son datos tan malos como los de otros años, pero tampoco son tan buenos como cabría esperar, podéis conocer más detalles del IPOD de agosto de 2020 a través de la página oficial de COAG.
Foto | Dwight Sipler