De las algas comestibles hemos hablado en varias ocasiones por sus cualidades nutricionales y por ser fuente de calcio, ácido fólico, hierro, etc. También por su versatilidad en la cocina, su sabor, su textura, por el incremento de su consumo en los países occidentales, por su carácter sostenible y reducida huella del carbono, ya que no necesita ni fertilizantes ni pesticidas… Sin embargo, existe un problema que la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional (Anses), ha hado a conocer en un comunicado, y es que hay que tener cuidado con el contenido de cadmio en las algas comestibles.
Según el estudio realizado por esta agencia, en una cuarta parte de las muestras de algas comestibles que se han analizado, el contenido en cadmio superaba el valor permitido de 0’5 mg por kilo establecido en este país, por ello, se recomienda no abusar de este alimento. Recordemos que el cadmio es un metal pesado considerado uno de los más tóxicos, que está clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como un carcinógeno humano que puede provocar diferentes problemas de salud, diarrea, vómitos, debilitamiento óseo, daños en el sistema inmunológico y el sistema nervioso central, su acumulación en los riñones, cáncer, etc.
El cadmio en su estado natural se encuentra en bajas concentraciones en la corteza terrestre y se considera un contaminante muy extendido en el medio ambiente, pero hay que añadir el producido por la actividad humana y en especial, por el sector de la industria y la agricultura, incrementando significativamente sus valores. La agencia francesa explica en su comunicado que este metal pesado penetra con facilidad en las plantas a través de sus raíces y accede fácilmente a la cadena alimentaria, a esto hay que añadir su presencia en el agua. En el caso de las ‘verduras del mar’, la Anses comenta que las algas tienen propensión a unirse fácilmente a los contaminantes que están presentes en el medio ambiente, como el arsénico, el plomo o el metal pesado del que estamos hablando, el cadmio.
En su momento, la UE ya habló de adoptar medidas para limitar la cantidad de cadmio presente en los alimentos y en especial en el chocolate, recordemos que se han realizado investigaciones sobre la presencia de cadmio en el cacao, detectando que el producido en Perú supera el umbral permitido por la Unión Europea, llegando incluso a ser el doble del máximo permitido para chocolates y productos elaborados con cacao, según los resultados, cuanto más oscuro es el chocolate mayor es el nivel de cadmio.
Curiosamente y a pesar de que existen regulaciones europeas sobre este metal pesado, en el caso de las algas, no se han establecido niveles máximos, aunque hay un plan para determinar los valores máximos de cadmio, plomo y arsénico en las algas. Es por esta razón que la agencia francesa decidió realizar un estudio a fin de proporcionar recomendaciones sobre el consumo de algas. La Anses, dirigiéndose a las empresas alimentarias, recomienda una concentración máxima de cadmio lo más baja posible en las algas comestibles, y dirigiéndose a los consumidores recomienda un consumo moderado de algas, ya que se corre el riesgo de superar la dosis tolerable a través de la dieta habitual y sufrir las consecuencias antes indicadas.
Teniendo en cuenta la ingesta total de cadmio con una dieta normal, la agencia francesa propone un contenido máximo de metal pesado de 0,35 mg por kilogramo de algas comestibles secas, pero, claro, si no existe regulación, es probable que se comercialicen algas que superen la recomendación de los valores máximos indicados, por lo que es un problema que sólo se solucionará cuando la UE se ponga manos a la obra. La Anses asegura que las algas contribuyen en gran medida a la exposición dietética al cadmio de quienes las consumen, por lo que es importante tener en cuenta la recomendación y no abusar de este alimento. Y explica que ahora es necesario que las autoridades competentes definan los métodos apropiados para establecer un máximo nivel de cadmio en los alimentos a fin de limitar al máximo su exposición, como ya hemos comentado, es necesario que la EFSA se ponga manos a la obra para poner en marcha una regulación a nivel comunitario.
Finalmente, destacar que, según el estudio, la contaminación por cadmio es especialmente significativa en algas como la nori y el wakame, precisamente dos algas de las más consumidas. Otro dato interesante es el hecho de que existe un mayor riesgo de ingesta de contaminantes químicos en el consumo de las algas cuando se combinan con otros alimentos como, por ejemplo, el arroz, recordemos que es un alimento que destaca por su contenido en arsénico inorgánico. Y ahora todos estamos pensando en el sushi…
Os recomendamos acceder a este documento (Pdf) de la Anses para conocer más detalles del análisis y sus resultados, merece la pena que la información se tenga en cuenta por quienes incluyen las algas en su dieta habitual.
Foto 1 | Ensalada de wakame con marlin ahumado
Foto 2 | Tartar de atún sobre crujiente de alga nori