La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) acaba de publicar los datos relativos al IPOD del pasado mes de julio, recordemos que gracias al IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos) podemos tener una idea sobre lo que llegan a encarecerse algunos alimentos básicos en su trayectoria del campo a la mesa. En el mes de julio el indicador se estableció en un 4’34%, lo que supone un incremento de ocho décimas respecto al mes de junio, rompiéndose la tendencia a la baja que se había mantenido en los últimos meses.
Quizá, el incremento no es muy significativo, pero destaca el número de productos marcados en el gráfico en rojo por superar la barrera imaginaria del 500% en el margen de precios. En esta ocasión el indicador está encabezado por la diferencia de precio de las lechugas que supera el 700%, algo que no sorprende porque cada verano ocurre lo mismo con algunos productos alimenticios estrella de esta estación.
En julio, el kilo de lechugas en el campo se cotizó a una media de 0’15 euros, lo que supone una caída de 2 céntimos respecto al mes de junio, en el mercado el precio se redujo pasando de 1’30 a 1’25 euros por kilo, lo que indica que la reducción de precio se ha trasladado al consumidor. Pero, a pesar de ello, los datos muestran que los consumidores hemos pagado 8’33 veces el valor de las lechugas en el campo, siendo un claro abuso por parte de los intermediarios, que afecta a los consumidores y sobre todo a los agricultores.
Los ajos se colocan en segundo lugar en este ranking de las diferencias especulativas de precio con una diferencia porcentual del 615%, lo que supone un incremento del 75% frente al mes de junio. Lo cierto es que no es algo que sorprenda, los ajos son habituales en el indicador y prácticamente siempre tienen una diferencia porcentual que supera el 500%, de hecho, parece que ese sea su suelo o base. En el campo, el kilo de ajos se cotizó a 0’80 euros, es decir, 9 céntimos menos que en el mes de junio, sin embargo y a pesar de la caída de precio en origen, en el mercado los consumidores hemos pagado 5’72 euros, lo que supone que hemos pagado 7’15 veces el valor del producto en el campo.
En tercer lugar, se clasifican las cebollas con una diferencia porcentual origen/destino del 606%, recordemos que en los meses de mayo y junio las cebollas se colocaron en primer lugar en este particular ranking de las diferencias de precio especulativas. En origen, el kilo de cebollas se cotizó a 1’20 euros, lo que supone un aumento de 5 céntimos en el precio del campo. Claro que parte de esta subida y algo más se ha trasladado a los consumidores que han pasado de pagar 1’15 a 1’20 euros, dejando claro que los intermediarios no renuncian a sus márgenes de beneficios, lo que ocurre con la mayoría de productos que aparecen en el IPOD.
En cuarto lugar, aparecen las ciruelas con una diferencia porcentual origen/destino del 595%, en sólo un mes la diferencia se ha duplicado, algo lógico teniendo en cuenta que es una fruta que experimenta un aumento de consumo en estos meses veraniegos. El kilo de ciruelas se cotizó en el campo a una media de 0’38 euros, lo que supone una caída del precio de nada menos que 27 céntimos respecto al mes de junio. Hay que decir que la bajada en el campo, se ha trasladado al mercado, ya que los consumidores han pagado 2’64 euros por kilo, es decir, 49 céntimos menos que en junio, de todos modos, se ha pagado casi 7 veces el valor de esta fruta en el campo.
Las patatas ocupan el quinto lugar en el indicador con una diferencia porcentual origen/destino establecida en un 543%, algo más que en el mes de junio que fue del 517%. En el campo, las patatas se cotizaron a una media de 0’21 euros por kilo, lo que supone una bajada de 3 céntimos frente al mes de junio. En el mercado, el precio medio por kilo se estableció en 1’35 euros, lo que supone una bajada de 13 céntimos, aun así, los consumidores hemos tenido que pagar 6’43 veces el valor de las patatas en origen.
El melón se clasifica en penúltimo lugar con una diferencia porcentual del 535%, casi se ha duplicado en relación al mes de junio por lo que comentábamos antes, es una de las frutas estrella del verano y los intermediarios aprovechan la oportunidad para sacar el máximo rendimiento posible. En origen, el kilo de melón se cotizó a 0’20 euros, es decir, 17 céntimos menos que en junio, y en el mercado también se ha apreciado una notable bajada en el precio, pasando de 1’65 a 1’27 euros/kilo. A pesar de que parecen buenos datos, no debemos dejarnos engañar por las cifras, ya que hemos pagado 6’35 veces el precio de los melones en el campo.
Finaliza este ranking de las diferencias de precio del sector agroalimentario otra fruta muy consumida en verano, la sandía, cuya diferencia porcentual se estableció en un 527%. En origen, el kilo de sandía se cotizó a una media de 0’15 euros, lo que supone una caída de 4 céntimos, y en el mercado la caída ha sido más significativa, ya que los consumidores han pasado de pagar 1’21 a 0’94 euros por kilo. A pesar de estas cifras, hemos pagado 6’27 veces el precio de las sandias en el campo, no es extraño que los agricultores manifiesten su indignación y que, como cada año, algunos anuncien el cambio hacia la producción de otro tipo de cultivos.
Podéis conocer más detalles del Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos de julio de 2020 a través de la página oficial de la coordinadora agraria.
Foto 1 | Photofarmer